El tráfico por Monrepós cayó un 70% en el puente de Todos los Santos respecto a 2019

El puerto de Monrepós (A-23) suele ser uno de los mejores termómetros del cumplimiento de las restricciones de movilidad que se han ido imponiendo desde que estalló la pandemia de la covid-19. Y lo volvió a ser el pasado puente de Todos los Santos, cuando regían los confinamientos perimetrales de Aragón y de las tres capitales, ya que el tráfico cayó un 70% con respecto al mismo fin de semana festivo del año pasado.

Según los datos facilitados por la Jefatura Provincial de Tráfico, entre el sábado 31 de octubre y el domingo 1 de noviembre, el tramo de Monrepós de la A-23 sumó 7.131 vehículos, un 70,8% menos que el mismo sábado y domingo del puente de Todos los Santos del año pasado, cuando se registraron 24.432. El volumen de circulación también se redujo un 17% respecto al fin de semana anterior, cuando solo estaban en vigor los cierres perimetrales de las ciudades de Huesca, Zaragoza y Teruel y pasaron 8.593.

Este desplome se vio reflejado también en la N-240 y la A-22 de Huesca a Barbastro en cifras muy similares. De hecho, entre el sábado y el domingo se contabilizó el paso de 5.840 vehículos, un 72,5% menos en comparación con los mismos días de 2019, cuando se llegó a 21.238. La disminución respecto al fin de semana anterior fue incluso mayor que en la A-23 ya que en ese caso, circularon 7.905 vehículos, un 26% menos. 

El sector turístico del Pirineo ya esperaba una escasa ocupación por los confinamientos perimetrales en muchas Comunidades Autónomas, que habían provocado una caída en picado de las reservas y por ello, la inmensa mayoría de los negocios decidieron cerrar sus puertas. Algo que contrastó con las buenas cifras que dejó el anterior puente del Pilar.