El hospital de Huesca vuelve a derivar pacientes a Zaragoza al saturarse la uci

En el último mes, Sanidad ha trasladado a casi 20 personas ingresadas en Cuidados Intensivos porque no cabían en San Jorge y Barbastro. Sindicatos médicos cuestionan esta opción en lugar de ampliar las camas. 

Una enfermera de la UCI sostiene la tablet mientras el paciente habla con sus familiares.
Una enfermera de la UCI de San Jorge sostiene la tablet mientras el paciente habla con sus familiares.
M. P.

La curva de contagios se aplana pero la mejoría en las cifras de positivos no ha llegado aún a los hospitales. El San Jorge de Huesca ha tenido que recurrir de nuevo a los traslados ante la saturación de la Unidad de Cuidados Intensivos. El pasado jueves fue necesario ingresar en uci al paciente número 12 cuando solo hay 11 camas, que estaban todas ocupadas. Ante esta situación, Sanidad optó por la misma fórmula aplicada en otras ocasiones, el traslado a centros hospitalarios de Zaragoza, también  sometidos a una fuerte presión asistencial, en lugar de ampliar plazas como prevé el plan de contingencia.  

La consejería de Sanidad ha reiterado el mensaje con el que justificó en otras ocasiones los desplazamientos de pacientes críticos entre ambas ciudades: "Entendemos Aragón como una uci única con el objetivo de hacer un uso adecuado de los recursos sanitarios públicos". Según los datos oficiales, desde finales de octubre se ha trasladado a 11 pacientes de Barbastro y a 8 de Huesca a la capital aragonesa. Pero antes de esta fecha ya se habían derivado enfermos.

En la mañana de este viernes, la uci de San Jorge seguía con todas sus camas ocupadas, 11 de 11, más dos enfermos en el área no covid, con cinco plazas. El jueves se dio esta misma situación, por lo que ante el agravamiento de una ingresada en planta que no disponía de espacio en Intensivos, hubo que trasladarla.  

Los sindicatos médicos cuestionan la opción de los traslados, en lugar de aplicar el plan de contingencia. Manuel Muñoz, vicesecretario general de CEMS en Aragón y médico de Urgencias en el Universitario de San Jorge, dice desconocer las razones del departamento para no abrir más camas en los hospitales periféricos. Entiende el criterio de Aragón como una única uci, pero se pregunta "qué pasará cuando se llenen las de Zaragoza". Como médico apunta a la carencia de recursos humanos y destaca el riesgo que conllevan los traslados y las dificultades añadidas para los familiares. 

"Aunque sean 70 kilómetros, un traslado implica ciertos riesgos que no sé quién asume. Cuando se lleva a un paciente covid de una planta a la uci es porque está con un compromiso respiratorio importante. Si hay que trasladarlo, se le intuba para dar soporte con ventilación mecánica. Entra en juego la gravedad de ese transporte y el papel del compañero que se tiene que hacer responsable del viaje porque en cualquier momento la situación se puede complicar", declara Muñoz. 

A su juicio, el problema puede estar, por un lado, en la falta de recursos humanos y, por otro, en que no se quiere comprometer el espacio del bloque quirúrgico, donde se haría la ampliación, y con ello la actividad ordinaria del centro. El representante sindical reprochó a la administración que haya dado publicidad a la posibilidad de contar con más ucis, una alternativa que luego no pone en práctica.        

Pacientes más jóvenes 

Los pacientes están teniendo el mismo tipo de complicaciones que en la primera ola, pero ahora llegan antes al hospital porque se conocen los efectos de la infección, según este profesional sanitario. La diferencia en cuanto al perfil de los enfermos es su edad. "Estamos viendo un porcentaje nada despreciable por debajo de los 50 años, la mayoría con obesidad o sobrepeso, con algunos casos muy graves. Hay otro bloque más numeroso entre los 50 y los 70, con hipertensión y diabetes como factores de riesgo. Y un pequeño porcentaje, más reducido que en la primera oleada, por encima de los 70 años". A su juicio, porque la población de más edad, la que más padeció la primera ola, es la que más se ha concienciado, con la salvedad de las afecciones en las residencias cuando entra el virus.

Según la opinión del Muñoz, pese al aplanamiento de la curva de contagios, la presión hospitalaria no ha cedido. Sí han bajado los ingresos, en correspondencia al menor número de positivos, y de hecho en San Jorge ya se ha liberado media ala de una de las plantas reservadas para covid, "pero los ingresados en planta y en uci van a marcar el pico de mortalidad que vamos a sufrir y que va a continuar hasta finales de mes y principios de diciembre".    

      

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