Pirineos Sur, más que un festival rodeado de montañas
El público que asiste a los conciertos puede pernoctar bajo las estrellas, acudir con su autocaravana o alojarse en alguno de los muchos hoteles del valle de Tena.
Pirineos Sur es mucho más que un festival. El escenario natural de Lanuza, con el pantano al fondo y espectaculares vistas a la imponente peña Foratata, lo convierten en un entorno idílico que aporta un valor añadido a la música. Es lugar de encuentro, de diversión y de fiesta, y todo al aire libre. La oferta para alojar a los espectadores va desde la zona de acampada, a un área de autocaravanas en Sallent de Gállego -completa este fin de semana-, pasando por los establecimientos hoteleros del valle de Tena, que se encuentran con buenas cifras de ocupación en este inicio del mes de julio, un 70%.
En la carretera de Sallent de Gállego a Lanuza está el área de acampada, utilizada sobre todo por jóvenes que llegan de diferentes partes de España y de otros países. "Teníamos muchas ganas de venir a Pirineos Sur, ya hemos acudido en otras ediciones y nos encanta. Es música, estamos en la naturaleza y tenemos todo lo necesario en Sallent de Gállego", asegura la madrileña Mar Costas. Ella y sus amigas optan por acampar. "Se está de maravilla. Después de la lluvia del viernes por la tarde viene buen tiempo, así que a disfrutar", dice.
Además de asistir a los conciertos del Festival Internacional de las Culturas, aprovechan para hacer alguna ruta por los alrededores. "Aquí hay muchas opciones. Será un fin de semana completo que llevamos planeando mucho tiempo", cuenta.
Juan Nacón y su pareja se estrenan en Pirineos Sur. Han llegado en autocaravana y la han aparcado en el área de Sallent de Gállego. "Nos habían hablado muy bien. No se han equivocado en nada, porque lo poco que hemos visto nos está encantando". Estarán solo este primer fin de semana de festival, "pero no descartamos volver, incluso en otras fechas, esto es impresionante y está todo muy bien organizado".
Las furgonetas camperizadas son otra opción para pasar la noche cerca del pantano de Lanuza. Prueba de ello son los muchos vehículos que se ven desde el viernes por la tarde, en el arranque del festival. "Venimos un par de noches y luego seguimos ruta por el Pirineo, porque nos gusta hacer senderismo, subir a algún pico y hacer actividades al aire libre", apunta Sergio Godé, procedente del País Vasco, para quien casi todos los veranos "una de las paradas obligadas es Pirineos Sur". Dependiendo de los artistas se organizan. Este año han acudido al estreno, con Bomba Estéreo y Muerdo.
En el segundo concierto, el del sábado, salió al escenario la estrella de la música latina Rubén Blades, y este domingo le toca el turno a La Pegatina, junto a Chef’Special y el Dj Lord Sassafras. Pero además, a las más de 30 actuaciones de la edición número 30, se suman las actividades del Mundo en Sallent, con 46 actos de entrada libre. El espacio del mercado, el más transitado del evento, tenía mucho ambiente desde este sábado por la mañana. Artesanos de todo el país llevan a las calles de la localidad una gran variedad de productos, y la zona de restauración permanece abierta de forma ininterrumpida desde las 11.00 hasta las 24.00, con una variada y multicultural oferta gastronómica.
Además, la música no solo suena en Lanuza, también en Sallent y Formigal habrá conciertos, un total de 15, con bandas y artistas traídos de todo el país, Europa y Latinoamérica, con ritmos de reggae, jazz, electrónica, blues del desierto, música balcánica o sonidos africanos.
