la reintroducción del oso pardo
Al oso Goiat le sale un competidor
El Valle de Arán pide la retirada de los ejemplares conflictivos, tras confirmar la muerte de dos potros en los últimos días a manos de Cachou, otro macho que también muestra un comportamiento "bastante depredador".
Goiat era hasta ahora el oso más temido, por su afán depredador y porque contrariamente al perfil de su especie no solo atacaba al ganado ovino o caprino sino que se atrevía con terneros e incluso potros. Sus incursiones en Aragón este verano han puesto en pide de guerra a los ganaderos, un malestar que desembocó en la histórica manifestación de Aínsa, con participación de criadores aragoneses, navarros, catalanes y franceses. Pues ahora a este voraz macho le ha salido un competidor, Cachou. El Consejo del Valle de Arán ha confirmado dos ataques al ganado equino en pocos días por parte de este ejemplar.
El primer incidente con Cachou se produjo el 8 de septiembre. Devoró a una potra de 4 meses. El Consejo General de Arán lo considera "un hecho remarcable, puesto que solo se habían comprobado ataques sobre equino en el macho Goiat, el cual ha depredado incluso yeguas adultas". Cachou fue capturado el pasado mes de mayo para colocarle un collar con GPS de seguimiento, gracias al cual se ha podido comprobar "que es bastante depredador", según la administración de valle vecino a la comarca de la Ribagorza. El GPS ha servido asimismo para verificar la autoría del ataque.
El Consejo General de Arán ha propuesto a la Generalitat la retirada de los osos conflictivos tras confirmarse solo unos días después, la noche del 10 al 11,el segundo ataque de Cachou al ganado equino, en concreto una yegua de unos 17 años. El síndico de Arán, Francés Boya, mostró su indignación y su solidaridad con los ganaderos que sufren esta problemática. “Insistiremos de forma contundente para que los protocolos y medidas de la Generalitat se adapten para poder extraer del medio a todos aquellos osos que sean conflictivos”, declaró.
"Vamos de mal en peor", comenta el secretario provincial de UAGA, Joaquín Solanilla, respecto al comportamiento de Cachou. "Mañana lo podemos tener aquí", añade, lo mismo que ocurrió con Goiat. Los ganaderos están esperando la reunión prevista entre el Ministerio y las Comunidades Autónomas para ver qué decisión se toma con los ejemplares con comportamientos anómalos. "Al final acabaremos en los juzgados", advierte Solanilla.
A su juicio, el problema es creciente, y se remite a las estadísticas de ataques en la zona francesa de Ariége, considerada el núcleo duro del conflicto, donde de 103 expedientes por ataques del año 2015 (con 198 ovejas muertas, 4 cabezas de bovino y 3 de equino) se ha pasado en el actual ejercicio a 391 (943 de ovino, 16 de bovino y 12 de equino).
Ángel Samper, secretario general de Asaja Huesca, coincide al señalar que "la preocupación es mayúscula y no solo con Goiat", destacando además que aunque los últimos incidentes graves se hayan producido en Francia o el valle de Arán, "los osos no conocen de fronteras". Y se ha referido a la noticia publicada este domingo por la prensa leonesa sobre varios osos que irrumpieron en el casco urbano de un pueblo y destrozaron árboles frutales.
A finales de agosto hubo un despeñamiento masivo en la zona de Cauterets (Altos Pirineos franceses), al otro lado del municipio de Torla-Ordesa. Los pastores encontraron 15 ovejas muertas y otras 300 estaban desaparecidas. Días después aparecieron los cadáveres de un centenar.