El cuartel Sancho Ramírez de Huesca tiene casi 500 militares y negocia comprar más suelo

El ministerio de Defensa quiere adquirir la parcela libre al sur del acuartelamiento de Huesca donde está el cuartel general de la División Castillejos para que el recinto llegue al límite con el paseo Ramón y Cajal.  

El cuartel general de la División Castillejos se trasladado desde Madrid al acuartelamiento Sancho Ramírez de Huesca hace casi año y medio. Desde entonces, ha sido continúa la llegada de los distintas unidades y batallones y en estos momentos son cerca de 500 militares los que trabajan en las instalaciones de la capital oscense. Para enero de 2022 está previsto el desembarco de la plana mayor del regimiento de Transmisiones, formado por otras 40 personas.

Mientras las plantillas se van completando, continúan las obras en el recinto, donde se han invertido más de 15 millones de euros desde su reapertura, a principios de 2018 y después de un año de cierre, que supuso la marcha de 250 militares. Además, Defensa negocia la compra de más suelo para ampliar el cuartel por la parte sur. Se trata de la franja de terreno que hay entre el seto y el paseo Ramón y Cajal.

El teniente coronel Javier Moreno Amatriain, jefe de la USAC (Unidad de Servicios) Sancho Ramírez, explica que la adquisición de esta parcela permitirá plantear la apertura de la piscina. "Habría que pedir un presupuesto específico, ya que hay mucha masa forestal que eliminar, adecuar el vaso, los vestuarios, el bar, la zona de la depuradora...», indicó. "Si lo llevamos a buen término y lo podemos tener listo para el verano de 2022, la idea es abrirla al resto de fuerzas y cuerpos de seguridad del estado", ha dicho.

Guardería

Sí está ya funcionando la guardería, donde hay 10 niños y niñas, con previsión de que en enero o febrero vengan otros dos. Son hijos del personal destinado en el acuartelamiento. El centro, de nueva construcción, costó 1,4 millones de euros y dispone de 40 plazas. Da servicio, además, a militares que no tienen su puesto de trabajo en la División Castillejos.

Asimismo, este 1 de noviembre se cumple un mes de la puesta en marcha de la cocina del cuartel. Son los propios militares los que se encargan de hacer los pedidos de los suministros y de elaborar y distribuir la comida para el personal alojado en el Sancho Ramírez.

Otros servicios, como la cafetería, la limpieza de oficinas y zonas comunes, la lavandería o la peluquería están adjudicados a empresas locales. El jefe de la USAC comenta que se estudia contratar a un fisioterapeuta para que atienda en el cuartel dos mañanas a la semana, con petición de cita previa. "Por las tardes, fuera del horario laboral, también se imparten clases de inglés y francés con profesorado civil", añade José Javier Moreno.

La vivienda

De los casi 500 militares destinados en el cuartel general de la División Castillejos, 150 están viviendo en el acuartelamiento Sancho Ramírez, además de entre 15 y 20 mandos y otros soldados que están en la residencia. Debido a la pandemia, la ocupación de los dormitorios (también renovados) están al 65%. Si los alojamientos estuvieran abiertos al cien por cien, la cifra se incrementaría, ha apuntado el teniente coronel. Además, explica que ya que el Ejército de Tierra no está completando ahora las plantillas con una cobertura superior al 80 por ciento.

Quienes no viven en el cuartel o la residencia, que tiene muy pocas plazas, están en pisos alquilados o en sus casas. Hay militares que ya tenían su domicilio en Huesca y otros que van y vienen a sus localidades, sobre todo los de ZaragozaJaca y Sabiñánigo.

El jefe de la USAC explica que también se han ofrecido al personal las 12 viviendas militares de los tres edificios ubicados en la calle División 52, igualmente rehabilitadas. "En principio, tuvieron una aceptación mediana, pero la gente va viniendo, y las solicitan, sobre todo los que tienen pensado quedarse en Huesca", destaca Javier Moreno.

Reconoce que hasta ahora no son muchas las familias con hijos en edad escolar que se han trasladado a la capital oscense, pero "cuando vayamos cogiendo mano, la gente se vaya asentando y vea que Huesca es una ciudad bien comunicada, sin problemas de inseguridad, cómoda para vivir, sin atascos ni tiempo de traslados…, se irá animando e instalando". "La mayoría llegan expectantes, pero tanto para los jóvenes como para los más veteranos tiene muchas posibilidades", añade el jefe de la USAC.   

El 15 de septiembre, el rey Felipe VI visitó el cuartel general de la División Castillejos para supervisar el Ejercicio Toro 21, el más importante que desarrolla anualmente el Ejército de Tierra. "Fue un espaldarazo, una confirmación de que la unidad está aquí a pleno rendimiento y con capacidad táctica completa para poder conducir operaciones a nivel división", comenta el teniente coronel que está al frente de la Unidad de Servicios.

 

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