comarca de la ribagorza

Unos cazadores se topan con un lobo en el monte de Bisaurri

"Lo hemos tenido a 15 metros. Se ha asomado, nos ha mirado y ha seguido su camino", dice el vecino de Castejón de Sos que lo fotografía con su teléfono móvil.   

Imagen captada por los cazadores en el monte de Bisaurri.
Imagen captada por los cazadores en el monte de Bisaurri.
Marcos García

A finales de 2017, las cámaras de fototrampeo instaladas por el Gobierno de Aragón para el seguimiento del oso captaron la imagen de  un lobo solitario en la comarca de la Ribagorza, concretamente en los municipios de Laspaúles y Bisaurri. Desde entonces, poco se ha sabido de él, y apenas ha trascendido que se seguía moviendo por distintos lugares de la comarca, como las inmediaciones del macizo del Turbón o el municipio de valle de Lierp. A diferencia de su congénere de los Monegros, al que se atribuyen numerosos ataques, el lobo de la Ribagorza ha hecho poco ruido.

Este sábado, unos vecinos de la zona que cazaban corzo a rececho se toparon con él en el monte de Bisaurri y pudieron tomar una fotografía. "Estábamos recechando el corzo y nos ha salido el lobo. Lo hemos tenido a 15 metros. Solo han sido unos segundos. Se ha asomado, nos ha mirado y ha seguido su camino", ha explicado Marcos García, vecino de Castejón de Sos, que iba con un compañero de caza en ese momento. Asegura que desde el primer momento lo identificaron claramente y no tuvieron duda ni se podía confundir con un perro.

Fue solo un instante pero le dio tiempo a sacar su teléfono móvil y captar la imagen. Dice que no tuvieron miedo, "porque íbamos armados y en caso de que nos atacara siempre tienes con qué defenderte". Para Marcos García fue todo un acontecimiento, "ya que no todos los días tienes la oportunidad de ver un lobo". Él sabía que por la comarca campa un ejemplar desde hace un tiempo. Lo han captado las cámaras de la DGA y se han visto las huellas, dice.

El ejemplar de la Ribagorza es un macho joven de raza itálica (‘Canis lupus italicus’) llegado desde Cataluña, donde tienen controlada una población de 15 animales procedentes de los Alpes. Se mueve en la misma zona que Sarousse, la única osa que está asentada en la parte aragonesa del Pirineo central.

Tras darse a conocer el avistamiento, el sindicato agrario Asaja volvió a denunciar la  presencia del lobo en estos parajes, recordando que la actividad del pastoreo en la montaña se produce en libertad, especialmente en los meses de primavera, verano y otoño. "El lobo hace imposible y estrangula la acción medioambiental de la ganadería extensiva e impide cualquier grado de rentabilidad porque obliga a una vigilancia permanente. Una de las pocas ventajas que tenia la ganadería extensiva de montaña era precisamente poder dejar los rebaños solos en los pastos durante horas con vigilancia puntual. La presencia del lobo lo hace imposible", señala Ángel Samper, secretario general del sindicato.

Cabe recordar, que a mediados de mes, en apenas 48 horas, se produjeron en la comarca dos ataques de osos. Uno de Sarousse, una hembra solitaria que se ha establecido en el entorno del macizo de las Vilas del Turbón y que embistió a un rebaño en Campo matando a una oveja; y otro a cargo de Goiat, el mayor depredador conocido de los que hay en el Pirineo, reintroducido en Cataluña en 2016, que mató una oveja en el valle de Castanesa, en el municipio de Montanuy. La res pertenecía a José María Cortinat, un pastor que hace casi un año ya se enfrentó a un oso en la misma zona para proteger a sus ovejas. 

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