Las franquicias ganan terreno en el Coso y ya superan a los comercios tradicionales

La gran arteria comercial de la ciudad de Huesca tiene una treintena de locales en alquiler o en venta. La Asociación de Comerciantes asegura que los alquileres han bajado y confía en nuevas aperturas.

Una imagen de la tienda de la firma de moda Amichi en el Coso Alto de Huesca.
Una imagen de la tienda de la firma de moda Amichi en el Coso Alto de Huesca, que ha cerrado recientemente.
Amichi

El Coso (Alto y Bajo) sigue siendo la gran arteria comercial de Huesca y más aún desde que se puso en marcha el proceso de peatonalización y reurbanización, todavía incompleto. En los últimos años, las grandes franquicias han puesto sus miras en esta céntrica vía y han ido ganando terreno poco a poco gracias también a su mayor capacidad económica para afrontar los elevados alquileres de los locales con más superficie. Tanto que ya superan en número a los comercios denominados tradicionales.

De hecho, de los 115 locales que abren sus puertas en el tramo entre la avenida Monreal y la plaza Santo Domingo, 58 llevan el nombre de conocidas cadenas de moda, zapatos, ópticas, fotografía, estética, telefonía, videojuegos, electrónica, perfumería, frutos secos, juguetes, agencias de viajes o alimentación. Junto a ellas, se pueden encontrar otras tiendas ‘de toda la vida’ como carnicerías, zapaterías, fruterías, pastelerías o floristerías, además de negocios locales de ropa, complementos, muebles, joyas, maletas y bolsos, lencería, arreglos de ropa, utensilios de cocina, dulces o gastronomía delicatesen.

Las últimas aperturas han llegado de la mano de cadenas de ropa, artículos de cocina y frutos secos. Un ‘cambio de paisaje’ que no preocupa a la Asociación de Comerciantes de Huesca ya que su presidenta, Susana Lacostena, considera que "las franquicias sirven también de atracción para el comercio tradicional porque hay público para todos, por lo que cuantas más abran, más se beneficiarán el resto de tiendas".

Pese al reciente anuncio de cierre de cuatro establecimientos del Coso (una juguetería y una tienda especializada en artículos de cocina que están de liquidación, otra de ropa femenina que ya ha echado la persiana y una de fotografía que se traslada), Susana Lacostena se muestra "optimista" y augura que "en los próximos seis meses puede cambiar de nuevo la situación". Y es que tiene conocimiento de que hay interés por los locales que están vacíos y que ahora suman cerca de una treintena entre los que están en alquiler y en venta.

Afirma que la Navidad dejó un balance positivo a nivel general dentro del sector comercial de Huesca aunque luego las rebajas están siendo "más tranquilas". Y sigue convencida del potencial comercial que tiene el Coso. "Si tienes una tienda con buen producto, agradable y bien situada, al final la gente compra", señala. Con todo, desde la asociación siguen trabajando para dar más visibilidad al sector, especialmente fomentando su digitalización.

El mejor momento para alquilar

Además, Lacostena rechaza el ‘mantra’ extendido de que "todos" los locales del Coso son caros. Reconoce que hay algunos alquileres que efectivamente llegan a 3.000 euros al mes, pero también recalca que hay otros "razonables" que pueden rondar los 1.500. Y de hecho, cree que "es el mejor momento para alquilar porque han bajado los precios".

Para seguir ayudando a que los establecimientos ahora vacíos resulten más atractivos y se alquilen o vendan más rápidamente, la asociación también quiere intentar mantener, con la colaboración del Ayuntamiento de Huesca, el proyecto ‘Latidos’ de recuperación de locales sin uso. Esta iniciativa favoreció la pasada Navidad la apertura de una tienda temporal o ‘pop up’ después de hacerle un lavado de cara.

Lamento viral en las redes

Sin embargo, hay comerciantes que siguen pensando que algunos precios del Coso son "prohibitivos". Así lo pone de manifiesto Eva Naval, de Carita Bonita, que esta semana ha lanzado un vídeo que se ha hecho viral en las redes lamentando el goteo de cierres en el centro. "Estoy triste no solo porque el comercio local se va a pique y yo puedo ser la siguiente, sino porque no sé si somos conscientes de lo que supone una ciudad sin comercio", resalta.

Asegura que estas bajadas de persianas se deben "a que las ventas no son suficientes para afrontar los gastos". Y entre ellos, destaca el alquiler. Por ello, considera "de locos" que en una ciudad como Huesca se cobren rentas de 3.000 euros, porque "¿saben lo que hay que vender para pagar un alquiler así?", pregunta.

Con todo, también hace autocrítica y considera que el sector debe estar también en un proceso de continua autoevaluación "para analizar las cosas que hacemos mal y no estancarnos". No obstante, insiste en advertir de que "si no compramos en nuestras tiendas, irán cerrando y viviremos en una ciudad fantasma".

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