8-m. 'ser mujer en el medio rural'

Andrea Lozano, maestra en Aineto: "Para mí mis hijos son mis alumnos y la escuela rural lo es todo"

Zaragozana, de 35 años, ha emigrado de la ciudad al campo para ocupar una plaza voluntaria de interina en la escuela rural de un valle recuperado. 

Andrae Lozano es 'Techaer in Aineto', una cuenta que utiliza para visibilizar la escuela rural.
Andrae Lozano es 'Techaer in Aineto', una cuenta que utiliza para visibilizar la escuela rural.
Laura Zamboraín

La zaragozana Andrea Lozano visitó por primera vez Aineto hace dos años, en un viaje con amigos. Tenía interés por la repoblación y le interesaba conocer la historia de ocupación y rehabilitación de este y otros pueblos de la zona, como Solanilla y Artosilla.

"Recuerdo que ese día les dije a mis amigos: 'Me encantaría trabajar en ese puesto' (el de maestra), y dos años después me ha tocado y estoy muy contenta", cuenta con una sonrisa, mientras se calza sus botas y el abrigo para bailar un palotiau en la nieve con sus 9 alumnos. 

"Venir a Aineto ha sido revelador. Tengo el 'estresómetro' a cero -bromea-. Ese estrés que tenía en Zaragoza de gestionar un aula con tantísimos alumnos... aquí no he encontrado esa dureza. Allí tenía momentos que me venía abajo de pensar que no podía controlar una clase y este año he notado para bien la diferencia", confiesa.

Andrea Lozano, en el patio del colegio, completamente nevado este martes.
Andrea Lozano, en el patio del colegio, completamente nevado este martes.
HA

Aunque Andrea y su pareja nunca se han puesto límites geográficos ni fronteras, confiesa que el medio rural siempre le había atraido mucho a la hora de trabajar. Su experiencia en la escuela de Aineto, que comenzó en septiembre con una plaza voluntaria de interina, solo le ha servido para reafirmarse en su idea de ser maestra. 

Da clase de inglés a 9 alumnos de diferentes edades; hay 6 niñas y 3 niños e imparte tres sesiones a la semana con todos ellos: desde el grupo de sexto de Primaria hasta Infantil. "Aprender a gestionar un aula de inglés con tantos niveles es otro de los retos que se me han planteado en una escuela unitaria. Tienes que planear muy bien qué actividades implican a cada grupo, cuál divides y hasta donde se llegue... El problema es que en la carrera no te enseñan -o al menos en mis tiempos- a manejar aulas unitarias, y es una de las quejas que yo tengo. La escuela rural es una realidad que nos va a tocar a todos alguna vez en la vida y, sin embargo, no se le dedica ni un cuatrimestre ni tan siquiera una asignatura", lamenta. 

"Soy de las maestras que opinan que la igualdad no se trabaja una hora a la semana; se trabaja todos los días y a todas horas"

En su campo, Magisterio, siempre han sido más mujeres. Desde que estudiaba la carrera hasta su incorporación como profesional en los colegios. Ahora, en la escuela unitaria de Aineto, dice que también son mayoría ellas. "Francés, aragonés, música e inglés, además de la directora, somos todo mujeres. La escuela de Aineto viene de una escuela libre y cuando se cambió a escuela pública se intentó mantener que siguiera una línea de innovación educativa, y en ello estamos", explica. Ahora ella vive la mitad de la semana en Aineto, alojada en un espacio que le ha cedido en su casa la que fuera maestra de esta escuela libre que se abrió en los años 80. "Ahora ella está jubilada pero llevó algún año a nuestras alumnas más mayores y es una experiencia muy bonita porque compartimos profesión y nos contamos muchas cosas", señala. 

"Vivo en la 'Casa de la maestra'. La llaman así porque las últimas generaciones que han ido viniendo a la escuela han sido todo mujeres"

Ahora, en Aineto, se está rehabilitando también la que se conoce como la 'Casa de la maestra'. "La llaman así porque las últimas generaciones que han ido viniendo a trabajar a la escuela han sido siempre mujeres, menos un profesor que se llamaba Joan que vino hace tres años", cuenta.

A partir del curso que viene, se espera que la localidad albergue un nuevo espacio para acoger así a los docentes que se incorporen al curso siguiente. "Están rehabilitando este espacio y va a quedar la casa preciosa. La gente que venga al año que viene va a tener esa suerte porque están haciendo un trabajo enorme", subraya esta interina.

Andrea, por su parte, tiene claro que seguirá opositando hasta conseguir una plaza. Aineto va a seguir en su 'Top 3' de destinos, pero confiesa que le gustaría rotar por otros pueblos y probar si no suerte en barrios rurales. "Peñaflor es un colegio que también me planteo. No es ni grande ni pequeño, con ratios de 15 alumnos por clase. Tengo una amiga que lleva allí a sus hijas, y que viene de la escuela libre, y me ha hablado bastante bien de su proyecto educativo. Sahún también es un referente", añade. 

Zaragozana, de 35 años, ha emigrado de la ciudad al campo para ocupar una plaza voluntaria de interina en la escuela rural de un valle recuperado.

"Como maestra, en mi caso, la conciliación es fácil"

Al hablar de la conciliación y de las "dificultades" que tiene gran parte de este colectivo para compaginar el trabajo con la familia, Andrea confiesa que en su caso lo tiene más "fácil", puesto que solamente da clases tres días a la semana en la escuela de Aineto y no tiene hijos ni arrastra consigo una casa o hipoteca. "Sí que es cierto -reconoce- que la conciliación para las interinas es muy difícil. Yo no soy madre, pero hay compañeras que encuentran muchos problemas cuando las mandan lejos. La interinidad, en general, es complicada. No puedes hacer planes a largo plazo porque no sabes dónde vas a estar al año siguiente. O estás muy abierta y tienes la libertad que tengo yo, o arrastrar a una familia es complicado", añade. 

"Conciliar para una mujer con hijos yo creo que, seas del gremio que seas, es un rompecabezas"

Ahora mismo, sus alumnos y la escuela en la que da clase se han convertido en un pilar fundamental para ella. En Aineto le han hecho cambiar de miras, le han abierto puertas y se ha reafirmado en su vocación de ser maestra al encontrar en este pueblo de Huesca a otra pequeña familia. "Yo siempre digo que para mí mis hijos son mis alumnos, de 9 a 14. Pero me gusta salir de trabajar y tener un poco de independencia. Lo de tener hijos está muy hablado con mi pareja y no me lo he planteado nunca porque esta es una profesión que te llevas a casa. Haces muchas horas y las preocupaciones de tus alumnos son también tuyas. Al final, trabajamos con niños y hay un factor humano importante que siempre llevas contigo", añade. 

A su juicio, trabajar en una escuela unitaria le ha servido también para conocer más a sus alumnos, algo que en Zaragoza -con las ratios actuales y "a pesar de las mejoras"- no lograba al 100%. 

"Lo que más me gusta de esta escuelita es que en pocos días conoces ya las debilidades de cada uno, sus potencialidades... Son tan poquitos que enseguida conectas con ellos para ayudarles después. Lo que en un aula ordinaria me costaría un año aquí me ha costado un mes. Y la conexión que tienes con ellos es muy distinta también", afirma esta maestra. Para conseguir esto mismo en la ciudad, Andrea considera que habría que bajar las ratios de alumnos, algo que llevan años reivindicando, pero también contratar más personal. "Si las infraestructuras de los colegios no permiten que haya menos alumnos por clase, tal vez haya que contratar a más profesores porque si no al final lo que hacen es supervivencia. El mayor beneficio que he notado en esta escuela es que mi vida pasa muy tranquila. No me ha dolido la garganta ni un solo día y aquí es todo más relajado", puntualiza.  

'Teacher in Aineto', una cuenta para acercar su profesión

Andrea Lozano es maestra en Aineto. Para visibilizar su labor en la escuela rural ha creado el perfil 'Teacher in Aineto', que continúa el trabajo que inició otra maestra en la localidad.
Andrea Lozano es maestra en Aineto. Para visibilizar su labor en la escuela rural ha creado el perfil 'Teacher in Aineto', que continúa el trabajo que inició otra maestra en la localidad.
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Para contar su experiencia como docente en Aineto y visibilizar "que las escuelas rurales están vivas", Lozano ha recuperado la cuenta 'Maestra en Aineto', que abrió otra interina de la localidad. "La he traducido al inglés y voy colgando alguna cosa curiosa que hacemos, sin saturar. Enseño pinceladas de lo que me gusta, cosas del pueblo... que se vea que esto es una escuela normal y que hacemos lo mismo que en otros colegios e incluso más", reitera. 

De cara al Día de la Mujer, Andrea y el resto del equipo han preparado algunos trabajos con los chicos, aunque la mayoría son partidarias de sensibilizar todos los días. 

"Yo trabajo la igualdad de manera transversal, en todos los ámbitos, y en este centro en concreto hay mucha conciencia. Las madres de nuestros alumnos son feministas y sé que el año pasado y el anterior hicieron una manifestación en el pueblo, prepararon pancartas… Yo soy de las maestras que opina que la igualdad no se trabaja una hora a la semana, se trabaja todos los días y a todas horas, y eso es importante", subraya. 

Aunque este año la celebración toque en domingo, Aineto tiene ya una programación definida para este día y seguramente los colegios continúen con sus actividades al día siguiente, cuando retomen las clases. Allí en la escuela todavía se pueden ver carteles de otros años y fotos de las familias que se sumaron a las manifestaciones. "Hemos pensado en mover la celebración al lunes. La semana pasada y la anterior trabajamos 'Mujeres y niñas en la ciencia'; estuvimos haciendo también un librito y hablando del tema. Y en la biblioteca tenemos nuestro rincón de libros de igualdad", comenta. 

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