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Cerca de 350 personas se concentran en Ansó contra el oso y el lobo

Todos han coincidido en que hay que tomar decisiones para que la "ganadería extensiva no se termine,  y con ella la vida en los pueblos".

La concentración es la respuesta del sector al reciente despeñamiento de 70 ovejas causado, al parecer, por un ataque de la osa Claverina. A finales de agosto ya hubo ya una manifestación en Aínsa.

El sonido de las esquilas se ha escuchado alto y claro este domingo en el Valle de Ansó. Ganaderos aragoneses y franceses, sindicatos ganaderos como UAGA y ASAJA y vecinos de localidades de este valle, se han concentrado en la plaza mayor de Ansó para pedir soluciones a un problema que les toca muy de cerca, el oso y el lobo, y en favor de la ganadería extensiva. Esta plaza casi se ha quedado pequeña, ya que han participado unas 350 personas. Los dos últimos ataques de la osa Claverina a los rebaños de dos ganaderos de Hecho y Ansó estas últimas semanas han sido “la gota que ha colmado el vaso” para convocar este acto, en el que se ha puesto de manifiesto que la última semana siguen faltando ovejas en los rebaños que siguen en puerto.

Cuando se cumple un año de la reintroducción de dos osas eslovena en Francia, y tras los últimos ataques de una de ellas, Claverina, en los valles de Hecho y Ansó, los ganaderos se han unido para recordar, una vez más, que el oso y el lobo "van a poner fin a la ganadería extensiva". Se sienten abandonados y engañados por el Gobierno de Aragón, al que piden soluciones rápidas para frenar un problema que va a dejar estos pueblos "sin vida y sin jóvenes que quieran seguir con esta tradición", han subrayado.

La concentración estaba convocada por la plataforma contra el lobo y el oso en Aragón, y su vicepresidente y ganadero de ovino Alberto Sampietro ha explicado que en Aragón “hay un gran problema con el lobo y el oso, porque el Gobierno de Aragón no está protegiendo la ganadería”. Los ganaderos “no tenemos ningún problema si nos ataca, lo malo es que son animales que se han cebado y están matando la ganadería y es imposible convivir. Lo tienen que retirar como sea”. El Gobierno de Aragón “ha causado un problema y ellos están para dar soluciones, no para tirar balones fuera, y se están echando en contra a la ganadería extensiva”.

No han faltado a la concentración los dos últimos ganaderos afectados por los ataques de la osa Claverina, Antonio Casajus y su hijo Luis, y Enrique Orduna. Este último ha perdido más de un centenar de animales: 90 ovejas desaparecidas de varios ataques este verano de los que no se enterarron, 80 despeñadas hace dos semanas, 32 abortadas y 221 corderos que podían haber nacido. En total calcula que “el destrozo” ha sido de 58.500 euros “tirando por lo bajo”, además del estrés que tenemos por la situación y lo nervisoso que está también el ganado. Pero como no se ha demostrado que haya sido Claverina, porque no se han encontrado huellas, al estar en monte muy seco, u otros indicios, no recibirá ninguna compensación. Orduna también se ha quejado por la falta de información por parte del consejero Olona. Las ovejas continúan en puerto, y en esta última semana le han faltado 8 animales más.

Por su parte, Antonio Casajús, ha recordado que aunque el ataque al rebaño que tiene con su hijo tuvo lugar entre el 11 y el 17 de septiembre, “a fecha de hoy no se han terminado los abortos y sigue habiendo ovejas desaparecidas”: Todo esto, “no lo voy a cobrar y el sinvivivr que estamos pasando los ganaderos nos hace repalntearnos abandonar estos montes y no volver a pastarlos nunca más”, asegura. “Mayor ruina que la que me ha traído el oso a mi casa

es imposible”, añade, porque ya “ni dormimos ni vivimos”. Suben todos los días al monte temiendo encontrarse un desastre. “Cuando empezamos en la ganadería esto no sucedía, había un oso que venía de forma esporádica de Francia y atacaba un par de veces en primavera y otras dos veces en otoño, pero estas osas que nos han traído van a ser un infierno porque hace inviable la ganadería extensiva”. Todo esto es “triste, lamentable y doloroso y la realidad es que nos vamos a tener que ir”, concluye.

Ganaderos franceses, contrarios a la reintroducción, han apoyado a los aragoneses, diciendo que sienten vergüenza de que "hoy una osa que se ha liberado en Francia este en la zona". Y han recordado que hicieron lo posible para evitar la suelta de los plantigrados, incluso cortando carreteras, "pero llegaron por helicóptero".

La alcaldesa de Ansó, Montse Castán, ha subrayado que la reintroducción supone "una manipulación de la naturaleza" y ha pedido que "el clamor llegue a Europa, porque es un problema entre naciones".

Todos han coincidido en que hay que luchar "juntos" y que si no se hace algo "la ganadería extensiva terminará, así como la vida en los pueblos". Los actos han consistido en una concentración en la plaza mayor de Ansó, con palabras de diferentes ganaderos y sindicatos, y una pequeña marcha por las calles de la villa.

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