protesta en la calle

Los pueblos del Gállego se manifiestan en Huesca contra el embalse, en puertas de la sentencia del Supremo

Una docena de localidades respaldan la protesta, apoyada también por otras asociaciones antipantanos y organizaciones ecologistas. 

La campana de Erés, símbolo de la lucha de los pueblos de la ribera del Gállego contra el embalse de Biscarrués, ha vuelto a sonar este domingo en las calles de Huesca. Dos años después de la última movilización y a las puertas de que el Tribunal Supremo se pronuncie sobre la nulidad del anteproyecto y la declaración de impacto ambiental, vecinos de una docena de localidades han participado en la concentración convocada a las 12.00 en la plaza de Navarra. 

Frente al Casino, los niños han portado carteles con los nombres de Ardisa, Loarre, Agüero, Morán, Ayerbe, Biscarrués, Riglos, Murillo de Gállego, Concilio, Santa Eulalia de Gállego..., que conforman el territorio de la Galliguera o Reino de los Mallos. Hasta la capital oscense se han traído elementos que los identifican en forma de representaciones de las iglesias, las casas, los gigantes de Ayerbe, los Mallos, los buitres, las navatas o las balsa de rafting, base de los negocios de aguas bravas que están cimentando su despegue turístico. También han llegado con el río a cuestas, simbolizado por unas grandes telas azules que han agitado y que finalmente se topaban contra una presa hecha de cartón.

"Biscarrués es un pueblo, no un pantano", "Gállego vivo", "Stop embalses", rezaban algunos de los carteles portados por las decenas de personas concentradas en la plaza, vestidas con las camisetas azules que identifican al colectivo. No han estado solos porque también han acudido representantes de asociaciones contra el embalse de Yesa o el ya desechado de Jánovas. 

Los afectados se muestran esperanzados. "Creo que estamos en el final de la lucha", ha manifestado José María Sopeña, empresario de aguas bravas. "Ya se han dado suficientes argumentos para que los políticos den un paso al frente. Ahora mismo lo tienen fácil. Va a haber una sentencia, y por otra parte creo que ha cambiado la forma de desarrollarse los negocios turísticos. Ahora es impensable hacer un pantano en un río tan bien conservado como es el tramo donde trabajamos nosotros". 

La lectura del manifiesto ha sido colectiva, a cargo de vecinos de distintos pueblos, de movimientos antipantanos y de grupos ecologistas como WWF o Greenpeace. Una vecina de Erés, el pueblo que inicialmente iba a quedar inundado hasta que se descartó el embalse de 192 hectómetros cúbicos para sustituirlo por el de 35, ha destacado que la Galliguera es "una de las pocas zonas donde la población ha crecido y los negocios han florecido", porque "el río nos lleva al progreso", pese a la falta de ayudas públicas. "Hace 30 años que vivimos en la frontera entre la esperanza y la amenaza", ha dicho otro. 

Posteriormente han intervenido representantes de colectivos que se han solidarizado con la Coordinadora, como Toni Garcés, uno de los afectados por Jánovas, quien ha abogado por "no permitir que se haga ni un embalse más". Por su parte, Pedro Arrojo, fundador del movimiento Nueva Cultura del Agua, ha agradecido la lucha de este territorio. "La Galliguera es un ejemplo vivo de que España no tiene por qué vaciarse si defiende sus ríos". Y los ha felicitado porque con su empuje se va a retomar el diálogo sobre el agua en Aragón, que hizo posible superar conflictos como los de Torre del Compte o Santaliestra y plantear alternativas. 

Lola Giménez, en nombre de la Coordinadora Biscarrués-Mallos de Riglos, ha cerrado las intervenciones para hablar del "momento delicado" que se vive en esta lucha, a punto de conocerse la sentencia del Tribunal Supremo. "Desde 2017 no nos habíamos puesto la camiseta para reivindicar", ha recordado. Y ha concluido diciendo que pase lo que pase con la sentencia, "hemos sido capaces de construir un territorio y de estar unidos para que estos niños tengan un futuro".   

La concentración ha contado asimismo con representantes políticos de Chunta Aragonesista y de Podemos. Allí ha estado la directora general de Cambio Climático del Gobierno de Aragón, Marta de Santos, exalcaldesa de Murillo de Gállego. En su opinión, el gobierno cuatripartito tiene una oportunidad para "repensar todas aquellas obras que no han podido realizarse, porque o se pensaron mal o las circunstancias han ido cambiando y no se han podido ejecutar", y así está reflejado en el pacto entre PSOE, PAR, CHA y Podemos. 

Desde la perspectiva del cambio climático, ha añadido, "tenemos todos más claro que los regímenes de los ríos van a ser más intensos, en sequía y riadas, con lo cual estas obras hidráulicas, esta regulación, esta gestión de los ríos, tiene que ser mejor que hasta ahora". Y como Gobierno, "no queda otra que tomar la iniciativa de la mediación para asegurar que el agua no va a ser nuestro enemigo".   

Respecto a la ausencia anunciada por parte de los regantes en la Mesa del Agua, a los que se ha referido como "aguatenientes", o de las dudas del PP, "antes o después nadie va a querer quedarse fuera de un pacto que asegure el buen uso del agua en Aragón". Comprende "los enfados del principio y las posturas un poco enquistadas", pero cree que la madurez política se impondrá. 

El debate ya se tuvo cuando se formó el cuatripartito para asegurar la gobernabilidad, que pasaba por cuestiones como esta, "no quedarnos cada uno con nuestros mantras, y afrontar aquellas cosas que eran conflictivas en vez de dejarlas a un lado".   

   

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión