Tercer Milenio

En colaboración con ITA

11F

La campaña 'Soy científica. Vivo en tu barrio' se instala en el parque Grande y "se cuela" por todo Aragón

La Universidad de Zaragoza señala que el liderazgo de las mujeres en investigación sigue lejos del techo de cristal. 

Nueva edición de la campaña 'Soy Científica. Vivo en tu barrio'
Nueva edición de la campaña 'Soy Científica. Vivo en tu barrio'
Toni Galán

La campaña 'Soy Científica. Vivo en tu barrio' de la Universidad de Zaragoza, en colaboración con el Ayuntamiento de Zaragoza, podrá visitarse desde este lunes y durante un mes en la entrada del parque Grande de la ciudad. Además, la actividad en su cuarta edición ha logrado colarse por todo Aragón, gracias a la colaboración de medio centenar (por ahora) de colegios, institutos, bibliotecas, ayuntamientos, oficinas de turismo, empresas e instituciones, de las tres provincias.

Estas entidades se han sumado proyectando un vídeo de un minuto o imprimiendo y exponiendo la cartelería, que muestra a "las investigadoras como referentes reales, de carne y hueso, y no como frikis, heroínas, como un ratón de biblioteca o sin vida social, lo que podría desalentar las vocaciones científicas en niñas y adolescentes", según ha destacado Rosa Bolea, vicerrectora de Política Científica de la Universidad de Zaragoza.

Además, en Zaragoza ciudad, el vídeo de la campaña ha saltado a las pantallas digitales de gran formato de Zaragoza, como la fachada del Centro de Arte y Tecnología de Zaragoza (Etopia) y la ubicada junto al nuevo edificio de la Facultad de Filosofía y Letras en el campus San Francisco. También gracias a la empresa HMY (Yudigar), el vídeo se emite en las pantallas de la calle peatonal Delicias, plaza España, plaza Salamero y enfrente del Mercado central de Zaragoza.

Hasta 45 estudiantes de 5º de Primaria del colegio Tenerías han participado en la primera visita guiada -de las 12 programadas-, de la mano de las protagonistas de #CientíficaEnTuBarrio. Tres niñas, en representación de sus compañeros, han agradecido a las científicas su esfuerzo para ofrecer referentes reales y han reivindicado que cada día debería ser 11F.

Lejos del techo de cristal

La brecha de género respecto a la situación de la mujer investigadora de la Universidad de Zaragoza se ha reducido en las dos últimas décadas pero sigue siendo una realidad, tal como pone de manifiesto el 'Estudio de la situación de la mujer investigadora en la Universidad de Zaragoza (2000 a 2021)', llevado a cabo por  Carmen Baras, Lina Maldonado y María Asunción Beamonte.

De hecho, la participación de la mujer en actividades de I+D+i en la Universidad de Zaragoza ha alcanzado, en términos generales, desde hace algunos años el grado de igualdad. El número total de Personal Docente e Investigador en 2023 es de 3.697, del que el 50.1% son mujeres, 1852 (50.1%), y el 49.9%, hombres: 1845 (sin contar con el personal de investigación en formación (PIF). 

La barrera del 40%, porcentaje considerado referente para hablar de igualdad, se ha superado desde hace algunos años, y la mujer representa algo más del 44% en los equipos de los grupos de investigación. En todas las macroáreas, la participación supera el 40%, a excepción de Ingeniería y Arquitectura, en donde la participación de la mujer todavía no alcanza el 30%.

En cuanto al liderazgo de la mujer en investigación, se observa una tendencia ascendente, aunque todavía insuficiente, ya que el porcentaje de mujeres que lideran grupos de investigación supone el 26,5%, con diferencias entre macroáreas. En términos generales, en Ingeniería y Arquitectura es donde hay menos representación femenina.

Este dato está muy alejado todavía del índice del techo de cristal, que mide la proporción entre el total de mujeres y las que ocupan puestos superiores- que sigue siendo elevado, ya que es de 1,77 frente al 2,41 de 2010, teniendo en cuenta que por encima de 1 "no existe equilibrio", según se desprende de este estudio, presentado hace casi un año.

En los puestos más básicos, la presencia de la mujer es considerable, pero al escalar hacia puestos de responsabilidad aparece el efecto tijera, de tal manera, que el porcentaje de mujeres catedráticas es de apenas del 24,7%. A pesar de todo, el estudio señala que la brecha de género se reduce, frente a la situación de hace dos décadas, en que dicho porcentaje suponía un 11%.

El estudio también hace hincapié en el efecto de la maternidad en la promoción de la carrera académica. Cuando no hay menores al cargo, las mujeres tardan, de media, 4,05 años para pasar de contratado doctor a profesor titular, mientras que los hombres, 4,8. Sin embargo, si tienen un hijo durante la promoción, el tiempo de ella se eleva un 75%, unos tres años, mientras que el de él apenas crece un 37%”, indican.

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