El fracaso y el abandono escolar en Aragón generan un sobrecoste de 106,5 millones el curso pasado
Un informe de la compañía de tecnología educativa Dide.org estima el gasto de los estudiantes que repiten, no logran el título o plantan sus estudios.
El fracaso escolar en los distintos niveles educativos en los centros públicos y concertados de Aragón generó un sobrecoste económico de 106,5 millones de euros el curso 2022-2023. Esta cifra engloba lo que supone atender en las aulas a los alumnos que repiten, a los que finalizan la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) sin obtener el título y a los que empiezan un Bachillerato, ciclos medios y superiores o una carrera universitaria sin terminarlos.
Esta es la principal conclusión del Informe del coste económico del fracaso escolar, elaborado por la compañía internacional de tecnología educativa Dide.org. En España, la cifra alcanza los 4.596 millones de euros.
La investigación detalla el dinero que se invierte en los alumnos que no promocionan o dejan las aulas por cursos, un cálculo que se basa en multiplicar su número por el gasto medio que supone su educación. La repetición en Primaria, ESO y Bachillerato asciende a 42,5 millones. En 2022 repitieron 2.186 chicos de primaria (etapa en la que el gasto por cada uno se sitúa en 5.629 euros), 3.449 de secundaria y 918 de bachillerato, en ambos con un desembolso de 6.923 euros por plaza.
Este informe aborda también el no aprovechamiento de recursos por fracaso escolar en Secundaria que genera un gasto algo inferior al de las repeticiones: 30,8 millones. En el curso 2022-2023 fueron, según el estudio de Dide.org, 4.451 los estudiantes que salieron de la ESO (es decir, cumplieron 16 años y dejaron los estudios) sin el título y sin una certificación de sus conocimientos (con la nueva ley educativa Lomloe sí se incluirá).
El tercer factor que tiene en cuenta es el abandono temprano, es decir, estudiantes que solo tienen concluida la ESO (la enseñanza obligatoria) y que empezaron la FP de grado medio o el Bachillerato pero lo dejaron sin terminar y que tienen entre 18 y 24 años. El coste de los que plantaron bachillerato, que fueron 1.341, se cifra en 9,3 millones. Los que dejaron las aulas en ciclos formativos de grado medio, lo hicieron 932, suponen un gasto de 6,5 millones.
El estudio también contabiliza a los que cuelgan una FP de grado superior (553) o la carrera a la mitad (1.847). Habitualmente estas circunstancias no se engloban al hablar de abandono escolar. Renunciar a los ciclos superiores cuesta 5,2 millones y a la universidad más del doble, 12,2 millones.
"Es un fracaso del sistema"
La directora general de Dide.org, Elena Betés, apunta que el fracaso escolar es "un fracaso como sociedad y tienen impactos familiares muy relevantes". "En un mundo en el que aprender a aprender es clave para ser capaces de adaptarse a las máquinas inteligentes, no podemos permitirnos perder jóvenes sin formación relevante para su vida profesional", asegura. Aboga por la aplicación de herramientas de detección temprana de dificultades y la adopción de medidas adecuadas.
"Cuando fracasa un alumno fracasa el sistema, todo el alumnado debería promocionar. El problema es la evaluación comparativa con otros alumnos, cada uno se debe evaluar consigo mismo", opina Juan Antonio Planas, presidente de la Asociación Aragonesa de Psicopedagogía. "Un alumno cuando repite no mejora necesariamente el rendimiento", dice.
A su juicio, un obstáculo es un "sistema rígido, en el que el alumno no normotipo tiene problemas por defecto o por exceso, porque también hay que tener en cuenta las altas capacidades". Para adaptarse a las individualidades, el refuerzo en el horario lectivo y la reducción de las ratios son fundamentales, además de "no hablar solo de capacidad sino también de problemas emocionales, que cada vez hay más", concluye Planas.
Aragón y otras comunidades
El dosier de Dide.org hace también una comparativa entre las comunidades. En Aragón, en el curso 2021-2022 había un 27% de alumnado de 15 años que no estaba matriculado en el curso que le correspondía por edad (4º de la ESO) y que, por tanto, no había promocionado en algún momento de su trayectoria escolar. Esta tasa de idoneidad inversa, así se llama este indicador, se sitúa dos puntos y medio por encima de la media nacional de un 24,5%.
Así, Aragón tiene la sexta tasa de alumnos repetidores más alta de España en Secundaria, sin incluir a Ceuta y Melilla que lideran esta estadística. Le superan Murcia (30,5%), Castilla-La Mancha (30,1%), Andalucía (29,8%), Islas Baleares (28,4%) y Canarias (27,2%). El mejor resultado lo obtienen Cataluña (12,7%) y el País Vasco (20%).
Las repeticiones en primaria descienden, pero aún hay un 15,7% de los menores aragoneses que no ha superado algún curso antes de cumplir 12 años. Son más de tres puntos por encima de la media de España de un 12,1%. En el ranquin nacional, Aragón es la cuarta región con la tasa más alta (sin tener en cuenta Ceuta y Melilla), por detrás de Murcia (17,4%), Castilla-La Mancha (16,4%) y La Rioja (16,2%). La cifra más baja la arroja Cataluña, con un 5,3% de repetidores.
En lo referido a la tasa de fracaso escolar, la población de hasta 16 años que no logra terminar la educación obligatoria, se sitúa en Aragón en el 12,1%, muy cerca de la media española del 12,9%, según datos del curso 2019-2020. La Comunidad se sitúa en la mitad de la tabla nacional. Por debajo, en orden creciente, se ubican Cantabria, País Vasco, Navarra, Canarias, Asturias, Galicia, Cataluña, Castilla y León, Extremadura, Aragón y Madrid. Por encima de ella se encuentran Valencia, Baleares, La Rioja, Castilla-La Mancha, Andalucía, Melilla, Murcia y Ceuta.
