sanidad

Los problemas para cubrir dos vacantes médicas complican la atención en el centro de salud de Casetas

El equipo lleva dos años doblando consultas, con la sobrecarga de trabajo que eso supone, y pide que se reduzca el horario de continuada los fines de semana.

Exterior del centro de salud de Casetas.
Exterior del centro de salud de Casetas.
Guillermo Mestre

La dificultad para cubrir dos vacantes médicas agrava la situación asistencial en el centro de salud de Casetas, barrio rural de Zaragoza. La plantilla del equipo de atención primaria es de seis médicos en Casetas (uno de ellos comparte la jornada con Sobradiel), uno en La Joyosa, uno en Torres de Berrellén y dos en Pinseque. 

"Los consultorios -reconoce la coordinadora, Ruth Rubio- están cubiertos". Pero el problema se concentra en la cabecera, porque un facultativo se jubila y otro está de baja. A esto se suma el ajustado personal para garantizar la atención continuada fuera del horario habitual del centro de salud (tardes, fines de semana y festivos). De las tres plazas de MAC solo hay una para hacerse cargo de las guardias. Este sistema asistencial funciona en el medio rural las 24 horas al día los 365 días del año.

El centro cuenta con la colaboración de cuatro médicos extracomunitarios, con la titulación homologada pero sin la especialidad vía mir. Pero, aun así, los facultativos del equipo tienen que asumir guardias ante la falta de profesionales. Y en esos casos se genera al día siguiente un derecho de libranza para garantizar el descanso.

Para el equipo de atención primaria de Casetas, esta situación repercute en la asistencia sanitaria: "La dirección quiere vender que al paciente se le atiende bien, y no es así. Prometen atención continuada cuando no tienen personal y tiran de los médicos de atención primaria". En este sentido, reconocen desde el centro: "Por mantener una atención continuada que no se puede dar, repercute en la calidad de la atención de mañana". Si este servicio funcionara bien, "los pacientes no tendrían la necesidad de ir a la atención continuada".

Y ponen como ejemplo que en los consultorios no hay demoras, hay huecos para el mismo día, y en Casetas puede alcanzar las 24 o 48 horas, menos en épocas vacacionales como verano o Navidad. Este centro de salud ha pedido tener los mismos derechos que la ciudad de Zaragoza, de la que depende. Sin embargo, debe dar servicio con una atención continuada abierta las 24 horas del día. Sin embargo, los profesionales reiteran que "no se puede garantizar la atención continuada si no puede asegurar una plantilla de médicos".

Para suplir el déficit de facultativos, desde el equipo de atención primaria han estado doblando las consultas durante dos años. Pero, llegados a este punto, reconocen que seguir prolongando esta situación hasta después de verano repercute en la calidad con la que se atiende a los propios pacientes. Esta es una medida, señalan, que se debería adoptar de manera temporal, pero que se está cronificando en el tiempo: "Lo que queremos es hacer bien nuestro trabajo, y queremos ofrecer asistencia de calidad, queremos dedicarnos a ver los pacientes en nuestras consultas". En el centro de salud de Casetas se abren consultas de apoyo tres días a la semana: "Eso es solo un parche, es la antítesis de la Medicina de Familia".

El panorama no se prevé que pueda mejorar durante el verano. Los traslados del proceso de movilidad voluntaria de médicos de familia de atención primaria no se materializarán previsiblemente hasta la segunda quincena de septiembre. La coordinadora entiende que se haya optado por rechazar la incorporación de los efectivos hasta después de la época estival, a pesar de que ese cambio perjudica la organización del centro de salud de Casetas: "Si los traslados tuvieran lugar a principios de mayo (como era habitual) las dos plazas médicas que faltan estarían cubiertas. Pero en global la decisión es correcta".

"La situación, sin embargo, va a empeorar. Asistimos a una despoblación del personal de atención primaria rural". "Las plazas de atención continuada están en extinción. Ahora sobra el trabajo y los profesionales prefieren un puesto de 8.00 a 15.00 y evitar los fines de semana", señala. Entre las posibles soluciones estarían unificar los puntos de atención continuada de Utebo y Casetas -separados por el barrio de Malpica-. "Es algo que se ha puesto sobre la mesa", igual que la opción de limitar el horario de funcionamiento los fines de semana.

La doctora Rubio lleva dos años como coordinadora: "Me acuesto pendiente del móvil y me levanto con la misma preocupación". Atiende la consulta de La Joyosa mientras lleva las gestiones que implica el cargo, muchas centradas en solventar incidencias de personal y en localizar a facultativos externos que puedan ayudar con la asistencia. 

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