El valle del Aragón perfila la unión Candanchú-Astún para que esté operativa antes del 2024
Las empresas barajan varias opciones de trazado para conectar los dos centros invernales a través de un telesilla o una telecabina de unos 3 kilómetros.
El valle del Aragón respiró aliviado el 20 de septiembre cuando se confirmó el acuerdo con la DGA que garantizaba la apertura de Candanchú. En los meses previos, la incertidumbre era total y empresarios, trabajadores e instituciones se movilizaron para conseguir la continuidad de la estación de esquí decana del país. Hoy, el panorama es muy distinto. La temporada de nieve va bien y en el horizonte están el proyecto de la unión Candanchú-Astún, más cerca que nunca de ser una realidad por la garantía de la financiación europea, y la candidatura de los Juegos de Invierno del 2030. La división política es un obstáculo, pero en el aspecto técnico avanza, como demuestra la reciente visita de una delegación del Comité Olímpico Internacional.
La Mancomunidad del Valle del Aragón (Aísa, Borau, Canfranc, Castiello, Jaca y Villanúa), promotora de la actuación, ya perfila con las dos estaciones cómo será la conexión. "El proyecto está lanzado y ahora trabajamos en la concreción del trazado", asegura su presidente, el alcalde de Castiello, Álvaro Salesa. La próxima semana se celebrará una reunión de alcaldes, pero deja claro que es fundamental la parte técnica, el asesoramiento de las empresas.
Para concurrir a los fondos europeos de recuperación se presentó un estudio realizado hace 11 años por la consultora canadiense Ecosing, que planteaba una telesilla desde Canfranc Estación valorada en 25 millones de euros. Las expectativas se han rebajado y ahora se dispone de 8 millones para que el dominio 100K Candanchú-Astún sea, además de una unión comercial, una realidad física, e incluso vaya más allá de pasar de la actual conexión por autobús a un transporte a través de un remonte.
Un calendario de 3 años
Según la Mancomunidad, hay un plazo de tres años para ejecutar el proyecto, entre 2022 y 2024. El calendario arrancará con la licitación en los próximos meses de la redacción, una vez definido el trazado, que tendrá unos 3 km, dependiendo del itinerario. Luego vendrán los permisos ambientales y de distintas administraciones, "incluido el Ministerio de Transportes, al pasar por encima de la carretera", precisa Salesa; y posteriormente el concurso de las obras, que calcula que podría lanzarse en 2023, pues hay que tenerlas ejecutadas en 2024.
En todo caso, la instalación de estas infraestructuras es relativamente rápida. La telesilla de Castanesa (1,3 km) se colocó en cuatro meses. Eso sí, solo se podrá trabajar con buen tiempo, entre una temporada invernal y otra.
La tramitación se recortará a la mitad gracias a la declaración de la unión de estaciones como Plan de Interés General de Aragón (PIGA), que también ampara la segunda fase, la conexión entre Astún y Formigal. El promotor de esta es la Diputación de Huesca. La presentará a la convocatoria de ayudas de los fondos europeos que salga este año. De entrada la valoración de este proyecto ronda los 40 millones de euros.
Sobre el trazado entre los centros de esquí del valle del Aragón, Salesa asegura que "no hay nada cerrado". "Saldría de la base de Candanchú, pero la llegada no está definida, si será a la zona de Pastores, en la cota media de Astún, o en la Raca, en la parte alta». Aquí entran cuestiones técnicas y comerciales. "También dependerá de si se quiere ganar una zona esquiable o del posible uso en verano, para abrirla a rutas de senderismo y de BTT". Sin renunciar a un plan más ambicioso que permita aumentar el dominio esquiable para ser más competitivos, aunque esto requeriría financiación adicional.
Las dos empresas de la nieve están manteniendo reuniones técnicas con proveedores de Suiza, Austria o Alemania, previas a la redacción del pliego de licitación. "De momento es un enfoque muy técnico para valorar el trazado más viable", señala Álvaro Luna, director general de Candanchú, quien asegura que sobre la mesa hay distintas opciones. "Cada una conlleva un coste inicial, y hay que tener en cuenta si se necesitan obras adicionales para que no se dispare el presupuesto", precisa. Aún está por determinar si sería un telesilla o una telecabina. "Todo está sujeto al coste y la operatividad".
"Un futuro espectacular"
La unión comercial a través del dominio 100 K es la base de la conexión. "Hoy en día cualquier desarrollo para unificar dominios abre la posibilidad a nuevos espacios de mercado. Esto ha permitido que esté siendo una temporada muy buena»" asegura el directivo de Candanchú. La meteorología acompañó, con nieve suficiente para abrir en el puente de la Constitución. Incluso enero, un mes tradicionalmente más flojo, está atrayendo a numerosos esquiadores.
"Este valle, con el horizonte de la unión de estaciones, con la finalización de las autovías y la perspectiva olímpica tiene un futuro espectacular", afirma el alcalde de Villanúa, Luis Terrén, presidente de la Asociación Turística del Valle del Aragón. "La temporada está siendo buena. Sin Candanchú, hubiese sido la mitad de buena", afirma, porque la capacidad de atracción de esquiadores se hubiera reducido. "Que estén las dos y unidas con el 100 K es un buen reclamo. En un par de años será una unión física", pronostica.
Luis Terrén aventura que el 2022 es el año de iniciar la tramitaciones y de redactar el proyecto, para a mitad del 2023 empezar. El estudio de la canadiense Ecosing era un estudio general, dice, "ahora hay que ir al detalle y luchar por acortar los planes, porque los destinos de nieve no se duermen".
Otro de los alcaldes del valle, el de Canfranc, Fernando Sánchez, también es optimista de cara al futuro y cree que el panorama ha cambiado en unos meses de forma espectacular. "Hemos pasado de pensar en que podía cerrar una de las estaciones de esquí del valle a que estén abiertas las dos. Tenemos la oportunidad de unirlas con fondos europeos y se está plantando una candidatura olímpica", concluye.
