coronavirus en aragón

Cumplir el decreto con una parte del pueblo en Huesca y la otra en Lérida

Los habitantes de Puente de Montañana asumen con normalidad que unas casas estén en Aragón y otras en Cataluña y confían en que no habrá problemas de movilidad.

Vecinos de Puente de Montañana junto a la muga del límite provincial en una imagen de archivo.
Vecinos de Puente de Montañana junto a la muga del límite provincial en una imagen de archivo.
Rafael Gobantes

El plan de desconfinamiento del Gobierno de España impide viajar entre provincia, prohibición que deben sortear los habitantes de algunos pueblos con un casco urbano dividido por la línea invisible de la administración. Ocurre en Puente de Montaña, donde los vecinos tendrían que dejar de caminar al llegar al punto medio de una de sus calles para no incumplir el decreto que recoge las medidas para abandonar de forma progresiva el encierro por el coronavirus.

Este municipio de la comarca de Ribagorza reparte su término entre Huesca y Lérida, provincias que pertenecen a diferentes comunidades autónomas, Aragón y Cataluña. La frontera dibujada en los mapas es algo que los vecinos de Puente de Montaña "tienen interiorizado con total normalidad, después de tantos años", comenta el alcalde, José Peris. Según dice, no se han planteado que pasar de una zona a otra pudiera ocasionar problemas, "pero igual tendríamos que hacerlo".

En este municipio viven ahora 70 personas. Peris contesta sin dudarlo porque ese es el número de mascarilllas que ha repartido, aunque censadas hay 93. Acerca de la singularidad del municipio, señala que son pocas las familias que residen en el lado ‘catalán del pueblo’, donde hay solo tres o cuatro casas habitadas. "En la zona del casco urbano que está en Lérida hay muchas eras, precisamente, la última calle la que va paralela al río, se llama Camino de las Eras", señala.

Coincide, además, que la delimitación entre las dos comunidades autónomas no discurre de forma paralela a una vía sino que es perpendicular. Hacia la mitad de la calle Tremp está la muga que marca donde empieza Huesca termina Lérida. O al revés, según se mire. El azar ha querido también que la línea de puntos negros atraviese alguna casa, como Cal Potecari. Este edificio es propiedad del Ayuntamiento, que no tiene disponibilidad económica para reformarlo y darle un uso social, como era la intención.

En todo caso, a los vecinos de Puente de Montañana más que poder salir les preocupa que sus familias no puedan entrar. "Somos todos mayores y lo que nos inquieta es que nuestros hijos no puedan venir a vernos, después de tanto tiempo", comenta Peris. Desde la Delegación del Gobierno de España en Aragón indican que están pendientes de esta situación y otras parecidas, pero hasta que no se publiquen las órdenes correspondientes no se puede aventurar nada y "sigue vigente el confinamiento".

No obstante, la alcaldesa de Mequinenza, Magda Godia, ya se ha dirigido a la Subdelegación del Gobierno en Huesca para que consideren la situación particular de este municipio de Zaragoza y de otras zonas en relación a la cercanía con Cataluña.

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