semana santa

Perfecta comunión de tallas y redobles, en un Martes Santo al completo en Zaragoza

Ocho cofradías salieron a las calles de Zaragoza, en una noche agradable y con numerosos espectadores. El Descendimiento completó su procesión de las Lágrimas y la Piedad meció al Cristo del Refugio en su traslado.

Traslado del Cristo del Refugio por la cofradía de Nuestra Señora de la Piedad y del Santo Sepulcro
Traslado del Cristo del Refugio por la cofradía de Nuestra Señora de la Piedad y del Santo Sepulcro
Guillermo Mestre

La lluvia dio este martes por la noche un respiro y permitió salir en procesión a todas las cofradías zaragozanas que pisan la calle la noche de Martes Santo. Los amantes de los redobles se quitaron así la espinita clavada del lunes y tuvieron, incluso, alguna oportunidad ‘extra’ de ver pasos y peanas, pues la Dolorosa hizo ayer el traslado que el aguacero había frustrado apenas 24 horas antes.

Una de las citas inexcusables de la jornada era la entrega del Cristo del Refugio a los hermanos de la cofradía de Nuestra Señora de la Piedad y del Santo Sepulcro. Esta tradición se lleva a cabo en las puertas de las instalaciones de Crespo Agüero, donde hora y media antes del inicio de la procesión ya había público arremolinándose para no perder detalle. Poco a poco la plaza se fue llenando de capirotes y bonetes marinos y, por supuesto, de manolas, que acompañaban a los cofrades, mucho de ellos bien pertrechados con sus bombos y tambores. 

La cofradía de Nuestra Señora de la Piedad y del Santo Sepulcro recorrieron el centro de Zaragoza este Martes Santo.
La cofradía de Nuestra Señora de la Piedad y del Santo Sepulcro recorrieron el centro de Zaragoza este Martes Santo.

La algarabía cesó de golpe cuando sonaron las primeras cornetas, se prendieron los incensarios y se abrieron las puertas del Refugio. El hermano mayor de la institución, Santiago Sánchez, y el de la Piedad, Luis Bernal, se fundieron en un abrazo antes tomar brevemente la palabra para recordar el simbolismo de un Cristo que es «el de los acogidos y los transeúntes».

Sánchez dijo que «la figura de Jesús en la cruz simboliza un acto de amor y misericordia» y dio al Señor las «gracias por ayudarnos a ayudar a los que nos necesitan». El hermano mayor recordó que la imagen, atribuida a la escuela de Juan de Mesa, les acompaña desde 1669 y, después, Luis Bernal añadió que «desde 1941 la hermandad autorizó que el también denominado Cristo del Perdón fuera portado en andas por hermanos de la Piedad por las calles de Zaragoza». Bernal insistió en que es «un inmenso honor» poder portar la talla, que desde 1989 se traslada de forma solemne «en esta preciosa procesión de Martes Santo».

Entre secos y rotundos golpes de bombo y una lluvia de pétalos la talla fue llevada hasta la peana decorada de claveles blancos, donde se ancló ante el imponente silencio de la multitud. Era posible escuchar cada martillazo dado para asegurar la imagen antes de la procesión y, cuando los hermanos finalizaron su trabajo, sonó el himno de España interpretado por tambores y cornetas y la plaza rompió en aplausos.

Se inició entonces una marcha que fue secundada por numeroso público por Madre Sacramento, la puerta del Carmen, la calle Canfranc... La Piedad tenía previsto alcanzar Santa Isabel poco antes de las once de la noche, donde cerraron otras seis cofradías zaragozanas.

A pocos metros de este momento y varias horas antes de su salida, los hermanos de la cofradía de Jesús Abrazado y de la Verónica ultimaban con esmero los preparativos para su viacrucis en una de las calles aledañas a la parroquia del Carmen. Revisaban los focos, retocaban las flores, se hacían fotos ante el paso... «Hemos rezado para que no llueva», comentaba uno de los cofrades ya ataviado con el hábito.

La Cofradía del Descendimiento de la Cruz y Lágrimas de Nuestra Señora salió a las 21.00 de la iglesia del Colegio de El Salvador
La Cofradía del Descendimiento de la Cruz y Lágrimas de Nuestra Señora salió a las 21.00 de la iglesia del Colegio de El Salvador

Otra de las citas imprescindibles de la noche fue la procesión de las Lágrimas. Los cofrades del Descendimiento volvieron a teñir la iglesia del colegio de El Salvador. Pronto comenzó el diálogo de jotas y redobles que se ha convertido un clásico en su itinerario hasta San Cayetano. Fue un recorrido largo, pero repleto de momentos emotivos, como el paso por el Hospital Miguel Servet, o la lectura de las cinco lágrimas.

A la misma hora, la cofradía de la Sagrada Eucaristía partió de la parroquia del Perpetuo Socorro, precisamente, la salida congregó a numeroso público en la calzada de la avenida de Goya. El incienso conquistó a quienes siguieron el viacrucis por las calles del barrio con el Cristo portado a hombros por varios hermanos.

Otra de las postales del Martes Santo fue la calle de Conde Aranda con la procesión completa de la cofradía de la cofradía de Nuestro Señor en la Oración del Huerto, que salió desde la iglesia del Portillo. Al álbum de este martes se sumó cuando la cofradía de la Crucifixión cruzó el puente de Piedra, con la basílica del Pilar de fondo, para después recorrer parte del Casco Histórico de la ciudad con una talla de Cristo Crucificado y con la Virgen de los Ángeles. El entorno de la Seo, plaza de Santa Marta, Dormer, Mayor, Don Jaime I... Por algunas de esas mismas calles marcó el paso la Hermandad de Cristo Despojado de sus Vestiduras en su viacrucis.

No fueron pocos los amantes de la Pasión que corrieron de un lado a otro en busca de las procesiones. Los niños hoy tenían colegio, pero también trasnocharon. Unos guiados por su intuición cofrade, otros afinaron el oído para encontrar redobles y también los hubo que hicieron uso de alguna de las aplicaciones móviles que sitúan en tiempo real la ubicación de las procesiones sobre el mapa de Zaragoza. Una noche para enmarcar.

Divina Gracia con los nuevos detalles de la peana, ayer.
Divina Gracia con los nuevos detalles de la peana, este  martes.
Montañés

Las novedades de la peana de la Divina Gracia

El Lunes Santo no pudo ser a causa de la lluvia, pero anoche la Divina Gracia brilló en el traslado desde la capilla de Nuestra Señora de Gracia, del Hospital Provincial de Zaragoza, hasta San Cayetano. Con los parches de los tambores, bombos y timbales en un elegante susurro –por la cercanía con el centro sanitario–, la imagen salió con el andar de un grupo de peaneros de la Hermandad de San Joaquín y la Virgen de los Dolores.

También pasos meticulosos se dieron para conseguir artesanos profesionales que plasmaran en la peana la historia y tradiciones de la hermandad. Orfebrería Nuestra Señora del Castillo de Lebrija fue la autora de una estructura metálica de carbono de acero ligero, recubierto de madera en la que se acomete el peanil y las grecas de latón bañadas en plata fina.

Esta Semana Santa regresa a las calles de la capital aragonesa con novedades. Estrenó dos faroles de orfebrería en latón bañados en plata fina, que son diseño exclusivo y que sustituyen a los anteriores. Además, en el centro de la cabecera se ha instalado un brazo de campana que se remata con un pequeño angelote.

La talla de la Divina Gracia fue donada por un grupo de hermanos en 2022, coincidiendo con el quinto centenario de la fundación de la hermandad. La peana primitiva se estrenó en la procesión de la Soledad de ese año y la pasada Semana Santa procesionó por primera vez en la noche del lunes en la procesión del Recuerdo, que fue suspendida.

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