educación
¿Cómo saber si un niño puede tener altas capacidades?
Estas personas procesan todo mucho más rápido y de manera más intensa, tanto a nivel cognitivo como emocional.
Una alta capacidad, recuerda Beatriz Urriés, vicepresidenta de la asociación Sin Límites, es una "neurodivergencia" y, por lo tanto, no se basa solo en que el niño (y el adulto en el que se convertirá) es más inteligente. Estas personas procesan todo mucho más rápido y de manera más intensa, tanto a nivel cognitivo como emocional, y suponen el 10% de la población, según diversos estudios.
Actualmente en España se establece que un alumno tiene altas capacidades cuando se encuentra por encima del percentil 75 en todos los ámbitos de la inteligencia estudiados en las pruebas (razonamiento verbal, razonamiento lógico, memoria, creatividad y razonamiento fluido, entre otros), lo que se considera una sobredotación; o más del 80 en tres de ellas (talento complejo o múltiple), o superior al 95 de percentil en un ámbito específico.
Más allá de los datos, y partiendo de la base de que existen tantos perfiles como niños, hay determinados indicadores relacionados con un desarrollo temprano de las actitudes cognitivas y que pueden ayudar en su detección, que generalmente se produce en infantil o en los primeros cursos de primaria. Entre ellos destaca:
- Aprenden a leer muy pronto. En los colegios se suele enseñar sobre los seis años, pero estos niños lo hacen antes de manera autónoma.
- Tienen preocupaciones e intereses poco habituales para su edad.
- Hacen puzles indicados para niños de mayor edad.
- Van adelantados en el aprendizaje matemático.
También hay un grupo de menores que no sigue este patrón y que, por lo tanto, pueden pasar más desapercibidos a la hora de poder detectarlo. En estos casos cuentan con otro tipo de características como son:
- Tienen mayor sensibilidad en los sentidos.
- Viven la vida muy intensamente.
- Son creativos y tienen mucha capacidad para generar ideas.
- Son muy curioso. Se quedan observando todo detenidamente y preguntan por el funcionamiento y la razón de todo, con el objetivo de saber.
También existe la posibilidad, recuerdan desde la asociación, de las dobles excepcionalidades, lo que dificulta todavía más la identificación y puede provocar que en las pruebas salgan "resultados muy diversos". Hay casos de altas capacidades y dislexia, altas capacidades y trastorno del espectro autista o altas capacidades con déficit de atención, entre otros.
Algunas publicaciones científicas, como la de Adrián García-Ron y José Sierra-Vázquez, publicada en el portal Elsevier, llegan a ser incluso más concretas en la evolución de estos niños, aunque siempre partiendo de la base de que queda uno es diferente. En el cuadro que proponen se detallan estas características:
- Entre los 12 meses y los 4 años. En esta etapa, apuntan, muestran un interés inusual por lo que les rodea, con preguntas frecuentes e interés por aprender. También se percibe un desarrollo precoz del lenguaje, llegando a mantener una conversación con dos años. En esta edad también pueden controlar los esfínteres y conocer los colores. A los dos años y medio llegan a memorizar cuentos, canciones y oraciones. En algunos casos también pueden dibujar la figura humana, hacer puzles de 20 piezas o contar hasta 10. Y a los 4 años pueden leer con facilidad.
- Entre los 4 y los 6 años. Se relacionan con adultos y niños mayores, disfrutan leyendo cuentos y libros, tienen una curiosidad insaciable y una comprensión rápida e intuitiva.
- De 6 años en adelante. Suelen contar con un vocabulario amplio, gran memoria a largo plazo, comprenden y manejan conceptos abstractos complejos y tienen habilidad para recordar problemas no resueltos. Asimismo son capaces de hacer conexiones entre distintos conceptos y disfrutan planteando y resolviendo nuevos problemas.
Diagnóstico de altas capacidades
Ante la percepción por parte de las familias de que un niño puede tener altas capacidades, desde la asociación Sin Límites recomiendan hablar con el tutor y el quipo de orientación, puesto que en estos momentos el único informe que sirve, según la normativa, es el proporcionado por el orientador del centro. Solo apuestan por una evaluación externa si en el centro educativo deciden no llevarla a cabo o en el caso de dobles excepcionalidades.
También recomiendan acudir a la asociación, formadas por padres y madres de niños con altas capacidades. "Lo que hacemos es apoyarnos los unos a los otros. Organizamos actividades para que puedan profundizar y al final los niños hacen su círculo de amigos dentro de la asociación", señala.
