Calanda da por perdida su cosecha de melocotón tras las últimas granizadas

La piedra que cayó en los frutales del municipio ha reducido la producción que se puede salvar al 10%. No descartan pedir la declaración de zona catastrófica.

Pascual Buj, uno de los agricultores de Calanda cuya cosecha de melocotón se ha visto afectada por las últimas granizadas
Pascual Buj, uno de los agricultores de Calanda cuya cosecha de melocotón se ha visto afectada por las últimas granizadas
Patricia Buj

Los agricultores de Calanda dan prácticamente por perdida su cosecha de melocotón para este año. Este es el primer balance que barajan después de que las dos pedregadas de este martes y la granizada del miércoles causaran importantes daños en los frutales del municipio. En su momento las heladas de abril ya habían dañado el 70% de la producción, dejando únicamente un 30% de esta disponible para la campaña que iniciaba este mes de julio. A este porcentaje también afectó el tornado que hace solo dos semanas ya dañó los campos próximos a la capital bajoaragonesa, a lo que ahora se unen estas granizadas, "la gota que ha colmado el vaso" que ha provocado que la cosecha se reduzca a apenas a un 10-15%.

El balance para el que es uno de los sectores agrícolas más representativos de la zona es totalmente desolador y no se descarta pedir la declaración de zona catastrófica. Solo en la cooperativa de La Calandina se mueve una cosecha que gira en torno a los siete millones de kilos de melocotón, una cifra que, según explica su presidente, Antonio González, este año ya se vio reducida a los dos millones y medio tras las heladas. Pese a que a la pedrada que llegó con el tornado marcó gran parte de esta fruta restante los agricultores aún conservaban esperanza de poder salvar la mitad de este melocotón, una situación que tras la granizada ahora ven imposible. "El panorama se ve muy negro. La piedra que cayó en seco cogió una franja de unos cuatro kilómetros y ahora nos van a quedar, si quedan, esos dos millones que antes podrían haber sido buenos y tras la piedra están todos picados", explica González.

El caso de Pascual Buj, agricultor de Calanda, es un claro ejemplo de estas circunstancias. En su día ya vio como su cosecha se reducía a la mitad por el frío extremo, y ahora sufre las consecuencias de esta doble caída de piedra. "En la primera granizada la piedra tenía un tamaño menor, pero en la segunda ya eran piedras del tamaño de una pelota de golf que caían en seco afectando complemente a la fruta", cuenta. En total, el agricultor prevé que podrá salvar apenas un 25% de la producción.

El sentimiento que tanto Pascual como el resto de trabajadores comparten se traduce en una gran desilusión. Estas graves cifras de afección hacia el melocotón provoca que ahora deban afrontar una campaña perdida que posiblemente no les permita sacar beneficio ni si quiera para los costes del año.

A esta situación a la que ahora debe enfrentarse el sector también se une a la preocupación para arrancar la siguiente campaña. Según explican, habrá explotaciones que acabarán el año y sí cubrirán los gastos "aunque de mala manera", y otras, en cambio, no podrán hacerlo y bien tendrán que "

Alto porcentaje de aseguramiento

En los próximos días se harán las valoraciones necesarias por parte de los tasadores para determinar con exactitud el porcentaje de daños en los melocotones. Desde el sindicato UAGA apuntan a que en este sector frutícola por suerte hay un alto porcentaje de aseguramiento que según la zona ronda en torno al 70-80%, lo que facilita que haya un número mayor de beneficiarios. No obstante, los agricultores también reclama soluciones directas desde las propias instituciones. "Necesitamos ayudas a coste cero para que el campo pueda salir adelante porque al final no habrá nada para comer", afirma Antonio Cerdán, gerente de La Calandina.

Desde el Ayuntamiento, el alcalde, Alberto Herrero, lamentaba la pérdida casi total de la campaña y los efectos que suponen para los agricultores. De hecho, Herrero asegura que estos próximos días servirán para valorar cuál es la siguiente actuación frente a unos daños que también han afectado al núcleo urbano y el polígono del pueblo con tejas y canaleras rotas y alguna cubierta dañada. "No descartamos pedir la zona catastrófica puesto que este es un año aciago en el que no va a haber ninguna cosecha de todos los productos que producimos los calandinos", aseguró.

La tormenta de granizo también ha provocado daños en parte del término municipal de Castelserás y también estuvo presente aunque con menos intensidad hacia el término municipal de Alcorisa, donde cayó una mayor cantidad de agua con poca fuerza de granizo dejando algunos campos inundados. La parte más afectada de este miércoles se sitúa en Andorra, en donde una fuerte tormenta de granizo con intensas rachas de viento acaba creando una capa blanca de gran espesor -de entre 30 y 40 centímetros- que ha cubierto por completo las calles.

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