Los 'remedios de la abuela' para combatir a los mosquitos

Antes de que emergieran los productos químicos, en las casas se trataba de evitar que se colaran los insectos con algunos trucos naturales.

Naranja con clavo, un poco de manzanilla y geranios en un balcón.
Naranja con clavo, un poco de manzanilla y geranios en un balcón.
Pixabay

Los mayores son un pozo de sabiduría y con sus refranes y sus trucos domésticos nos demuestran a diario lo aconsejable que es escucharlos. Estos días ya comienzan a verse en las playas a señoras que embadurnan a sus nietos en una mezcla de crema Nivea con yodo para tratar de hacer una suerte de protector solar, que -eso sí- no resulta demasiado efectivo. También contra los mosquitos cada cual tiene su argucia y su artimaña más allá de los productos químicos y los insecticidas de las farmacias.

En este verano en el que los mosquitos acribillan por doquier se han disparado las ventas de geraniol (contra la mosca negra) y citronela (contra los mosquitos). Como puede imaginarse, llenar el balcón de geranios es una buena táctica para tratar de evitar que los insectos entren a casa, dado que el olor de esta planta les hace reconsiderar sus intenciones. De hecho, no pocas terrazas de bares y restaurantes de Zaragoza también recurren a esta florida decoración, que lleva años siendo un ‘must’ -por ejemplo- del quiosco del parque Bruil. También es útil el laurel como repelente natural y en muchos pueblos de Aragón aún se encuentran en las puertas de las casas ramas de laurel o de eucalipto, romero o tomillo buscando así una protección contra los picotazos.

Uno de los ‘remedios’ de abuela es el conocer y saber echar mano de numerosas plantas que tienen efectos repelentes. Quizá la más efectiva sea la hierba luisa, con permiso de la albahaca -también muy útil- que es aconsejable tener en las ventanas. Por las redes se ha hecho viral en los últimos días un truco que parece dar resultado y es el de partir un limón o una naranja por la mitad e introducirle clavo de especia. Los ‘tiktokers’ dan la aprobación al invento que, eso sí, hay que cambiar cada tres o cuatro días.

El olor a limón, menta o albahaca resulta de lo más agradable, aunque también hay remedios con otros aromas que resultan insoportables a los mosquitos… y a muchos humanos también. Las cabezas de ajo machacadas -hay incluso esprays de ajo- ahuyentan a los insectos, pero se corre el riesgo de dejar la casa con un olor de fondo que -aquí hay que darle la razón a Victoria Beckham- echa mucho para atrás. Parecido sucede con el vinagre, que contiene ácido acético, pero tiene un olor tan fuerte que desincentiva a muchos usuarios. En su lugar, hay quienes prefieren echar mano de las varitas de incienso, con aromas más agradables, que repelen a los insectos si se sitúan cerca de puertas y ventanas.

Parece una obviedad decir que las mosquiteras son de gran ayuda, si bien no lo es tanto aportar que las mosquiteras también conviene rociarlas con insecticida porque algunas especies de insectos son tan pequeñas que pueden atravesarlas. "Los mosquitos se posan en los filtros, chupan el producto y mueren", explican los expertos. Este verano también vuelve a ser reivindicada y ponerse de moda la clásica cortina de tubitos de plástico, de la que destacan sus bondades para mantener una temperatura fresca en el interior y que también dificulta el acceso de los bichos. Por último, otra arma casera contra los torpes mosquitos voladores es crear corrientes de aire dentro de la casa: o bien abriendo un par de ventanas o bien poniendo a funcionar el ventilador.

Y si no ha habido suerte y el insecto ha sido más rápido que nuestras precauciones y previsiones, los libros de consejos domésticos también tienen un amplio repertorio de hierbas medicinales que pueden hacer más llevadero el picotazo. Dicen que el tomillo ayuda a prevenir infecciones en la picadura y reduce el picor. Para eso, "solo necesitas triturar las hojas y aplicarlas sobre la zona unos 10 minutos", explican. La manzanilla también sirve para calmar los picores y la ventaja es que es un tipo de infusión que todos tenemos en casa: el tratamiento es tan sencillo como preparar una infusión y luego aplicar una gasa impregnada de esta sobre el picotazo. La melisa y la albahaca también son útiles para aliviar el escozor.

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