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Tecnología y teleasistencia se aúnan en Aragón para alargar la vida de los mayores en sus casas

El programa desarrollado por DFA y el anterior Gobierno llegará a 1.575 usuarios y se financia con 7,2 millones de la UE.

Teleasistencia dpz
Una aragonesa, con servicio de teleasistencia.
DPZ

El nuevo Gobierno PP-Vox ha dado ya los primeros pasos para lanzar un programa dirigido a alargar la vida y autonomía en el hogar de las personas mayores, con discapacidad y dependientes gracias a la teleasistencia avanzada y la tecnología. La iniciativa se pone en marcha bajo el nombre Apoyos Conectados.

El plan llegará a 1.575 usuarios (525 en cada provincia) de las capitales aragonesas y de las comarcas de las tres provincias con mayor y menor población: Central de Zaragoza, Campo de Belchite, Hoya de Huesca, Somontano de Barbastro, Comunidad de Teruel y Maestrazgo.

El proyecto proviene del anterior cuatripartito del Ejecutivo autonómico, que lo adjudicó a la Fundación DFA y la asociación del grupo Telefónica ATAM para la atención a personas con discapacidad que se han encargado de diseñarlo y, a partir de ahora, llevarlo a la práctica. La inversión, que alcanza los 7,2 millones de euros, se engloba dentro de las subvenciones europeas financiadas con cargo al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Se espera que a finales de mes llegue a los primeros usuarios.

Apoyos Conectados viene a dar continuidad y a ampliar la iniciativa pionera que el Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS) y Fundación DFA llevaron a cabo en diez hogares de la Comunidad a finales de 2021.

La implantación de esta tecnología avanzada o personalizada es una de las asignaturas pendientes en el sistema de la dependencia en Aragón desde hace años. Y esta iniciativa es un paso encaminado a paliar esta carencia. El gerente del Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS), Ángel Val, señaló en su comparecencia en las Cortes de Aragón que se trata de un "proyecto potentísimo" y en función de los resultados se valorará su incorporación al catálogo de servicios sociales que se quiere ampliar.

Hasta marzo de 2025

Este sistema de monitorización y alertas, de carácter voluntario y que no tiene coste para el usuario, va a implantarse hasta el 31 de marzo de 2025. Los beneficiarios se van a segmentar en tres niveles de intensidad y apoyo.

El primer nivel de intervención alcanzará a 250 participantes por provincia. Estos dispondrán de un servicio de apoyo y acompañamiento dentro y fuera del domicilio mediante una aplicación con geolocalización en su móvil que también les permite contactar con especialistas con la mera pulsación del botón correspondiente.

La parte más novedosa es la instalación de sensores (balizas) en diferentes habitaciones del domicilio, conectados a un reloj inteligente que hay que llevar sobre todo durante la noche. Estos dispositivos permiten localizar al usuario en la casa, detectar automáticamente caídas e inactividad y analizar su marcha, y hasta hacer un análisis de la calidad del sueño. Con esto se evita el uso de cámaras u otros elementos intrusivos en la intimidad de los usuarios.

La unidad de apoyo, formada por especialistas en atención psicosocial para el abordaje de todo tipo de situaciones de emergencia, se sitúa en el centro de atención telefónica de la Fundación DFA, disponible todo el tiempo. Al otro lado del teléfono estarán los gestores de salud, que harán el seguimiento de los datos de los aparatos biomédicos que use la persona y pueden recomendar hábitos y medidas para mejorar su salud.

Monitorizar la salud

El segundo nivel del programa está diseñado para atender a 175 personas por provincia. En este caso, a los servicios de teleasistencia a través del móvil y la instalación de sensores para seguir los movimientos se suma un conjunto de aparatos con los que cada usuario se puede medir en su hogar de una forma sencilla la tensión arterial, la frecuencia cardiaca, el peso, la temperatura, la saturación de oxígeno y la glucosa. Con la aplicación del móvil transmiten los datos al equipo clínico y a sus familiares si estos quieren.

El último nivel se dirige a 100 personas en cada una de las tres provincias con niveles de dependencia más severos. En estas situaciones a las dos soluciones anteriores se suma el apoyo técnico presencial y acompañamiento, una tarea que está ya asumida a nivel local y se quiere reforzar. Estos técnicos de promoción a la autonomía se encargarán de dar los apoyos directos a la persona para lo que pueda necesitar (no sustituye al apoyo domiciliario), como una gestión administrativa, ir a hacer la compra o hacerle compañía durante un rato.

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