La Universidad Laboral de Zaragoza pasa a la historia y comienza la cuenta atrás de un gran centro logístico

Acciona ha demolido en ocho meses el complejo de Malpica y reutiliza ahora gran parte del material del derribo en la explanación donde se construirá cinco naves.   

Fotos de las obras en la antigua Universidad Laboral
Más de 60.000 metros cúbicos reciclados en la explanación. La contratista de la demolición está reutilizando gran parte del material del derribo, tras su previa selección y machaqueo, y en este gran movimiento de tierras utiliza más de 15 retroexzcavadoras, dos palas cargadoras y camiones dumper 
José Miguel Marco

La antigua Universidad Laboral ha pasado a los anales de la historia tras ochos meses de intenso trabajo para demoler el complejo educativo por el que pasaron miles de alumnas durante los 30 años que estuvo en servicio, entre 1967 y 1997. La contratista Acciona, con el respaldo de firma navarra especializada en derribos Eri berri, ha acabado con las edificaciones que estaban englobadas en sus 37 hectáreas de superficie, que ahora se van a urbanizar junto al resto de la pastilla, en torno a 54 hectáreas situadas en el polígono de Malpica. Allí se levantará un gran centro especializado en logística.

El grado de reciclaje logrado en la obra es muy alto y ha obligado a separar todo por tipología de material a la hora de vaciar las edificaciones –no solo de mobiliario, sino de falsos techos, puertas y cristales– y tras la demolición. Para esta última tarea se ha contado con maquinaria específica, como la retroexcavadora de 120 toneladas que llevó Eri Berri a Zaragoza en octubre para deshacer a mordiscos la residencia de alumnas, de 98 metros de altura. Con este derribo, que dado su volumen se alargó seis semanas, culminó la desaparición bajo la piqueta de quince edificios y otras once construcciones de menor entidad que suman 300.000 metros cúbicos.

Esta misma empresa se encargó en su día de demoler y gestionar los residuos de la central térmica de Escatrón, al igual que el antiguo edificio de Telefónica de Zaragoza, en Vía Univérsitas, por encargo de Ebrosa.

La factura se estimó en seis millones de euros y le correspondía pagarla a la Administración como propietario, aunque para ganar tiempo en la transformación del complejo educativo en otro logístico de última generación la asumió la compañía inmologística aragonesa Montepino, a descontar del precio pactado por la adquisición de los suelos.

De esta forma, en menos de un mes se habrá procedido a la gigantesca explanación de la parcela resultantes, con los más de 60.000 metros cúbicos seleccionados y convenientemente machacados procedentes de los edificios reducidos a escombros, utilizados como relleno en la superficie resultante, de 372.790 metros cuadrados.

En esta labores han llegado a trabajar hasta 70 operarios con el respaldo de más de quince retroexcavadoras, dos palas cargadoras, camiones de gran capacidad –tipo dumper–y tres equipos de machaqueo. De igual manera, se ha utilizado maquinaria específica para arrancar las zapatas de cimentación.

A partir de entonces, comenzará la urbanización y construcción de dos de las cinco naves previstas por Montepino, que ha adquirido no solo los suelos de los dos propietarios principales de la pastilla, la DGA y la Entidad Pública Empresarial de Suelo (Sepes), sino de la pequeña de 20.981 metros cuadrados del Ayuntamiento de Zaragoza. Esta última compraventa la autorizó el equipo municipal el pasado viernes.

Trabajo prioritario

Lo primordial ahora es levantar las nuevas instalaciones para el entramado logístico del grupo Inditex y se pretende que la primera fase esté lista en el segundo semestre de 2024, un reto en lo que concierne a plazos que Montepino ha solventado con antelación para otros clientes en España. Esta será la primera gran operación en Aragón de la compañía fundada por el turiasonense Juan Vera, cuya inversión alcanzará los 300 millones de euros y la creación de entre 1.500 y 2.000 empleos, según las estimaciones oficiales.

No es el único cliente que se ha dado a conocer. Mientras Inditex ha optado por no hacer pública su instalación pese a constar oficialmente en la modificación del Plan de Interés General de Aragón (PIGA) de la Universidad Laboral para adaptarse a sus necesidades, la industria aragonesa Lapesa sí ha detallado sus planes de alquilar una nave de 12.833 metros cuadrados para trasladar allí su almacén. De este modo, liberará la superficie que necesita en las instalaciones de fabricación de calderas que tiene justo enfrente en Malpica para seguir creciendo.

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