Todos los vecinos de Tarazona y Torrellas pueden beber ya del grifo tras la puesta en marcha de la tecnología ultravioleta

El Gobierno de Aragón "aparca" la construcción de una tubería para captar agua en el nacimiento del río Queiles y asegura no es por razones económicas.

Visita de Jorge Azcón y José Luis Bancalero a la estación depuradora de Tarazona donde este lunes han empezado a funcionar los equipos de luz ultravioleta
Visita de Jorge Azcón, en el centro,  a la estación potabilizadora de Tarazona donde este lunes han empezado a funcionar los equipos de luz ultravioleta
Fabian Simón/DGA

La pesadilla vivida durante más de dos meses por los vecinos de Tarazona, TorrellasNovallas y Los Fayos que beben agua procedente del río Queiles empieza a tocar a su fin, al menos en cuanto a su consumo, porque lo que sigue siendo una incógnita es el origen de la contaminación del cauce por el protozoo 'Cryptosporidium'. 

Desde este lunes, todos los habitantes de Tarazona y Torrellas sin excepción pueden volver a beber y usar sin restricciones el agua del grifo tras ponerse en marcha en ambas poblaciones los equipos de luz ultravioleta de tratamiento y desinfección que garantizan la calidad del abastecimiento.

Unos días más tendrán que esperar los habitantes de Novallas y Los Fayos para recuperar una normalidad total. En Los Fayos esta tecnología, que elimina los microorganismos resistentes al cloro pero no al calor, como el 'Cryptosporidium', está previsto tenerla lista a lo largo de esta semana y en Novallas antes de que acabe noviembre.

Desde principios de noviembre ya se puede beber agua del grifo en Tarazona y Torrellas (2 de noviembre); Los Fayos (3 de noviembre) y Novallas (9 de noviembre), pero se mantenía hasta ahora la recomendación de que mantuvieran el consumo de agua de botella determinados colectivos vulnerables, como ancianos, niños menores de 6 años y personas inmunodeprimidas, que se retira con el tratamiento ultravioleta.

Estos son los plazos que ha anunciado este lunes el consejero de Sanidad, José Luis Bancalero, durante su visita a la estación potabilizadora turiasonense, junto al presidente aragonés Jorge Azcón, para conocer de primera mano el funcionamiento de estos reactores con lámparas.

Sobre la construcción de una tubería de 7,2 kilómetros que tome el agua directamente del nacimiento del río Queiles, otra de las soluciones que se habían planteado para evitar futuros problemas de contaminación, Bancalero ha señalado que esta alternativa "se ha aparcado". 

Entre otras razones ha señalado que esta solución requería de una "técnica de ingeniería" mucho más complicada y podía afectar negativamente a otras zonas que se abastecen también del Queiles. Mientras, la luz ultravioleta resulta una medida "mucho más ágil y rápida" y proporciona "una calidad del agua totalmente segura para la población".

El presidente aragonés ha incidido en que la elección no ha respondido a criterios económicos para "ahorrar costes", sino que se ha optado por la que técnicamente se ha creído que "es mejor". La compra e instalación de tecnología de luz ultravioleta en las potabilizadores de los cuatro municipios ha supuesto una inversión de 369.000 euros. La nueva conducción requeriría una inversión de alrededor de 3 millones.

"El Gobierno de Aragón no ha escatimado medios ni humanos ni técnicos y gracias a la tecnología se puede asegurar de forma eficiente que el consumo de agua va a ser seguro" (Jorge Azcón)

"El Gobierno de Aragón no ha escatimado medios, ni humanos ni técnicos, y hoy, gracias a la aplicación de la tecnología, se puede asegurar de forma eficiente que el consumo de agua en los cuatro municipios va a ser seguro", ha remarcado el presidente, quien ha destacado la inversión global de la DGA, cercana a 500.000 euros, para dar una solución de futuro a los cuatro municipios y no "un parche".

La puesta de largo de los equipos de luz ultravioleta en Tarazona ha suscitado las críticas del grupo socialista en el Ayuntamiento que, como oposición, se ha sentido "vetado" del acto público al no haber sido invitados. La concejal socialista y diputada en las Cortes de Aragón, Leticia Soria, ha denunciado en X (antes Twitter) la política de Azcón "vetando la pluralidad y transparencia".

Esta desinfección no aporta químicos ni sabor ni olor

Según el Ejecutivo aragonés, la radiación ultravioleta es un método físico instantáneo que puede usarse para la desinfección y/o esterilización del agua para consumo humano, con capacidad para eliminar microorganismos (bacterias, hongos, algas, virus o protozoos…) al destruir su ADN e impedir su reproducción. Esta desinfección no aporta químicos ni sabor, olor, pH o conductividad y no cambia la temperatura del agua.

El material está fabricado en acero inoxidable, incorpora lámparas especiales de mercurio de baja presión, protegidas en cápsulas transparentes, y la luz emitida por estas lámparas es concentrada (90 %) y capaz de destruir o inactivar microorganismos como el 'Cryptosporidium' y otros presentes en el agua. El titular de Sanidad ha subrayado que se trata de unas instalaciones pioneras en España y no habrá más de diez instaladas en potabilizadoras.

El Ejecutivo autonómico ha invertido un total de 488.975,59 euros en la gestión de esta crisis (41.103,46 euros, en Salud Pública; 43.273,84 euros en actuaciones de Interior y Emergencias y el resto en tratamientos biocidas y de UV del Instituto Aragonés del Agua) sin incluir los costes de investigación epidemiológica, guardias, inspecciones, atención sanitaria, análisis en laboratorios del Sanidad, entre otros, que no están cuantificados.

Investigación del origen de la contaminación

En cuanto al foco de la contaminación del Queiles, Bancalero ha insistido en que continúa sin saberse, aunque se ha intentado "por todos los medios" disponibles al alcance de la Administración regional. Para acotar el origen una de las claves a determinar es si se trata de un ‘Cryptosporidium hominis’ o un ‘Cryptosporidium parvum’. El primero se transmite a través del hombre, y podría provenir de la depuradora de un municipio, y el segundo, de los animales. 

El problema es que en las analíticas han aparecido ambos. "Seguimos sin saber si tiene que ver con un vertido causa de una actividad humana o por causas naturales, como un torrente, un  deslizamiento de tierras o una lluvia que ha motivo determinados residuos", ha especificado. 

El caso está siendo investigado por la Fiscalía de Zaragoza y el alcalde de Tarazona, Tono Jaray, ha recalcado que el Ayuntamiento pedirá responsabilidades si hay un factor humano detrás. "A beber menos cerveza y vino y más agua", ha sugerido el regidor con buen humor, visiblemente satisfecho de poner un punto y aparte a una crisis de salud pública de la que, dijo, la localidad ha salido "más reforzada".

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