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Sanidad estima que 37 personas han muerto por causas atribuibles al calor desde junio en Aragón
Esta cifra es inferior a la del mismo periodo de 2022, cuando se calcularon 121 fallecimientos.
Los fallecimientos atribuibles al calor en Aragón suman 37 desde el 1 de junio hasta el pasado martes, una cifra sensiblemente inferior a la registrada en el mismo periodo de 2022 (121). Así se desprende de la última estimación disponible en el panel de monitorización de la mortalidad diaria por todas las causas (MoMo) del Instituto de Salud Carlos III, dependiente del Ministerio de Sanidad.
Tal y como arrojan estos cálculos estadísticos, los decesos afectan en los mayores de 65 años y, sobre todo, a partir de los 85. A esta última franja de edad corresponderían, de hecho, 26 fallecimientos por las temperaturas extremas. En lo que va de verano, el MoMo recoge cuatro fallecimientos en Aragón coincidiendo con la primera ola de calor a finales de junio. En julio, según la información aportada por este sistema de monitorización, el día 12 se alcanzó la mayor cifra de mortalidad atribuible a las altas temperaturas durante este periodo estival, con 6 decesos. Dos días, el 13 y el 14, se registraron 5 muertes; y los dos siguientes, 4 cada uno. Con el vaivén térmico de este mes se han estimado ocho días sin registrar fallecimientos por el calor. Según el MoMo, la Comunidad aragonesa registró hasta 101 muertes atribuibles a las altas temperaturas en el verano de 2020; 111, en 2021; y 266, en 2022.
El sistema de monitorización de la mortalidad diaria por todas las causas fue desarrollado en 2004 para reducir el impacto sobre la salud de la población como consecuencia del exceso de temperatura. Su objetivo es identificar las desviaciones de mortalidad diaria observada con respecto a la esperada según las series históricas de mortalidad, y permite estimar de forma indirecta el impacto de cualquier evento de importancia en Salud Pública. Desde la Consejería de Sanidad recordaron que la estimación del panel MoMo no informa de personas fallecidas sino del resultado del cálculo estadístico. Para tener datos reales, el Departamento ofrece un balance a mitad y a final de verano del Plan de acción para la prevención de los efectos de las temperaturas extremas sobre la salud en Aragón, que se activó a finales de mayo.
Impacto sobre la salud
Los episodios de temperaturas elevadas pueden tener un impacto sobre la salud de la población. El calor extremo impide descansar por la noche y agrava enfermedades previas, aumentando la mortalidad. Las autoridades sanitarias piden prestar especial atención a los más vulnerables, como personas mayores, menores y quienes tienen patologías crónicas (con problemas cardiovasculares, respiratorios…). Se recomienda adoptar medidas de precaución adecuadas para reducir los riesgos. Dada la especial afectación en mayores de 65 años y especialmente con problemas sociales y de salud, como enfermedades crónicas, es imprescindible hacer hincapié en todos los servicios que los atiendan, como las residencias y centros de día de carácter público y privado, entre otros.
Para la doctora Paloma González García, geriatra y vicepresidenta de la Sociedad Aragonesa de Geriatría y Gerontología, las personas mayores deben hacer un esfuerzo, aunque no tengan sensación de sed, de beber agua, zumo o algún líquido, preferiblemente fresco, en esta época del año: "La cuestión es que se hidraten de forma regular, hasta completar los ocho vasos al día si fuera posible". Hay personas mayores que están en tratamiento diurético, "y a lo mejor no es muy adecuada la sobrecarga hídrica, y quizá la mejor solución para este perfil de ancianos sea una reducción del tratamiento diurético". Es aconsejable que contacten con su enfermero o médico de Atención Primaria, indica, para que "sea una pauta acordada con sus referentes sanitarios".
En este sentido, tal y como destaca, "la deshidratación es muy peligrosa" porque "si no se trata de forma adecuada se puede producir un ‘shock’ y un fallo multiorgánico, con "consecuencias muy severas que podrían llegar al fallecimiento, de ahí la importancia de prevenir un golpe de calor". Entre las precauciones básicas que destaca, aplicables a toda la población, están evitar hacer ejercicio intenso en las horas de máximo calor del día, vestir ropa cómoda, tomar líquidos y comidas ligeras, utilizar sombreros o gorras para proteger del sol o mantener la casa fresca y ventilada. Entre los síntomas de un golpe de calor se encuentra el dolor de cabeza, confusión y desorientación, vómitos, piel seca, calambres, agotamiento o cansancio.
