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Claves para elegir gafas de sol: "Una oscura no quiere decir que tenga filtro ultravioleta"

El presidente de la Sociedad Aragonesa de Oftalmología, José Manuel Larrosa, recomienda emplearlas si se va a estar largo tiempo expuesto al Sol. "Puede incluso protegernos de melanomas", subraya.

El oftalmólogo José Manuel Larrosa, presidente de la Sociedad Aragonesa de Oftalmología, este lunes en Zaragoza.
El oftalmólogo José Manuel Larrosa, presidente de la Sociedad Aragonesa de Oftalmología, este lunes en Zaragoza.
Francisco Jiménez

"Los rayos ultravioletas dañan la retina y, además, pueden agravar la evolución de diversas enfermedades oculares" Es la advertencia que hace José Manuel Larrosa, oftalmólogo del Hospital Miguel Servet de Zaragoza y presidente de la Sociedad Aragonesa de Oftalmología, quien sostiene que muchas veces no hacemos uso suficiente de la protección de las gafas de sol.

Para el también profesor de Oftalmología de la Universidad de Zaragoza, pueden incluso protegernos frente a melanomas, como son algunos cánceres de piel a nivel del párpado. "Los rayos ultravioletas no son buenos para ninguna superficie de nuestro cuerpo", afirma. De ahí que la primera recomendación que haga de cara a este verano sea la de emplear gafas de sol cuando se vaya a estar expuesto a rayos ultravioleta de manera continuada, un consejo para adultos y niños (ahora que son meses de piscinas y playa) y extendible a invierno, con la práctica del esquí.

Dicho esto, no todas las gafas de sol valen por muy bonitas que sean. Lo esencial es que cuenten con protección ultravioleta. "Una gafa oscura no quiere decir que tenga filtro ultravioleta. Podríamos tener una oscura que no lo tenga y no solo es que no nos proteja sino que puede estar perjudicándonos. Pensemos en una gafa de sol que oscurece y, por lo tanto, nos hace dilatar más la pupila. Si no tiene protección en realidad está empeorando la exposición a rayos ultravioletas de nuestra retina", observa.

Por ello, Larrosa hace hincapié en acudir a centros oficiales, como son las ópticas, a la hora de adquirirlas porque siempre va a haber profesionales que garanticen que esas gafas de sol tienen filtro ultravioleta. "Si las compramos a pie de calle, en algún 'chiringuito', nadie garantiza que vayan a tener esa protección. Y si se hace a través de internet, en muchas páginas no tenemos seguridad de quién está detrás ni qué tipo de gafa nos están dando. Toda gafa de sol debería tener filtro ultravioleta", insiste. A partir de ahí, los filtros pueden proteger más o menos dependiendo de la actividad a realizar (no es lo mismo estar en alta montaña, que en la playa o conduciendo, por poner unos ejemplos).

En cuanto a cómo cuidar nuestros ojos, Larrosa aconseja hacer revisiones de oftalmología preventiva. "Por ejemplo, tomarse alguna vez la tensión ocular a partir de los 40 años o alguna revisión de fondo de ojo por comprobar que no haya ninguna patología. Existen enfermedades que no se pueden detectar si no es a través de una revisión. Lo que ocurre es que casi todo el mundo acude a hacérsela cuando tiene un problema; y los dos motivos fundamentales son: que tengamos los ojos rojos o una pérdida de visión", observa.

"Existen enfermedades que no se pueden detectar si no es a través de una revisión de oftalmología"
"Convendría hacer una revisión a todos los niños a los 3 años y otra a los 6, al inicio de la edad escolar"

En su opinión, convendría hacer una revisión a todos los niños a los 3 años y otra a los 6, cuando empiezan la edad escolar. Y ya de adultos, a los 40, 50 y 60 años. "Con cada década, pero no hay una máxima al respecto", dice.

Las patologías más frecuentes 

El abanico de enfermedades oculares es muy amplio y son muchas las que ve en su consulta. No obstante, una de las más frecuente es la catarata, que tiene tratamiento y que con las técnicas quirúrgicas actuales se logra una rehabilitación casi completa. A esta le seguiría las relacionadas con la retina, sobre todo con la degeneración macular asociada a la edad. "En sociedades como la nuestra es muy prevalente. Conforme vamos teniendo años podemos ir desarrollando un desgaste en la retina y puede llevar incluso a la ceguera. Es una patología grave que requiere muchos recursos de los servicios de Oftalmología. Y es importante detectarlas porque en algunos casos se pueden hacer tratamientos con inyecciones intraoculares para tratar de enlentecer o revertir estas formas de daño ocular", detalla.

Una tercera sería el glaucoma, una enfermedad silente y sin tratamiento para revertirla. Según explica, al no dar síntomas y ser muy lenta en su evolución, muchas veces cuando el paciente acude al médico el daño está ya avanzado. "Todos los tratamientos son para tratar de lentificar o detener la evolución del cuadro. Por lo tanto, es muy importante el diagnóstico precoz", advierte. Otros males no tan comunes, pero igual de relevantes son los desprendimientos de retina, "que son una urgencia en sí misma". "Requiere un tratamiento normalmente quirúrgico y de forma preferente para tratar de evitar la pérdida de visión", afirma. Y después hay otros derivados de patologías, como la diabetes. "Hoy en día se ha reducido mucho la ceguera por diabetes gracias al buen control que están haciendo de esta patología tanto médicos de familia como endocrinólogo. Y también por la concienciación ciudadana", explica.

"Hacemos un uso tan exagerado de tablets, móviles, etc, que están subiendo muchísimo las patologías asociadas a la fatiga visual y sequedad ocular"

¿Y el uso cotidiano y prolongado de móviles, tablets y otros dispositivos tecnológicos? ¿Están dañando nuestros ojos? La respuesta es 'sí'. Larrosa apunta que están subiendo "muchísimo" las patologías asociadas a la fatiga visual y sequedad ocular. "El estar con pantallas todo el día genera mucho sobreesfuerzo en la visión cercana y eso da fatiga visual, dolor de cabeza y también genera mucha sequedad del ojo", subraya. Por ello, aconseja no abusar en horas y seguir la regla 20-20-20. "Cada veinte minutos hay que levantar la vista (de la pantalla) 20 segundos a una distancia  de 20 pies (lejos) para tratar de relajar la musculatura de acomodación ocular", aclara.

Por su parte, la Unión de Consumidores de Aragón (UCA) recuerda que las gafas solares deben llevar marcado CE, además de contar con el filtro adecuado. Entre los requisitos en su etiquetado destaca: la identificación del modelo y del fabricante o suministrador, la referencia a la norma ISO 12312 sobre protección ocular y facial y el tipo de filtro utilizado (polarizado, fotométrico o degradado). Y, sobre todo, advierte de la importancia de evitar las falsificaciones "para preservar la salud ocular".

Además, señala que la categoría del filtro nos indicará para qué usos son válidas:

  • Categoría O. Muy poca protección frente al deslumbramiento. Destinadas principalmente al uso estético o confort.
  • Categoría 1. Poca protección frente al deslumbramiento. Uso urbano con luz no muy intensa
  • Categoría 2. Buena protección frente al deslumbramiento, para situaciones de media luminosidad. Uso urbano con día soleado o deportivo.
  • Categoría 3. Alta protección frente al deslumbramiento, para situaciones de fuerte luminosidad. Recomendables para playa o montaña.
  • Categoría 4. Muy alta protección frente al deslumbramiento, para situaciones de muy fuerte luminosidad. Para deportes de alta montaña, como el esquí o deportes acuáticos. "Recordar que este tipo de gafas no son válidas para conducir", avisan desde la UCA.

 

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