Javier Lambán en estado puro. El secretario general del PSOE-Aragón habló muy claro en su primera intervención tras la derrota electoral del 28-M. Al ganador, el popular Jorge Azcón, le recordó que él es aún el presidente de Aragón y no acepta que le invite a las Cortes para hablar de pactos. A los de Ferraz, que seguirá al frente de los socialistas aragoneses hasta el próximo congreso, en el que los suyos prepararán una renovación «con voz propia». No renuncia a explorar alianzas con el cuatripartito y Aragón Existe para continuar en el Gobierno, y así conseguir que el PP, para lograr la investidura, tenga que «retrasarse» con Vox.

A las cinco de la tarde comenzó la intervención de Lambán ante el Comité Regional. A la sede del PSOE acudieron los presidentes provinciales, Fernando Sabés, Juan Antonio Sánchez Quero y Mayte Pérez, consejeros, parlamentarios y Miguel Gracia, expresidente de la Diputación de Huesca. Ante ellos reconoció lo «triste» que fue la noche del 28-M, cuando se dieron de «bruces» contra unos datos fruto de una «corriente subterránea» de la que no se dieron cuenta. Lamentó la pérdida de la DPH, y puso en valor que se conserve la DPZ y quizá la DPT. Y ensalzó a Lola Ranera, que preservó los diez ediles que logró su antecesora, y como ya hizo en la noche electoral, le pidió que no se vaya, convencido de que en 2027 logrará ser alcaldesa.

Él se irá, pero no tan pronto. «Cuando unas elecciones dan la probable pérdida del Gobierno, uno tiene que asumir responsabilidades», reconoció, y él pretende estar «a la altura de las circunstancias». Se comprometió a hacer lo mejor primero para Aragón, y luego para el PSOE. Por este orden. «En su día podré abandonar el timón, pero el barco no lo abandonaré jamás», declamó.

Para Lambán hay que buscar fuera las causas del «varapalo» que ha recibido el PSOE en todas las comunidades. Y tachó de «simple y mezquina» la estrategia de Azcón para ganar las elecciones aunque, en vista de los resultados, fue la «acertada». Como si se limitan a «llorar» no van a remontar, abogó por mirar al futuro. Y recordó que la conformación de los ayuntamientos el 17 de junio y de la Mesa de las Cortes el 23 de junio ayudarán a vislumbrar lo que ocurrirá después.

No acudirá a la cita que le ha planteado Azcón en las Cortes para hablar de pactos. «A fecha de hoy soy yo quien lo tiene que llamar al Pignatelli para hablar de los resultados sin prejuzgar nada de lo que vaya a pasar en las próximas semanas», zanjó.

Acusó Lambán a Azcón de comportarse como en un «juego de trileros» porque «se avergüenza de Vox». Y aseguró que intenta «seducir a incautos en el camino», en referencia a Teruel Existe y al PAR, no para compartir poder sino para «usarlos como muletas alternativas» mediante algún tipo de pacto que pueda blanquear su «convivencia» con la extrema derecha.

El líder del PSOE-Aragón quiere que todos se «retraten». Que TE y PAR aclaren si están dispuestos a ser «monaguillos» del PP o si se unirían a una «mayoría alternativa» que obligaría al PP a mostrar «hasta dónde va su rechazo a Vox».

El presidente de Aragón en funciones avisó de que «vienen curvas», pues Europa obligará a retomar la senda de la estabilidad. Se mostró convencido, además, de que Azcón «no gobernará» sino que «mandará», «y mandará con los instrumentos, maneras y estilos que ha demostrado en la campaña, sin escrúpulos». Vaticinó que se dedicará a «destruir» al PSOE y que en los primeros años se va a dedicar a inaugurar proyectos que dejó preparados su Gobierno.

Miró hacia el PSOE-Aragón del futuro; el que podría pasar por el regreso de la ministra de Educación y portavoz del partido, Pilar Alegría, a Aragón, para competir por liderar el partido cuando se convoque el congreso de renovación. Y abogó por hacer un «PSOE aragonés con voz propia». «Nos lo hemos ganado. La poca o mucha autoridad moral que me quede la utilizaré para que lo que tengamos que ser lo seamos porque nosotros queremos serlo, no porque nos lo impongan», declaró. Convencido de que su apuesta por un Aragón «con voz propia» sigue siendo válida todavía.

Fotos del Comité Regional del PSOE Aragón en Zaragoza, con la intervención de Javier Lambán

El PP critica que no negocie y hablará con los demás

Por su parte, el Partido Popular denunció este viernes los «insultos» a las fuerzas políticas aragonesas que vertió Javier Lambán durante su intervención ante el Comité Regional del PSOE. «Lamentamos el final político al que se está abocando y su incapacidad para asumir los resultados electorales», recalcó Pedro Navarro, secretario de Organización del PP-Aragón.

Como ganador de las elecciones autonómicas, el PP ha trasladado a todas las fuerzas políticas su intención de abordar el futuro de Aragón y su gobernabilidad. «Sin embargo, nos hemos encontrado con la negativa de la segunda fuerza política. Javier Lambán se ha negado a sentarse con el ganador de las elecciones», denunció. En su opinión, el secretario general del PSOE-Aragón solo piensa en su partido y en Pedro Sánchez. «La culpa de su derrota la tiene todo el mundo menos la gestión del Gobierno de Aragón. Sigue sin entender que la gente, cuando vota, siempre tiene razón. Los aragoneses nunca se equivocan, tienen una voz propia y han mandado a Lambán a la oposición» indicó.

Consideró el secretario de Organización del PP que la soberbia «está cegando» a Lambán y le advirtió que «de la estrategia de confrontación no va a salir nada bueno para los aragoneses». «El modelo del Partido Popular busca sentarse a hablar, dialogar cara a cara del futuro de Aragón. Pero nos hemos encontrado con el desprecio de un modelo que solo quiere volver al pasado», reprochó.

El PP ha remitido cartas a todas las fuerzas políticas que han logrado representación en las Cortes de Aragón. De mayor a menor, tras el PSOE sería el turno de Vox. Pero con el partido que lidera Alejandro Nolasco en Aragón no se ha fijado todavía ninguna reunión, «por respeto», hasta conocer si Lambán se vería con el «ganador legítimo» de las elecciones. Contestó Navarro al reproche de que el PP se avergüenza de Vox. «Estoy orgulloso de los votantes del PP. No me puedo avergonzar de ningún aragonés, y menos del voto democráticamente depositado por un aragonés», zanjó.