La liberalización de la alta velocidad dispara el uso del tren pero cuadruplica los retrasos

Tres años después de la llegada del primer competidor de Renfe, la demanda en la línea de Zaragoza crece un 75%. Los servicios impuntuales pasan del 1,4% al 5,6%.

La Estación Delicias ha multiplicado su actividad desde la liberalización del sector ferroviario
La Estación Delicias ha multiplicado su actividad desde la liberalización del sector ferroviario
Guillermo Mestre

El 10 de mayo de 2021, la compañía ferroviaria de bajo coste Ouigo comenzaba a operar en España en la línea de alta velocidad entre Madrid y Barcelona con parada en Zaragoza. Era el pistoletazo de salida a la liberalización de un sector hasta entonces exclusivo de Renfe. Tres años después, y tras la incorporación de un nuevo competidor, Iryo, las tarifas han caído en picado fruto de la rivalidad de las empresas, mientras la oferta y la demanda del servicio se han disparado. Son algunas de las conclusiones de un estudio realizado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) que también advierte de una consecuencia negativa: los trenes que pasan por la Estación Delicias son más impuntuales. Si en 2020 tan solo el 1,4% de los trayectos acumulaba más de 15 minutos de demora, el año pasado esa cifra ascendió hasta el 5,6%.

En términos generales, la liberalización ferroviaria ha sido positiva para el usuario. Por un lado, las tarifas han bajado como resultado de la guerra de precios entre las tres operadoras. Según un reciente estudio del portal Trainline, la línea Madrid-Barcelona con paso por la capital aragonesa es la que más se ha abaratado. En concreto, un 22% en el último año y un 65% desde la liberalización. En la actualidad, los billetes para esta ruta tienen un precio medio de 35 euros, con algunas ofertas de billetes por tan solo 7 euros.

De igual modo, se han multiplicado las frecuencias, lo que ha abierto el abanico de posibilidades para los viajeros. En los tres ejes con competencia, el número de plazas ha crecido estos tres años un 60%, según Competencia. La suma de ambos factores, más oferta y precios más reducidos, ha dado como resultado un incremento de los usuarios del 75% entre la capital del país y la Ciudad Condal.

Por contra, la liberalización ferroviaria también ha traído inconvenientes. El principal es el incremento de incidencias en el servicio, que se ha traducido en unos peores ratios de puntualidad. Lo que hasta ahora era una sensación compartida por los usuarios más habituales de la alta velocidad, ahora se traduce en cifras concretas gracias al análisis de la CNMC.

Tiempos de espera y sus causas

En el caso de la línea de Zaragoza, dichos retrasos se han cuadruplicado. Antes de la liberalización, tan solo el 1,4% de los trenes acumulaban una demora superior a los 15 minutos en el eje Madrid-Barcelona, mientras que el año pasado fueron el 5,6%. Y eso que el último ejercicio se corrigió algo la situación, ya que en 2022 alcanzó su máximo, el 7,3%. En otras rutas, los problemas son mayores. La que une Málaga con la capital del país alcanza el 8,6% de impuntualidad, cuando hace tres años apenas se situaba en el 0,9%.

También ha crecido el tiempo medio de demora, un 21% según Competencia, que especifica que «la duración media de los retrasos es de 39 minutos en el caso de Ouigo; 28 minutos en Iryo; y 21 minutos en Renfe». En el total de servicios y líneas, el 6,3% de los trenes sufren retrasos superiores a 15 minutos, con una duración media de 24 minutos.

La duración media de los retrasos es de 39 minutos en el caso de Ouigo; 28 en Iryo; y 21 en Renfe

La cuestión no es menor, ni para los usuarios, que se ven con más frecuencia afectados por los retrasos; ni para las empresas, que aplican una política de devolución de dinero –especialmente exigente en el caso de Renfe– que afecta a sus ingresos.

En cuanto a las causas de la impuntualidad, Competencia apunta que el 63% de las ocasiones es culpa de las empresas operadoras, debido a problemas en sus trenes o a «decisiones comerciales», con un retraso medio de 22 minutos. El resto de casos, la responsabilidad recae sobre el ADIF, «la mayor parte por problemas en la infraestructura (30%) y, en concreto, en los equipos de señalización (23%)». La duración de estos retrasos es de 28 minutos de media.

578 millones de impacto

La CNMC celebra los pasos dados para la liberalización del sector y lo argumenta, de nuevo, con datos. Según el organismo estatal, la entrada de nuevos competidores ha supuesto un impacto positivo de 578 millones de euros. Desglosados, la mayor parte de ese beneficio, un total de 343 millones de euros, ha recaído en los usuarios. Es el importe que se han ahorrado al poder «viajar más y más barato gracias a la competencia entre compañías».

«ADIF es el otro gran beneficiario de la liberalización, con un incremento de la recaudación por cánones en los corredores liberalizados de 148 millones de euros (un 52% más que en 2019)», destaca la CNMC, que reconoce que «menos se han beneficiado las empresas ferroviarias, cuyos ingresos no han llegado al 110% de los obtenidos por Renfe en 2019, a pesar de haberse incrementado la oferta más de un 60%».

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