Teruel

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Piden 26 años de cárcel para un padre acusado de agresión sexual a sus dos hijas

La acusación particular sostiene que los abusos a las niñas, ambas menores de 11 años de edad, fueron continuados

El acusado, que cumple prisión preventiva, llegó a la Audiencia de Teruel esposado.
Jorge Escudero

Un vecino de Teruel, S. S. L. G., se enfrenta a una petición de condena de hasta 26 años de prisión acusado de haber agredido sexualmente, de manera reiterada, a sus dos hijas biológicas, ambas menores de edad. El juicio contra este hombre, a puerta cerrada, comenzó este lunes en la Audiencia Provincial y continúa hoy al no haberse podido practicar en una sola sesión –en contra de lo previsto inicialmente– todas las pruebas periciales solicitadas por las partes.

La Fiscalía de Teruel pide para el procesado penas que suman 20 años de cárcel por un total de tres presuntos delitos: uno de violencia psíquica habitual en el domicilio –dos años–; otro de agresión sexual contra su hija mayor, que tenía 11 años cuando los hechos fueron puestos en conocimiento de la justicia –12 años–; y un tercero también de agresión sexual hacia su hija pequeña, de seis años de edad en el momento de la denuncia –6 años–.

Más elevada es la condena que solicita la acusación particular, ejercida por la familia de las dos menores y representada por la letrada Concha Lasarte, quien sostiene que los abusos sexuales a las niñas serían "continuados". Esta parte pide que S. S. L. G. cumpla un total de 26 años de prisión: 12 años por el delito continuado de agresión sexual que, presuntamente, cometió contra su hija mayor;otros seis años de cárcel por los supuestos abusos hacia su hija pequeña; seis años más por un delito de violencia física y psíquica habitual contra su pareja y madre de las pequeñas y contra la mayor de las niñas y, por último, dos años de cárcel por lesiones a su pareja, un supuesto delito, este, que no contempla el fiscal.

La familia reclama también al procesado que indemnice con 40.000 euros a la mayor de sus hijas por los daños morales y psicológicos que esta habría sufrido y con otros 20.000 euros a la pequeña por las mismas secuelas. Para la madre, se reclaman 600 euros de compensación por los daños físicos que esta denuncia. Por contra, la defensa solicita la libre absolución del encausado al entender que este es inocente al no haber cometido los hechos que se le imputan.

El acusado está en prisión preventiva desde mediados de enero de 2018, cuando los hechos fueron comunicados al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número tres. El magistrado de esta sala, Jerónimo Cano, acordó en un auto en aquella fecha, a instancia de la Fiscalía, privarle de libertad al deducirse de las diligencias practicadas "indicios racionales de criminalidad". El juez consideró entonces que S. S. L. G. podría haber cometido un delito de violencia contra la mujer, otro de violencia física y psíquica habitual así como dos delitos de abuso y agresión sexual a menores de 16 años, concurriendo la circunstancia agravante de parentesco.

En su auto, el juez indicó que el reconocimiento ginecológico practicado a la niña de 11 años y que acreditó lesiones antiguas era compatible con los abusos sexuales relatados por la menor. Estima, igualmente, que lo que contó la hija pequeña "reúne consistencia" si se tiene en cuenta el contenido del informe pericial psicológico realizado.

Asimismo, la declaración de la madre denunciando haber sido golpeada estaba "dotada de credibilidad sin margen de error o contradicción alguna", señalaba el documento judicial. La mujer aportó un parte de lesiones que hacía referencia a hematomas en el abdomen, en el hombro derecho "y en multitud de partes del cuerpo". El magistrado afirmaba que hay indicios razonables "bastantes" para sostener la actuación agresiva, "continuada, prolongada y habitual en el tiempo" del procesado respecto de su pareja, y ello "merced a la dependencia alcohólica y carácter agresivo" de S. S. L. G. Relataba en el auto que, para acabar con tal sufrimiento, la mujer llegó a coger un cuchillo para clavárselo ella misma. El juez valoró igualmente el informe pericial psicológico efectuado tanto a la madre como a sus dos hijas menores de edad.