La economía, el empleo y la sanidad son los temas que más preocupan a los aragoneses en esta campaña electoral. Por contra, cuestiones medioambientales como la sequía, las energías renovables o el trasvase del Ebro no quitan el sueño a los votantes de la Comunidad. Así se desprende del sondeo de A+M para HERALDO, que da pistas de hacia dónde deben encaminar los candidatos sus mítines y promesas en esta recta final hacia el 28-M.

La cuestión que más inquieta a los aragoneses es el empleo, con un 7,1 de preocupación sobre un máximo de 10. Pese a que la Comunidad arroja la cifra de parados más baja desde 2008 (55.810 desempleados en abril), la incierta situación de los mercados en un contexto de guerra internacional influye en el sentir de los electores. De hecho, la economía se sitúa también en los puestos de cabeza. Con una inflación elevada y los tipos de interés disparando las cuotas de las hipotecas variables, los aragoneses piden soluciones a los partidos. Según la encuesta, al 81,5% les influirá mucho o bastante la situación económica. La cifra se eleva hasta el 85,9% en el caso del empleo.

El otro gran foco de atención es la sanidad. La atención primaria, las listas de espera o el estado de las urgencias impactan directamente en el día a día de los ciudadanos, y en un tema vital como el de la salud. De ahí que la preocupación de los encuestados alcance el 6,6, y que al 75,3% les vaya a influir mucho o bastante a la hora de introducir la papeleta en la urna el día 28.

Por contra, la educación, que en otros tiempos generaba intranquilidad entre las familias, se mantiene en un discreto 3,4. Al 45,4% de los aragoneses les influirá poco o nada en su voto. Y tampoco generan gran inquietud los temas medioambientales, pese a estar de actualidad estos últimos meses. Ni siquiera la sequía, que amenaza las cosechas, las cuentas de los agricultores y el precio de la cesta de la compra. Solo alcanza un 2,5 de preocupación y afectará al voto de apenas el 18% de los encuestados.

De igual modo, el fantasma del trasvase del Ebro preocupa un 3,7 sobre 10, aunque en este caso la influencia en el voto se eleva hasta el 56,4%, mientras que las energías renovables se quedan en el 3,9. Finalmente, el proyecto fallido de la unión de Astún y Formigal pasa ya casi desapercibido (2,6).