infraestructuras 

El reloj de sol ya funciona en Canfranc

Esta dedidado a los ingenieros Fernando Ramírez de Dampier y Luis Caballero De Roda que construyeron la estación y su entorno.

El reloj de sol de Canfranc está situado frente a los dos vagones restaurantes y fue instalado ayer. Está dedicado a los ingenieros Ferenando Ramírez de Dampierre y Luis Caballero De Rodas.
El reloj de sol de Canfranc está situado frente a los dos vagones y fue instalado ayer. Está dedicado a los ingenieros Ferenando Ramírez de Dampierre y Luis Caballero De Rodas.
Juan Antonio Ros

La estación de Canfranc crece y se moderniza, todo ha cambiado desde la puesta en marcha del Royal Hideway Hotel a finales de enero, que acoge sin cesar a nuevos visitantes. Entre las novedades, un reloj de sol. Este artilugio está dedicado a los ingenieros Fernando Ramírez de Dampierre y Luis Caballero de Rodas, que construyeron el edifico de la estación y toda su explanada. El aparato llegó el pasado jueves y ya está en marcha. 

Tras completar a principios de año el grueso de las obras de rehabilitación de la Estación Internacional y de su entorno urbanizado, sigue avanzándose con trabajos complementarios que rematan el conjunto patrimonial.

El reloj de soo se puso en marcha y se hizo con antiguas agujas de vías, trozos de rail y tirafondos reciclados.
El reloj de soo se puso en marcha y se hizo con antiguas agujas de vías, trozos de rail y tirafondos reciclados.
Juan Antonio Ros

En los últimos se han puesto en marcha dos vagones antiguos de ferrocarril que acogen el restaurante vinculado al hotel, una sugerente propuesta que mezcla la historia, el encanto de principios del siglo XX y una exquisita gastronomía. 

Mientras tanto, en los exteriores, la nueva vegetación se encuentra bien aclimatada entre las numerosas piezas ferroviarias industriales recuperadas e incorporadas al paisajismo como grúas, postes, toperas, tomas de agua, portaladas, barandas y otras.

El ingeniero aragonés Juan Antonio Ros, ante la puerta del Carmen.
El ingeniero aragonés Juan Antonio Ros, ante la puerta del Carmen.
Guillermo Mestre

El equipo que dirige el ingeniero zaragozano Juan Antonio Ros trasladó el reloj de sol fabricado con unas antiguas agujas de vías, trozos de rail y tirafondos reciclados de obras antiguas

No está previsto un acto de inauguraciuón, pero el alcalde Fernando Sánchez, que repitió en el Ayuntamiento en las últimas elecciones con seis concejales de su partido (PSOE), se mostró muy satisfecho con esta obra tan representantiva. 

Financiado por el Ayuntamiento de Canfranc, los autores pretenden que este símbolo del paso del tiempo sea conmemorativo de la creatividad, impulso y esfuerzo de los ingenieros de Caminos precursores que fueron responsables de la Estación y de su explanada. 

El reloj de sol ya funciona en Canfranc.
El reloj de sol ya funciona en Canfranc.
Juan Antonio Ros

Fernando Ramírez de Dampierre se encargó de la Estación Internacional, mientras que Luis Caballero de Rodas desvió el río Aragón para crear la plataforma de la estación y el resto de edificios, usando para ello los estériles del túnel ferroviario a Francia, construyendo todo un conjunto urbanizado dotado de las infraestructuras necesarias y compuesto de puentes, encauzamientos, túneles de desvío de riadas y muchos elementos de perfecta factura.

Con los nombres de los dos ingenieros grabados en grandes letras en relieve en su lateral, el nuevo reloj de sol está hecho con raíles, un cambio de agujas, pernos y pequeñas piezas originales de la Estación. 

Cuenta Juan Antonio Ros que no se han usado pinturas ni elementos artificiales de tipo plástico o sintéticos, ni tampoco elementos degradables. No requiere mantenimiento y se pretende que perdure en el tiempo, como el resto de intervenciones en este entorno. "Es un pequeño homenaje que aúna técnica y arte en línea con los hitos alcanzados en su día por los homenajeados", agrega.

Los ingenieros aragoneses del siglo XXI han querido usar un lenguaje de sostenibilidad, recuperación y economía circular, valores que han estado muy presentes durante las obras de rehabilitación y que todavía tendrán más protagonismo durante los proyectos que conducirán a la apertura de la línea internacional de ferrocarril.

La pieza ha sido donada al Ayuntamiento de Canfranc por los constructores de la rehabilitación (empresas Acciona y Avintia), como legado de su esfuerzo y satisfacción por haber podido contribuir en esta compleja obra y por los autores del reloj, Teo y Juan Antonio Ros, ingenieros aragoneses especializados en este tipo de obras solares icónicas.

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