Programas de apoyo a escolares vulnerables en Aragón: "Con un profesor más y la implicación de todos el cambio se nota"
El colegio Ciudad de Zaragoza es uno de los 109 centros de la Comunidad que cuenta con el plan PROA+ lo que le permite poner en marcha en las aulas desdobles y codocencia.
Es jueves, 10.00, y a 3º de primaria en el colegio Ciudad de Zaragoza, donde conviven casi 400 escolares de 35 nacionalidades, le toca Ciencias Naturales. Mientras la mitad del grupo permanece en el aula con su profesora, la otra mitad se dirige a la sala de stem (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) donde hacen el desdoble con la profesora que se ha incorporado a la plantilla gracias al programa para la orientación, avance y enriquecimiento educativo (PROA+).
‘Caution-Restricted access scientists’ se lee en la puerta forrada con papel metalizado. Cada niño tiene un carné con un número que teclean para acceder, un simple gesto que les conciencia sobre la importancia de la seguridad con móviles y otros dispositivos. Hoy toca extraer la clorofila de las espinacas con un mortero. De las ventanas cuelgan radiografías de la columna vertebral y de los pies que han usado para conocer los huesos. Tienen 45 minutos para experimentar y luego se intercambiarán con sus compañeros.
En el aula de 3º Miriam Zardoya explica los principales ecosistemas a otros diez alumnos. En cuanto pregunta algo, más de la mitad levantan la mano para contestar. También están divididas las opiniones sobre si prefieren los experimentos o seguir la materia en el libro. "Es importante la iniciación al método científico, que observen, hablen, planteen dudas y hagan sus pruebas", apunta esta profesora que también hace desdobles en steam.
"Los desdobles te permiten trabajar solo 10 a 12 niños, ideal para que la atención sea mucho más personalizada. Los ensayos que se llevan a cabo captan su interés y les motivan a aprender de una forma más práctica", explica Eva Ciria, la directora del centro. Esta metodología necesita la participación de todo el equipo docente, subraya. Los desdobles se llevan a cabo también en matemáticas y los aprovechan para familiarizar a los chavales con la programación informática. "En los desdobles estamos participando 10 compañeros (la plantilla la forman una treintena de maestros)", destaca la directora.
La codocencia, dos profesores en el aula, también se aplica. Permite que cada niño avance a su ritmo, mejora el comportamiento general y los que precisan de mayor apoyo no tienen que salir, lo que evita su estigmatización.
Apertura a familias y el barrio
Este programa PROA+ va más allá. El colegio ha elaborado un proyecto estratégico de mejora y desarrolla otras actividades ‘palanca’ para impulsar el aprendizaje, además de atraer a las familias y tejer redes con el entorno. Hay un plan de acogida al profesorado y propuestas para que las familias se acerquen cada vez más a la escuela.
"Se imparten clases de español para los padres en horario lectivo dos horas a la semana con una voluntaria de la Fundación San Ezequiel Moreno y en las semanas culturales intentamos que participen. Es un trabajo muy lento y complicado, pero sí que hemos notado que en las tutorías grupales hay un poco más de afluencia", cuenta la directora.
La escuela también utiliza la fórmula de aprendizaje-servicio que trabaja contenidos relacionados con el entorno y ayuda a atender necesidades existentes en el barrio. Cada curso se fija un objetivo: paseos saludables con la residencia de mayores, limpieza, tolerancia, salud...
"Hasta nosotros mismos estamos conociendo recursos del barrio. Con la asociación de vecinos no teníamos contacto, pero detectamos que chicos mayores tenían los cigarrillos para vapear y nos contaron que los adquirían en una tienda automática 24 horas cercana. Con su ayuda lo denunciamos y se ha podido solucionar", pone como ejemplo Ciria.
La directora del Ciudad de Zaragoza hace una valoración positiva tras la experiencia del curso pasado y este: "Con un profesor más y la implicación de todos el cambio se nota en los niños y las familias". Incide en que como docentes se están formando y adquieren "herramientas" para trabajar mejor con este alumnado, y acaban teniendo "otra visión" y un "cambio de mentalidad" sobre estudiantes de los que a priori no tenían "expectativas altas" acerca de su rendimiento.
Y también más orientación y clases de refuerzo
Actualmente, este Programa para la orientación, avance y enriquecimiento educativo 2021-2024 y las Unidades de acompañamiento y orientación (UAO) son las dos principales iniciativas de cooperación territorial para apoyar al alumnado especialmente vulnerable. Ambos dependen del servicio de equidad del Departamento de Educación.
La red de centros PROA+ la integran 109 colegios e institutos, 85 públicos y 24 concertados, entre ellos el Ciudad de Zaragoza, que superan un 30% de alumnado vulnerable, explican desde la DGA.
Por su parte, las unidades de acompañamiento y orientación se estructuran en equipos multidisciplinares que acompañan las trayectorias, desde 3º de primaria hasta bachillerato, de alumnos con problemas de absentismo, riesgo de repetición y repetidores incapaces de seguir el ritmo curricular.
Este curso hay creadas 37 UAO (el doble de las de 2021-2022) que atienden a 111 centros de las tres provincias, entre ellos también el Ciudad de Zaragoza. Dependiendo del número de menores con los que hay que trabajar en cada colegio o instituto de manera individualizada un profesional se desplaza varias horas cada semana. Este año lectivo, como novedad, se ha incorporado una unidad al equipo de orientación especializado en convivencia. El curso pasado se atendió a 1.200 alumnos.
Ambos planes están financiados por el Ministerio de Educación con fondos europeos Next Generation. Para el 2024-2028 se prevé "la continuidad con una segunda fase cofinanciada por parte de las comunidades con un modelo que todavía no se ha establecido", aseguran desde Educación.
Hay otros programas autonómicos como el Aúna, convocado este mes, que financia cuatro horas semanales de refuerzo y repaso de las materias fundamentales para grupos de entre ocho y 15 menores. Se imparten fuera del horario lectivo y de la jornada laboral de los profesores. La dotación presupuestaria es de 358.848 euros para cubrir 241 grupos de refuerzo. La idea es que se pongan en marcha tras la primera evaluación.
