El tráfico por el puerto de Monrepós (A-23), principal acceso al Pirineo aragonés, sigue siendo uno de los mejores termómetros para medir las consecuencias de las restricciones de movilidad impuestas por la covid. La prueba es que desde que se levantaron los confinamientos provinciales, el número de vehículos que pasan por él se ha duplicado acercándose a las cifras que tenía antes de la pandemia. 

Según los datos facilitados por la jefa provincial de Tráfico, Margarita Padial, el último fin de semana en el que todavía estaba prohibido moverse entre las provincias aragonesas salvo por determinadas excepciones, del 5 al 7 de marzo, Monrepós sumó 13.926 vehículos entre ambos sentidos: 5.678 el viernes, 3.520 el sábado y 4.728 el domingo. 

El primer fin de semana que se levantaron estas restricciones de movilidad, del 12 al 14 de marzo, la circulación se disparó hasta los 28.588 vehículos: 9.292 el viernes, 9.383 el sábado y 9.913 el domingo. Y es que muchos visitantes, especialmente zaragozanos, aprovecharon la relajación de las medidas para regresar a sus segundas residencias o simplemente para pasar el día en el Pirineo. Pese a ello, no hubo retenciones sino que el tráfico fue fluido.

La tendencia se ha mantenido este pasado fin de semana, del 19 al 21 de marzo, ya que el puerto registró el paso de un total de 26.647 vehículos: 8.691 el viernes, 7.815 el sábado y 10.141 el domingo. 

Monrepós fue testigo el año pasado de las consecuencias que tuvo el confinamiento decretado a partir del 14 de marzo con el estado de alarma. Y es que el fin de semana siguiente apenas pasaron 3.253 vehículos con un récord histórico negativo de solo 510 el domingo 22 de marzo, un 96% que dos semanas antes (12.581), cuando no habían explotado aún la crisis sanitaria. Del 6 al 8 de marzo de 2020, se registraron 29.001 vehículos.

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