El gasto farmacéutico se duplica en Aragón en 20 años y supera los 651 millones de euros
Incluye el coste de la facturación de recetas en farmacias y los medicamentos de los hospitales.
El gasto farmacéutico continúa aumentando en Aragón. En las últimas dos décadas se ha duplicado, superando ya los 651 millones de euros el año pasado frente a los 314 millones de 2002. Esta cifra incluye tanto las adquisiciones directas de medicamentos en los sectores sanitarios de la Comunidad como la prescripción de recetas en las boticas. Y es una tendencia ascendente que se mantiene de forma progresiva desde 2001 (cuando era de 284 millones), primer dato de la serie que recoge Asistencia Sanitaria. Estos incrementos, aunque sustanciales, se encuentran por debajo de la media nacional.
En 2022, el gasto intrahospitalario fue de 261 millones de euros (lo que representa el 40,78% del total), registrando un incremento anual del 1,69%. Llama la atención que en 2002 este concepto fue sensiblemente inferior (58 millones). El Gobierno de Aragón destinó a recetas el año pasado más de 385 millones (hace dos décadas la cifra rondaba los 256 millones).
Desde la Dirección General de Asistencia Sanitaria, la coordinadora de la Estrategia de Uso Racional del Medicamento, Ana Cristina Bandrés, da un paso más allá en las cifras, y aporta el dato de junio de 2022 a mayo de 2023 tanto del consumo hospitalario en Aragón (276.793.907 euros, un 5,36% más que en el mismo periodo anterior) como del gasto en recetas (376.869.676 euros, con un aumento del 3,34%). El total en la Comunidad asciende a 653 millones, 26 millones más: "Por tanto, el gasto farmacéutico aumenta en un 4,18%, creciendo más el hospitalario en el último año". La adquisición de medicamentos en Atención Especializada incluye el coste de los fármacos para enfermos ingresados, los tratamientos que se dispensan a pacientes externos desde los servicios de Farmacia hospitalaria y los que se administran en Hospitales de Día.
Entre los factores que explican el aumento progresivo en el gasto farmacéutico se encuentran, por una parte, el mayor número de pacientes al que se llega, porque la esperanza de vida sube y "porque se tratan más patologías, muchas asociadas a la edad". Y, por otra, se encuentra el precio de los nuevos fármacos: "Se van ajustando pero tienen unos costes mucho más elevados que antes". "En el ámbito hospitalario, por ejemplo, todos los años entran nuevos medicamentos, como la inmunoterapia para el tratamiento del cáncer", con un impacto económico elevado.
El gasto medio por receta en las oficinas de farmacias facturada al Servicio Aragonés de Salud se mantiene estable (11,71 euros en mayo). "Este concepto aumenta, pero en menor medida" porque "aunque se trata a más pacientes, con una población muy envejecida, el coste de los medicamentos por receta no tiene unos impactos tan elevados". "En la parte de receta estamos con un crecimiento más contenido –explica Bandrés– que el gasto de los hospitales".
Apuesta por los biosimilares
Además, hizo referencia a la apuesta que se hace por el uso de medicamentos biosimilares, que son aquellos de origen biotecnológico equivalente al biológico original cuando este pierde la patente. "Supone una reducción de costes en la molécula de alrededor del 60% a nivel nacional", señala. En un estudio para evaluar el gasto en farmacia, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) propone continuar fomentando su uso efectuando una planificación estratégica que priorice los tratamientos más adecuados o con mayor potencial para el cambio a biosimilar.
También considera que se deben introducir incentivos a la prescripción y uso de medicamentos biosimilares, mejorar la formación de los facultativos y medir resultados en salud. Según la Airef, una estrategia en esta dirección permitiría alcanzar ahorros de entre 7 y 10 millones de euros a Aragón (que serán mayores a medida que vayan apareciendo nuevos biosimilares), adicionales a los 23 millones conseguidos con el consumo de biosimilares en los últimos años. "Esto nos ayuda a modular el crecimiento, que es menor que el que cabría esperar si no tuviésemos la entrada de estos medicamentos biosimilares o genéricos, que también los hay en el hospital", añade. Del mismo modo, apunta: "La colaboración con los profesionales trabajando en coordinación con ellos a través de distintos grupos de trabajo permite optimizar los tratamientos, dando paso a la innovación en los pacientes que se benefician de ello".
