turismo
El histórico Tren Azul se pone de moda y llega a los 3.000 viajeros
El 1 de julio viajará a Olite (Navarra) para conocer su castillo y gastronomía.
De la decena de viajes a lo largo de este año que tiene previsto hacer el histórico Tren Azul, todos han llenado ya sus ocho vagones. Los miembros de la Asociación Zaragozana de Amigos del Ferrocarril y Tranvías (Azaft) defienden que conocer España subido a este ferrocarril histórico “se ha puesto de moda”. Al final del año esperan alcanzar la cifra de unos 3.000 viajeros.
Carlos Abadías, presidente de Azaft, destaca que este formato nuevo en Aragón para hacer turismo “cae bien” a los pasajeros porque, además, asumen que realizan al mismo tiempo una “labor social” ya que con los billetes ayudan a “recuperar el patrimonio industrial”. Hasta ahora, presumen de haber salvado 99 ferrocarriles históricos, de los cuales hay 29 depositados en Canfranc (entre los que se encuentra uno de los destinados a restaurante del hotel Royal Hideaway). Otros 70 están entre la sede central de la asociación en Casetas y en las naves que tienen en la Plataforma Logística Plaza.
“Esta asociación depende de la aportación de los 300 socios porque no tenemos ningún apoyo institucional”, recalca el presidente de Afaft. Abadías recuerda modelos diferentes de gestión como el Museo de ferrocarril de Mora la Nova, en Tarragona, que funciona gracias a la financiación pública de 1,5 millones de euros. Aun así, agradece que la empresa Alsa les aporte las locomotoras especiales para desarrollar este tipo de viajes.
El futuro de los tres museos ferroviarios
“Nosotros aportamos las ideas y la imaginación para el desarrollo de estos trenes, aunque espero poder hablar cuando se constituya el nuevo Gobierno de Aragón con la consejería sobre el proyecto de los futuros museos de Canfranc, Zaragoza y Caminreal (Teruel) y podamos avanzar”, reconoce Abadías.
Cortada la línea ferroviaria de Zaragoza-Canfranc como uno de los destinos más demandados por los viajeros del Tren Azul, están previstos, no obstante, otros viajes: como el del vino en Cariñena, que será en septiembre, o el de torrezno rumbo a Soria en octubre, al que se prevé que acudirán con los aficionados de Madrid. Ambos ferrocarriles históricos se juntarán en Torralba del Moral, cerca de Medinaceli.
El viaje a Olite y su castillo
El viaje más inmediato del Tren Azul está previsto para el próximo 1 de julio para desplazarse a las 9.30 desde Zaragoza hasta Olite, con el objetivo de poder conocer su “maravilloso” castillo y gastronomía. Así lo anuncia su pagina web (www.trenazul.es). El precio del billete es de 30 euros (si pretenden acudir en el coche salón ZZ1601 pueden pagar hasta 40 euros) y su regreso a la capital aragonesa es a las 20.00, tras un viaje que dura una hora y media.
La composición del ferrocarril que hace esta ruta incluye el coche estafeta P3-3067 con el museo postal, el coche departamento BB4-6033, el coche restaurante WR-3567, que dispone de unas plazas sentadas y el servicio del bar durante todo el trayecto, y el coche cama Yft-4648. Además, irá otro vagón restaurante WR-2747 que tiene interiores de marquetería originales de 1926. En cola de tren, viajará el coche salón ZZ-1601 con su mirador.
Carlos Abadías destaca que en este viaje han decidido recuperar billetes con diseños antiguos que realizaba la imprenta Blasco, cuyas máquinas se recuperaron, y han conseguido que un impresor les haya preparado uno de los años 50 en Madrid para que los viajeros se los lleven de recuerdo.
Un billete especial e históricos
“Es un billete especial, impreso con una máquina de imprimir antigua y que ha sido comprada y restaurada por un aficionado al ferrocarril y que proviene de una empresa ferroviaria catalana. El billete será una pieza de colección y una gran sorpresa para los viajeros”, incide el presidente de Azaft. Está basado en el boleto Edmondson, ideado en 1840 por este ebanista que fue jefe de estación en el ferrocarril de Newcastle y Carlisle, y perduró hasta su reemplazo por sistemas más modernos en las últimas décadas del siglo XX.
Con este billete pretende recordar que en Aragón hay una máquina de imprimir billetes de tren históricos en la colección de la imprenta Blasco y “nadie ha pensado en ponerla en marcha”, se lamenta el presidente de Azaft. De momento, esta máquina se mandó restaurar, pero descartando sus accesorios y para que no pueda funcionar. “Este tipo de máquinas, al igual que los trenes, deben restaurarse funcionales y con todos sus accesorios que permitan explicar una tecnología. No solo la belleza de un tipo de máquina concreto”, concluye.