Como viene siendo habitual año tras año, la Feria de la Cereza de El Frasno ha arrancado este sábado en plena campaña de recogida, esta vez marcada por las últimas lluvias que han rajado el producto y también por la falta de agua achacada tanto a la falta de precipitaciones en meses anteriores como al secado de acuíferos por la excavación del túnel de trasvase del Jalón al embalse de Mularroya. A pesar de todo ello, la media docena de puestos locales acreditan la buena calidad del fruto, por su dulzura, calibre y dureza.

"A las siete y media ya han venido a montar los puestos y preparar todo. En mi caso, un poco antes he tenido que dejar a la gente en el campo", comentaba Julián Vicén, productor y desde hoy alcalde de la localidad. Sobre cómo va la cosecha, asume que "está un poco regular por las últimas lluvias, porque han estropeado bastante", pero remarcaba que lo que ha quedado tiene mucho tamaño y de calidad es excepcional, muy buena". En cuanto a contrataciones asumía que "los precios se mantienen y viene casi la misma gente". Como una cita ya consolidada, Vicén valora que "es un día de promoción del producto, que la gente la conozca, la pruebe y cualquiera sale contento".

El Frasno presume de cerezas

Iván Aspas, también agricultor, explicaba que "de normal en el pueblo se cogen 800.000 kilos, ahora es cuando más se está cogiendo y si llegamos a 400.000 será una cifra muy buena". En su caso, incide en que "al ser cereza de montaña y mucha de secano, coge más dulzura" y apela a "su color y un tamaño majo".

Además de esta fruta, se unen varios puestos de cosmética, artesanía, cuero, pero también de productos de alimentación cercanos como embutidos, queso, mermeladas, pates y panadería. "Los productos de la panadería Jesús salen a muchos pueblos y a Zaragoza, pero es una forma de acercarlos a la gente", comentaba Andrea Lázaro. Yolanda Ostáriz, de las cerezas Valle Vicor, apuntaba que "a la gente le gusta, va probando y sale contenta".

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Jesús y Tomi, en su camino de Zaragoza a Cetina, se llevaban tres cajas: "Sabíamos que era la feria. Hemos dado un par de vueltas y las hemos cogido, aunque no sabíamos en cual porque tienen buena pinta y los precios están unificados. También nos llevamos de panadería y bollería", remataban.

Para Susana Andrés, con variedades summit y lapin, presumía que "son dos variedades de mercado que gustan mucho: por el tamaño, son duras y muy dulces". "La Summit tiene la gracia que acaba en corazón", destacaba. En el caso de Virginia Andrés, con puesto de campos familiares, "la gente suele ir a por las más gordas, pero también buscan lo dulce y la sylvia es una de las de mayor dulzor". "Es muy gratificante", comentaba sobre la jornada.

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También llegados desde Zaragoza Eva Grau y su marido, con destino en Morata de Jalón, se habían acercado a la feria. "Ya nos han guardado las cajas, pero vamos a dar una vuelta. Llevo comprada mermelada, patés y ajos de Arándiga. Y no hemos acabado…", comentaba. Montse de Zaragoza reconocía que han llegado "de propio, porque sabíamos que estaba la feria".

La cita se prolonga hasta este domingo, con horario de venta desde las 10.00 a las 19.00. Además de 11.00 a 13.00 se desplegarán hinchables para los jóvenes y de 10.00 a 12.00 saldrán los cabezudos, de la comparsa del barrio zaragozano de La Almozara.