El diputado de Ciudadanos en la DPH pasó al grupo político facturas de la panadería de su familia

Un informe confidencial enviado en abril de 2021 al partido ya advertía de las irregularidades, así como de sus notables ausencias en su trabajo en la Diputación.

El diputado de Ciudadanos Cristian Royo en el pleno celebrado este jueves.
El diputado de Ciudadanos solo acude a los plenos, no va a las comisiones.
Javier Navarro

Un informe confidencial enviado desde Huesca a altos cargos autonómicos de Ciudadanos ya advirtió en abril de 2021 sobre el "mal uso" que hacía Cristian Royo del dinero asignado al grupo político de la Diputación de Huesca y sobre los continuos incumplimientos en el desempeño de sus funciones.

Royo, único representante de Cs en la institución y el único autorizado para realizar movimientos en la cuenta bancaria, que está en el punto de mira por sus continuas irregularidades contables, pasó al grupo facturas de la panadería de su familia en Villanueva de Sijena por importe de 1.380 euros, así como dietas de kilometraje en el momento más crítico del confinamiento en el año 2020 en el que no había desplazamientos.

Dispuso además de efectivo de la cuenta del grupo sin justificación por 620 euros solo en el mes de marzo de 2021. Y utilizaba los fondos para echar gasolina cuando acudía a su puesto de trabajo diario en la Diputación, algo que no podía hacer porque ya se le pagaban dietas.

Estas irregularidades, que trascendieron cuando el órgano de Intervención de la Diputación le reclamó por la ausencia de justificación de los gastos, figuran en un informe confidencial enviado por Paula Martínez-Guisasola, auxiliar administrativa en el grupo de Cs y secretaria de organización provincial, que el pasado miércoles dimitió de este cargo en protesta por lo que considera una inacción del partido en este caso. El documento, del 9 de abril de 2021, fue remitido a Ramiro Domínguez, entonces secretario de Organización autonómico, y a Carlos Ortas, secretario de Acción Institucional.

No obstante, el partido ya tenía conocimiento. Un mes antes, conociendo las polémicas facturas de la panadería, los órganos autonómicos pidieron explicaciones al diputado y le exigieron el reintegro del dinero. El día 16 de marzo del 2021 hizo una transferencia a la cuenta del grupo de Ciudadanos con el importe de los 1.380, según fuentes del Cs.

A partir de entonces se le advirtió de que se le iba a fiscalizar y auditar sus cuentas, pero no se le abrió expediente hasta marzo del 2022, a raíz de unos gastos sin justificar por 1.200 euros en cinco operaciones distintas correspondientes a enero. De momento está suspendido de militancia por una falta "muy grave".

Además, la Diputación le reclama 28.28.993 euros que no pudo justificar del montante de 90.500 asignado al grupo para gastos de mantenimiento en 2021. Y en un juzgado de Lérida existe un proceso abierto por una denuncia contra él por una agresión sexual.

Martinez-Guisasola alertó a los cargos orgánicos de las irregularidades, de las que tenía conocimiento como trabajadora del grupo, porque podían "dañar gravemente la imagen de nuestro partido", contravenir el Código Ético e incluso tener "consecuencias jurídico-penales", dice en el informe, donde menciona, además del intento de girar al grupo facturas del negocio familiar, las "esporádicas salidas de efectivo" de la cuenta en 2020. Se le advirtió de que no podía hacerlo y se comprometió a no repetirlo. Pese a ello, en marzo de 2021, se constataron otras tres por 300, 120 y 200 euros.

Continuas ausencias

Las quejas sobre Royo al partido no acaban en los problemas contables. El informe relaciona con fechas concretas "diferentes y continuos episodios de ausencias sin justificar en el desempeño de sus funciones como diputado provincial". Esta situación persiste. Sus ausencias son conocidas por todos en la Diputación de Huesca, donde hace tiempo que no acude a ninguna comisión y se limita a asistir a los plenos una vez al mes, pese a tener dedicación exclusiva, por la que cobra un salario anual de 42.493 euros.

El informe de la hasta hace dos días secretaria provincial de Organización concluía que las pruebas y los datos de los que dispone indicarían "un mal uso de los recursos que la Diputación pone a disposición del grupo institucional y la falta de diligencia mínima exigible en el desempeño de sus funciones". La situación, apostillaba, "puede trascender y afectar a la imagen de nuestro partido y sus integrantes", por ello pedía que el partido tomara en consideración estos hechos y las posibles consecuencias disciplinarias y jurídicas.

Empanadicos para los concejales

Cuando el partido pidió explicaciones a Cristian Royo por las facturas de la panadería familiar, él lo justificó en atenciones protocolarias, como llevar empanadicos cuando visitaba a los concejales en los pueblos, aseguran fuentes oficiales del partido. "No cuestionamos tanto el gasto como que el proveedor fuera su propio negocio", precisan. En todo caso, los responsables autonómicos aseguraron este viernes que llevan tiempo vigilándolo de cerca. 

Además de obligarle a reponer el dinero, le advirtieron de que fiscalizarían los gastos, y se le hizo una auditoría. También le amonestaron por sacar efectivo de la cuenta, algo que Royo disculpó porque en algunos lugares no se puede pagar con tarjeta. Como no hacía caso y dadas las sospechas sobre su gestión, se le requirió sin éxito para que diera explicaciones repetidamente. En marzo pasado, al descubrir nuevos gastos sin justificar, se le abrió expediente. Según Ciudadanos se resolverá en unos días. 

Todo apunta a que será expulsado. Si se niega a dimitir, pasará a ser diputado no adscrito, con lo que perderá su sueldo y la asignación al grupo, que se disolvería. "Le requeriremos el acta, pero no será el primero ni en el segundo al que expulsamos y ninguno la ha devuelto", indicaron las mismas fuentes. 

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