El COI designará también los JJ. OO. de 2034 el próximo año y deja al Pirineo casi sin opciones

El contexto político y la premura de plazos dan la puntilla a un proyecto estratégico para el sector de la nieve.

El presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, durante su discurso en la 141ª Sesión del COI inaugurada en Bombay (India).
El presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, durante su discurso en la 141ª Sesión del COI inaugurada en Bombay (India).
EP

Con la resaca del fiasco de la candidatura conjunta entre Aragón y Cataluña todavía muy presente, el Pirineo afronta otra más que posible decepción de cara al futuro de la cordillera. El Comité Olímpico Internacional (COI) ha decidido que las sedes de los Juegos de invierno de 2030 y de 2034 se elijan el mismo día, el próximo año, lo que deja prácticamente sin opciones al proyecto español. La premura de los plazos para organizar la candidatura y la actual coyuntura política son losas demasiado grandes de levantar para una iniciativa que, sin embargo, en los valles siguen viendo "perfectamente viable".

El COI se encuentra cada vez con mayores impedimentos a la hora de encontrar sedes aptas para celebrar los Juegos de invierno. A la falta de consenso político y el elevado coste económico que deben afrontar los organizadores se une ahora un problema quizá mayor, el del cambio climático y el calentamiento global.

Así lo expresaba hace unos días el presidente del organismo internacional, Thomas Bach, en una convención en la India: "En 2040, mañana en términos olímpicos, dos de estos quince comités olímpicos nacionales ya no tendrán la fiabilidad necesaria para que los Juegos de invierno se celebren en febrero y cinco para los Paralímpicos que se celebran en marzo. Esto significa que en 2040 solo diez podrán albergar los deportes de nieve de los Juegos", advirtió.

En consecuencia, el COI quiere resolver las dos próximas convocatorias sin decidir, 2030 y 2034, antes de, presumiblemente, establecer un turno rotatorio a partir de entonces entre los organizadores más consolidados en este tipo de disciplinas olímpicas. Esa doble adjudicación se concretará el año que viene y de momento la única certeza que parece inamovible es que Sant Lake City (Estados Unidos) acogerá una de las dos citas.

Negociación

La candidatura norteamericana tiene el visto bueno del COI, y aunque prefiere organizar los Juegos de 2034 -para distanciarlos de los de verano de Los Ángeles 2028-, podría llegado el caso asumir los de 2030. También se postulan Francia, Suecia o Suiza, mientras que por el camino cayeron Japón, salpicada por escándalos de corrupción; Canadá, por falta de apoyo gubernamental; y España, por el conocido desencuentro entre Aragón y Cataluña en el reparto de pruebas.

El último intento del expresidente Javier Lambán, en forma de carta a sus homólogos de Cataluña y Navarra, quedó sin respuesta a las puertas de las elecciones autonómicas y de las generales. Ahora, el nuevo Gobierno de Aragón mantiene que el proyecto de los Juegos Olímpicos de Invierno en el Pirineo puede ser una "gran oportunidad", pero siempre que la Comunidad sea "respetada" y participe "en pie de igualdad" con cualquier otro territorio. De momento, los esfuerzos del área de Deportes se centran en el proyecto Romareda y las opciones de ser sede del Mundial de fútbol de 2030.

Del Pignatelli se desprende que la situación política actual es poco propicia, con un Gobierno central en funciones y en negociaciones con el independentismo catalán para la investidura. Además, salvo el cambio del Ejecutivo aragonés, el resto de los actores implicados siguen siendo los mismos que no lograron un acuerdo. En este sentido, la figura del presidente del COE, Alejandro Blanco, quedó muy marcada por su falta de imparcialidad.

"El proyecto es viable, pero falta voluntad política"

Mientras el COI busca alternativas al proyecto español, que contaba con todo las opciones de hacerse con la cita de 2030 hasta que el desencuentro político lo impidió, en el Pirineo no arrojan la toalla. "La esperanza es lo último que se pierde", señala José Ricardo Abad, presidente de la Federación Aragonesa de Deportes de Invierno. "El proyecto es perfectamente viable, pero hace falta voluntad", asegura, para achacar a continuación el reciente fracaso a los dirigentes políticos. "Nos hicieron la cama, en especial Blanco", lamenta.

"No estuvo a la altura. No puede ser que el esquí alpino, que con respeto al resto de disciplinas es el 90% de los Juegos, se quede todo en Cataluña", subraya. A su juicio, no obstante, "si fuera por la gente de la montaña, el acuerdo se cerraría en seguida". "Si el Gobierno central y el COE nos sienta de nuevo, pero partiendo de cero, sería fácil", reitera. Abad recuerda que "un evento de esta índole conlleva beneficios e inversiones" para el territorio. Y añade que "si se hacen villas olímpicas, habría vivienda para los trabajadores, uno de los grandes problemas de los valles".

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