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Las navatas chesas vuelven a surcar el río Aragón-Subordán en un descenso rápido y limpio

Desde la Asociación de Navateros se han mostrado contentos por haber recuperado la tradición tras dos años de parón por la covid.

Las navatas de la Val d'Echo han vuelto a bajar por el río Aragón-Subordán este domingo por la mañana, recuperando la tradición de transportar la madera extraída de los bosques chesos. Ha sido una bajada rápida, de unos 20 minutos por cada navata, a pesar de que esta semana el río ha estado bastante escaso de agua. Esta tradición es Bien de Interés Cultural desde 2013 y en esta ocasión ha tenido un recuerdo especial para el joven David Climente, fallecido el año pasado.

Tras dos años de parón, el río Aragón-Subordán ha vuelto a acoger el espectáculo de las navatas, con un descenso rápido, limpio y sin incidentes y disfrutado por mucho público a lo largo de los 3 kilómetros de recorrido. En esta ocasión han participado 2 navatas de 3 trampos cada una, con siete navateros en cada embarcación. El descenso ha sido muy rápido "a pesar de que esta semana teníamos el río bastante escaso de agua, las temperaturas eran bajas y no ha deshelado mucho, pero ayer (por el sábado) hizo algo de calor y ha repuntado lo justo para poder bajar", explicaba Gema Fondevila, de la Asociación de Navateros de la Val d´Echo.

Y el recorrido, "el mismo de todos los años", desde la glera del Molino hasta el Puente Viejo, para completar el recorrido de 3 kilómetros, que ha comenzado a las 12.00, pero desde primera hora los navateros han ultimado los detalles para que todo estuviera a punto para el descenso.

Este año ha sido el décimo tercer descenso (sería la 15º edición si no hubiera sido por el Covid), desde que en 2008 la Asociación de Navateros de la Val d´Echo organizó el primer descenso, algo que se ha convertido en una fiesta y una cita imprescindible de los primeros días de mayo. Aunque las navatas se comienzan a preparar en febrero. Es entonces cuando se va a buscar la verga "que es lo que se utiliza para unir la madera", señala Fondevila. Se recoge y se deja a remojo para que no se reseque. Y en marzo, se retuerce para que adquieran sus propiedades, como si se tratara de una cuerda, o incluso mejor, para unir las maderas de las navatas. Esto se realiza los últimos fines de semana, antes del descenso.

Desde la Asociación de Navateros se han mostrado contentos, por poder haber recuperado la tradición tras dos años, por lo bien que ha transcurrido la jornada y porque todo se ha desarrollado sin incidentes. 

Descenso de navatas de Hecho.
Descenso de navatas de Hecho.
Chus Zamboraín
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