Un vecino de Graus intenta parar el derribo de una casa por tener "vestigios de la muralla"
La licencia de obra se concedió el 6 de junio. El Ayuntamiento pedirá a Patrimonio que aclare si el inmueble, en la calle Mayor, tiene algún tipo de catalogación o protección en el PGOU.
Graus fue declarado conjunto histórico-artístico en 1975. En 2002, el Gobierno de Aragón catalogó la villa como Conjunto de Interés Cultural. Basándose en esta protección un vecino de la localidad intenta frenar el derribo de la casa, situada en el número 7 de la calle Mayor, donde un promotor proyecta construir 8 apartamentos turísticos.
Según afirma, la fachada posterior del edificio conserva "el mejor vestigio de la primera muralla cristiana, construida tras la conquista de la población en 1083". Este vecino ha iniciado una campaña de recogida de firmas y ha solicitado información a Patrimonio sobre los grandes sillares integrados en la fachada trasera de la casa, en la calle Don Carlos.
La licencia de obras se concedió el 6 de junio y ya se han llevado a cabo trabajos para desmontar la cubierta, muy deteriorada. Este miércoles, el Ayuntamiento ha recibido una comunicación de Patrimonio indicando que el expediente se realizó sin el informe de la Comisión Provincial y que, podría ser que estos vestigios correspondieran a la muralla medieval.
Ante ello, el alcalde de Graus, José Antonio Lagüens, ha convocado también este miércoles una comisión extraordinaria de Urbanismo. "Queremos saber si se ha procedido bien, si el plan de ordenación urbana (PGOU) protege este inmueble y si es necesario que vengan a inspeccionar", ha apuntado. Lagüens pedirá a Patrimonio esta información para saber si procede una suspensión cautelar de la licencia, otorgada por su antecesora, Gema Betorz.
El inmueble, conocido como casa de Del Campo, presenta un muro de sillería hasta la segunda planta así como balcones muy antiguos, canetes del alero con la forma pecho de paloma tradicional de Graus y canaleras con trabajos de artesanía, precisa el vecino impulsor de la campaña. "Se trata de una de las fachadas del siglo XVI que se conserva muy cercana a la original", añade.
La casa fue durante años propiedad municipal y recientemente se vendió a un promotor. El vecino que lidera esta reivindicación señala que la situación de deterioro de este inmueble se denunció ya en 2013 y que hace 25 años que habla con alcaldes y alcaldesas acerca del "valor patrimonial" de esta construcción. En caso de no poder para el derribo, la recogida de firmas intenta, al menos, salvar la parte de la sillería.
