Micromecenazgo para impulsar un proyecto arqueológico para el valle de la Guarguera

El grupo de arqueólogos De la Roca al Metal busca recaudar por medio del 'crowdfunding' en torno a 6.000 euros para así terminar su proyecto de arqueología en este valle pirenaico.

Los arqueólogos explican en un vídeo el objetivo de su proyecto en la Guarguera.
Los arqueólogos explican en un vídeo el objetivo de su proyecto en la Guarguera.
De la Roca al Metal

El grupo de arqueólogos De la Roca al Metal, que está detrás del hallazgo reciente de círculos megalíticos o crómlech encontrados en Gistaín, lleva años de investigación y trabajo de campo en el valle de la Guarguera (Huesca). Ahora acaban de poner en marcha a través de sus redes sociales un 'crowdfunding' que les permita financiar la batería final de pruebas de laboratorio que necesitan realizar para culminar su trabajo en la zona.

"Nuestro proyecto de investigación pretende rastrear las huellas de la actividad humana desde la prehistoria hasta la actualidad a través del estudio arqueológico del territorio para comprender la evolución de las diferentes comunidades que han habitado este espacio", explica Abel Berdejo, uno de los investigadores del grupo.

Hasta el momento, este grupo de exalumnos de la Universidad de Zaragoza ha realizado con el apoyo de un equipo de la universidad tres excavaciones arqueológicas en diferentes abrigos (San Urbez, el Esplugón y el Pascualín) que ahora tratan de fechar para determinar los primeros momentos de ocupación de estas cuevas.

Su base logística está en Solanilla, el pueblo de "23 habitantes y siete niños" en el que viven desde hace unos tres años. Tanto Aineto como este otro municipio del valle de la Guarguera les cedieron un espacio para poder compaginar su investigación con la vida allí. "En lo personal es una zona que me tira mucho. Yo nací en Málaga, pero mi familia es aragonesa y mi padre fue uno de los fundadores de Aineto. Estoy también muy unido a Gistaín desde crío, y nos inspiramos un poco a la hora de trabajar en lo que se hace en Aineto y otros sitios del Pirineo donde son los movimientos vecinales los que han respondido y dinamizan el patrimonio de un pueblo", cuenta Abel, quien defiende que una de las obligaciones que tiene el científico que trabaja con el patrimonio es "comunicar" a la sociedad ese legado común que va descubriendo.

Por eso, el grueso de este proyecto se financia a su vez a través de talleres divulgativos y otras actividades que ellos mismos organizan para acercar la arqueología a colegios e institutos. Para ello, cuentan también con el apoyo de diferentes centros sociales, pueblos recuperados del Pirineo y colaboraciones puntuales con instituciones y universidades. "Nos movemos por toda España. Ahora estamos preparando una gira de actividades para acercar la arqueología y hablar de este proyecto. Estamos ya cerrando una primera parada en Zaragoza para el mes de marzo; en abril iremos a Madrid y Granada; y en mayo a Galicia", detalla Abel.

En sus charlas y talleres, este grupo de amigos formados en la Universidad de Zaragoza cuenta que son arqueólogos y que realizan su labor en el Pirineo, haciendo excavaciones allí. También presumen de formar parte de la red de apoyo de Arqueología a Contracorriente, un “espacio de construcción y debate para una arqueología emancipatoria”, que presumiblemente celebrará este verano un tercer encuentro en el valle de La Guarguera.

Para Abel, quien confiesa tener un “vínculo particular” con esta zona, el trabajo de recuperación que está realizando la gente de Aineto, Solanilla y otros pueblos del entorno es un ejemplo a seguir contra el abandono y la despoblación. “Este territorio que se ha despoblado esconde un legado de cómo se gestionaba antes que nos gustaría revitalizar. En este valle merece la pena que sigan quedando campos de cultivo, pastores, gente que sigue viviendo de la gestión tradicional. Creemos que el modelo de cómo se hacen las cosas en este valle es muy bonito. Combina la forma de vida de gente tradicional que no se ha ido con la de gente que ha llegado nueva a crear proyectos sociales, de economía colaborativa y asociativa con diferentes fórmulas, y entre ambos han conseguido que este territorio no se abandone y desole completamente”, subraya Abel, quien este sábado acercará su proyecto de ‘crowdfunding’ hasta la capital aragonesa.

El reto está en conseguir en torno a 6.000 euros para poder llevar a cabo la última fase del mismo: una serie de pruebas de laboratorio con carbono 14 que les permitan hacer dataciones de cuatro sondeos arqueológicos diferentes y los consiguientes estudios de la evolución paleoambiental del valle. “Buena parte del proyecto lo cubrimos nosotros también destinando gran parte del dinero que ganamos a financiar la investigación en el valle de La Guarguera a través de diferentes actividades. Por ejemplo, la campaña de 2015 la financiamos íntegramente nosotros haciendo música en la calle”, cuenta Abel.

La inspiración –dicen- la encuentran también en la zona y ponen como ejemplo la labor que realiza la asociación ‘La Guarguera Viva’, que a juicio de estos arqueólogos, “está consiguiendo cosas muy positivas” para este enclave pirenaico.

“Este es un valle que está cogiendo vida y lo que nos une a todos los que estamos aquí es que apostamos por este sitio. Para todos nosotros es un proyecto de vida y de naturaleza. Queremos cuidar ese patrimonio, ese legado del pasado, y animar a dar el paso para que ciertas cuestiones se aprendan a gestionar entre vecinos, sin que haya que delegar siempre en ayuntamientos y comisiones… Apostamos porque sean los propios vecinos los que las gestionen”, defiende este investigador.

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