Avanza la construcción de las balsas de regulación de la Acequia de Ontiñena

Estos trabajos permitirán incrementar de forma notable la actual superficie regable, al pasar de 3.000 a 8.000 hectáreas.

Imágenes de la visita del consejero aragonés Joaquín Olona
Imágenes de la visita del consejero aragonés Joaquín Olona
Heraldo

Los casi 600 agricultores de la comunidad de regantes de la Acequia de Ontiñena, que forma parte de Monegros II, están cada vez más cerca de completar la transformación y modernización de sus tierras, gracias al avance de las obras de construcción de las dos balsas de regulación pendientes, La Portellada y San Gregorio II. La primera, de mayores dimensiones, entrará en funcionamiento en la primavera de 2022 y la segunda, a finales de ese mismo año o principios de 2023.

El consejero aragonés de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, Joaquín Olona, se ha desplazado este martes hasta la zona, con el fin de conocer de primera mano el desarrollo de estos trabajos, que permitirán incrementar de forma notable la actual superficie regable al pasar de 3.000 a 8.000 hectáreas. La transformación prevista aumentará la rentabilidad de los propietarios de estas fincas ubicadas en los municipios de Ontiñena, Ballobar y Fraga.

Precisamente, su implicación, junto al impulso del Gobierno de Aragón, ha sido clave para desbloquear este proyecto que llevaba ocho años en punto muerto. Por su declaración de interés general, las dos balsas debían ser ejecutadas por el Ministerio de Agricultura, que, aludiendo a la falta de presupuesto, iba retrasando la inversión. En 2018, aplicando un cambio de legislación, las dos infraestructuras fueron declaradas de interés comunitario, lo que dejó vía libre a los agricultores para coger las riendas del proyecto y promover su ejecución, animados y apoyados por el departamento aragonés de Agricultura.

Las dos balsas suponen una inversión de más de 13 millones de euros, de los que el 60% es aportado por los agricultores y el 40% por el Gobierno de Aragón, en virtud del acuerdo que firmaron en 2018 y que permitió desbloquear el proyecto.

Durante su visita, Olona ha elogiado el "carácter pionero" de la comunidad de regantes de la Acequia de Ontiñena, al suponer "un ejemplo para otras y entender a la perfección la importancia de implicarse ellas mismas desde el primer momento en la financiación y ejecución de las obras pendientes de transformación tras décadas de retrasos, ya que sin regadío no hay futuro en gran parte de nuestro medio rural". La misma fórmula ha permitido también desbloquear otras infraestructuras de la zona de Monegros II, como el Sifón de Cardiel, una de las más importantes.

Desde la legislatura pasada, Olona ha recordado que su departamento ha destinado 134 millones de euros para la creación y puesta en marcha de 16 proyectos de regadío, lo que supone un total de 29.259 hectáreas. Todos ellos con una importante implicación de las comunidades de regantes, que han completado una inversión conjunta de 264 millones. A esta línea, habría que sumar la de modernización de regadío, con tres convocatorias de subvenciones desde 2016 por un importe de 78 millones.

En el caso de la comunidad de regantes de la Acequia de Ontiñena, la superficie beneficiada por estas obras es de 8.200 hectáreas, de las que 6.800 tienen instalado el hidrante en parcela desde el año 2011. Del total, ahora mismo se riegan ya unas 3.000 hectáreas a partir del embalse de cola de San Gregrorio I, si bien de forma muy deficiente dada la falta de regulación, problema que se solventará ahora con la construcción de San Gregorio II. El resto de superficie, todavía en secano, podrá regarse desde la balsa de La Portellada, que será la de mayor tamaño.

En concreto, ubicada en Ballobar, esta última tendrá una capacidad de 0,5 hectómetros cúbicos y su sistema de llenado será por gravedad desde la propia acequia. De cumplirse lo previsto, entrará en funcionamiento en la primavera de 2022 y permitirá regar 5.000 hectáreas de los sectores VI, VII, XVIII y XIX de los términos municipales de Ballobar y Fraga.

Por su parte, la balsa de San Gregorio II, que está situada en el término municipal de Ontiñena, tendrá una capacidad de 0,3 hectómetros cúbicos y podría estar lista entre finales de 2022 y principios de 2023. La infraestructura aportará la regulación necesaria para que las cerca de 3.000 hectáreas que ya se están regando con mucha dificultad puedan hacerlo con normalidad, permitiendo asegurar la rentabilidad de las importantes inversiones que se están llevando a cabo en la zona, donde se ultiman nuevas plantaciones frutales, incluyendo algunas muy innovadoras dedicadas a kiwis o granados.

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