Salva la vida a un compañero en la Base Aérea de Zaragoza y se hace viral

Gracias a su rápida intervención, el sargento Fernández Ruiz lograba estabilizar a un soldado que estaba sufriendo una crisis convulsiva.

El sargento Fernández Ruíz, destinado en el Escuadrón de Seguridad de la Base Aérea de Zaragoza
El sargento Fernández Ruíz, destinado en el Escuadrón de Seguridad de la Base Aérea de Zaragoza
H. A.

Hace unos días, el Ejército del Aire compartía a través de sus redes sociales una historia ocurrida en la Base Aérea de Zaragoza. El suceso no tardaba en viralizarse en redes sociales. Los hechos ocurrieron durante la guardia del sargento Fernández Ruiz, quien se encontraba con un compañero de servicio como auxiliar de la Guardia de Seguridad. Fue entonces cuando recibieron una llamada de aviso.

 "Nos llamó por teléfono un soldado destinado en la escuadrilla de policía porque un compañero estaba en el suelo convulsionando", rememora. Enseguida, Fernández cogió el coche y salió corriendo hasta el lugar de los hechos, una zona residencial, donde se encontró al soldado tendido en el suelo y rodeado de otros compañeros, al parecer, en estado de bastante nerviosismo. "Desalojé la habitación, pidiendo que solo se quedaran dos compañeros conmigo", explica. Allí le contaron que acababan de cenar y estaban jugando a la 'playstation'. 

"Siempre me ha gustado ayudar a la gente. Estoy acostumbrado a sufrir situaciones de estrés de este tipo y en esta ocasión aun con más motivo porque es un compañero"

En estos casos, explica. "actuar con calma es fundamental para no dar un paso en falso". Mientras atendía al joven, Fernández observó que tenía la mandíbula bloqueada y que estaba lesionándose la lengua. "Decidí sacar una cánula de Guedel (una vía aérea que se utiliza en el manejo de las vías respiratorias) que llevo en un pequeño botiquín propio con la que logré liberar la lengua, evitando así que la seccionará completamente", prosigue el sargento. Tras la rápida maniobra, Fernández colocó al soldado en posición lateral de seguridad (PLS) y estuvo a su lado en todo momento para que no perdiera la consciencia hasta que llegaron los médicos.

Gracias a su rápida y certera intervención, ya estabilizado, se procedió al traslado del compañero en una UVI móvil al hospital Miguel Servet para su tratamiento y observación, donde superó la crisis sin consecuencias. Su rauda intervención fue, aseguraban a través de la publicación, "fundamental". Sin embargo, no es de sorprender pues Fernández cuenta con una larga trayectoria profesional. No en vano, lleva desde 1999 realizando labores de voluntariado en distintos servicios de emergencias.

"No pensé que trascendiera tanto. Es algo para lo que estoy entrenado por mi profesión y anteriormente por mi bagaje sanitario, y he vivido más de una situación de emergencia"

A sus 41 años, Jesús María Fernández RuIz es natural de Valladolid y lleva desde 2015 destinado en el Escuadrón de Seguridad de la Base Aérea de Zaragoza. "Siempre me ha gustado ayudar a la gente. Estoy acostumbrado a sufrir situaciones de estrés de este tipo y en esta ocasión aun con más motivo porque es un compañero", explica a HERALDO.

Mente fría y serenidad

Eso sí, pasados unos días desde lo ocurrido, y tras comprobar el alcance de los hechos, reconoce que la repercusión de esta historia, sobre todo a través de las redes sociales -donde ha superado las 26.000 reacciones y roza los 700 comentarios-, consiguió hacerle sentir "algo abrumado".

"No pensé que trascendiera tanto. Es algo para lo que estoy entrenado por mi profesión y anteriormente por mi bagaje sanitario, y he vivido más de una situación de emergencia", asegura. Algo que, sin duda, le sirvió para mantener los protocolos claros en todo momento: "En estos casos, tener la mente fría y mantener la serenidad para el paciente y el entorno es fundamental".

Y aunque no ha vuelto a ver al soldado al que salvó la vida, un compañero de la escuadrilla de policía, Fernández cuenta que, poco después le contactó con él para agradecerle lo sucedido. "Sobre todo quería dar las gracias a los compañeros que estuvieron colaborando posteriormente y que le acompañaron al centro hospitalario, por esta muestra de compañerismo y amistad", concluye.

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