Típica comida casera desde el corazón del valle de Tena a cualquier punto de España

Migas aragonesas, alubias rojas guisadas, paletilla asada de cordero de Aragón con patatas a lo pobre, cazuela de callos de ternera con salsa de tomate, centro de bacalao en salsa vizcaína, cuajada de oveja con miel, natillas artesanas con vainilla... El Asador-Sidrería Sarao, en Escarrilla, situado en el corazón del valle de Tena, ha decidido "tirarse a la piscina" con un servicio de comida a domicilio para toda España con el que buscar nuevos ingresos para capear la difícil situación que atraviesa la hostelería y especialmente en el Pirineo por la falta de turistas.

"Con tanto cierre perimetral, no llegamos a cubrir gastos. Ya teníamos la opción de comida para llevar en el valle de Tena y estábamos viendo que funcionaba porque el 20 o 25% de facturación la sacábamos con este servicio. Y como muchos clientes de otros sitios nos decían en las redes sociales que les mandáramos unas alubias o un chuletón, al final nos hemos liado la manta a la cabeza", explica Angel Lamenca, propietario del restaurante que, junto con su mujer, ha grabado un vídeo explicando esta nueva oferta que se ha hecho viral en todo el valle.

Así, han creado una página web muy sencilla (http://www.saraofoodhome.com/) que permite hacer pedidos entre un menú de 15 primeros, 15 segundos y 8 postres, "todos ellos caseros y sin conservantes", remarca. Además, tienen una carta con platos especiales gourmet, pizzas y bocadillos y tienen un apartado específico de 'tienda' con carnes de vaca madura (chuletón de 500/650 gr y de 1 kg, entrecot de 300 gr y solomillo de 200/220) que entregan con una parrilla de carbón y guarnición de la huerta, así como vinos, embutidos y quesos.

El asador garantiza la entrega de cualquier plato envasado al vacío a cualquier punto de España en 24 horas (zona norte) y 48 horas (sur). También se puede seguir recogiendo en el restaurante. De momento han hecho pruebas mandando pedidos a Zaragoza o San Sebastián "y ha llegado todo perfecto", asegura Lamenca, quien agradece las numerosas felicitaciones que le han llegado por la iniciativa "porque te da ánimos, que es lo importante".

Desde que confinaron tanto las provincias como la comunidad autónoma a finales del pasado mes de octubre, "ha sido un desastre y de hecho hemos llegado a cerrar algunas semanas, lo que nunca nos había pasado", afirma. Los fines de semana han permanecido abiertos para dar servicio a los clientes de la zona pero sin ser rentables "porque dábamos 10 o 15 comidas". Por suerte, desde que se permite la movilidad provincial han aumentado los clientes y los fines de semana ya dan entre 60 o 70 comidas "porque estamos restringidos aún al 30% en interior y fuera aún no se puede comer". No obstante, entre semana están "muy flojos" y por ello confía en que este servicio de comida a domicilio les permita facturar al menos un 20 o 25% más.

De momento ha recuperado ya a una trabajadora del ERTE y tiene previsto sacar a otra a partir del 1 de abril para la Semana Santa. Aun así, la plantilla seguirá muy por debajo de la habitual para estas fechas ya que otros años en estas vacaciones llegarían a los ocho empleados.

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