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Empresas de extraescolares en Aragón: "O las actividades se introducen más en la vida del colegio o irán desapareciendo"

El número de compañías se han reducido entre el 20%-30% tras la irrupción de la covid y las que trabajan lo hacen al 80%. 

Escolares en una actividad deportiva en el colegio Sagrada Familia de Zaragoza, en una imagen de archivo.
Escolares en una actividad deportiva en el colegio Sagrada Familia de Zaragoza, en una imagen de archivo.
Toni Galan

De cero actividades con la irrupción de la covid a intentar recuperar lo perdido tras la vuelta a la normalidad en los colegios de Aragón. Ese es el reto al que han tenido que enfrentarse en los dos últimos cursos las empresas de extraescolares, que vieron cómo muchas familias buscaron alternativas fuera de los centros y no han vuelto a contratarlas.

"La pandemia nos castigó de una forma drástica. No podíamos trabajar nada y las academias y clubes deportivos sí que estaban abiertos. Las familias necesitaban este tipo de servicios -por temas de conciliación o por el motivo que fuera- y no han regresado a las extraescolares de las escuelas. Cada empresa tiene sus estrategias para que esos niños confíen de nuevo en unas actividades que siempre han funcionado", explica Rubén Gil, presidente de la Asociación de Empresas de Servicios Extraescolares en Centros Educativos de Aragón (Aesecear).

Tal y como apunta, en este tiempo han desaparecido entre un 20%-30% de las compañías que había en la Comunidad aragonesa (70, según datos previos al coronavirus). El sector está compuesto principalmente por pequeñas empresas, de no más de 30 trabajadores y concentradas en su mayoría en Zaragoza. En cuanto al volumen de trabajo, se mueven en torno a un 70%-80%. "En el mejor de los casos. Desconozco si en otros sectores ha sido posible o no una recuperación total, pero en nuestro caso no ha sido así. Sabemos de pequeñas firmas que han tenido que cerrar o unirse a otras para salir a flote", indica Gil.

Por ejemplo, la compañía Océano Atlántico -con 700 empleados- absorbió alguna empresa más pequeña (de extraescolares) y ha podido incrementar su actividad al estar muy diversificada y extendida por todo el territorio aragonés. "Eso nos ha permitido salir muy bien de la pandemia y generar servicios nuevos (como campamentos) y complementarios. Incluso nos fortalecimos. Las extraescolares se han reactivado y ahora mismo trabajamos muy bien con los colegios", asegura su gerente, Meritxell Laborda.

Por su parte, Mar Dubón, dueña de Eureka, también habla de un incremento del número de actividades y de niños, aunque admite que aún queda recorrido de mejora. "Estamos en un 60%-70% de actividades. Después de la pandemia, las empresas del sector casi empezamos de cero; costó mucho sacarlas adelante", recuerda. Con una plantilla de 25 personas y un radio de acción que abarca Zaragoza y su provincia, Eureka está centrada este curso en ofertas deportivas y, sobre todo, en talleres de nuevas tecnologías (pilotaje de drones, realidad virtual...). "Hemos querido abrir el abanico para, comercialmente, poder acudir a otros colegios con nuevas ofertas. Salir un poco de las extraescolares tradicionales y buscar nuevas actividades que gusten, como estos talleres", cuenta.

"Las empresas del sector casi empezamos de cero; costó mucho sacarlas adelante" 
"Ponemos buenos profesionales, buenos precios, nuevas actividades... A veces nos cuesta que se nos reconozca el esfuerzo que estamos haciendo

Dubón resalta que las empresas del sector están peleando para que les consideren parte troncal dentro del sistema educativo. "Muchas veces cuando presentamos algo nuevo, y aunque saben que va a funcionar, les cuesta abrirte el espacio. Las empresas ponemos buenos profesionales, buenos precios, nuevas actividades... A veces nos cuesta que se nos reconozca el esfuerzo que estamos haciendo", advierte.

En este punto, Meritxell Laborda -que junto a la pandemia destaca el efecto negativo que tuvo la jornada continua en la demanda de sus servicios- reclama que las compañías del sector pudieran estar integradas en el proyecto educativo de los centros. "¿Por qué no puede estar un miembro de la empresa en el consejo escolar? Formamos parte del centro. El potencial que tiene el colegio es muy grande. Ahí están los niños y muchas veces si desde la institución educativa no les dan valor a estos proyectos extraescolares, los chavales se van a un club deportivo. Nosotros somos empresas privadas, pero estamos en una instalación pública y eso nos limita en horario", señala la gerente de Océano Atlántico, que hace hincapié en la necesidad de cambiar el modelo de gestión. "O las actividades extraescolares se introducen mucho más en la vida del colegio o poco a poco irán desapareciendo", avisa.

Carmen Martínez, madre de una niña, opina que los colegios deberían sacar la oferta de extraescolares a principio de curso escolar -o incluso unos meses antes, en junio anterior- para que los padres se pudieran planificar con tiempo. "Empiezan después de la fiestas del Pilar, mientras que las que se hacen fuera comienzan en septiembre. Muchas familias no esperan a octubre para decidir lo que van a hacer sus hijos y los apuntan desde septiembre fuera del colegio", comenta.

Ella lleva a su hija a alguna extraescolar en la escuela donde estudia y otras las realiza fuera. "En los colegios las actividades deportivas son bastante limitadas y hay poca oferta. Casi todo es fútbol, baloncesto o judo. Si buscas otro tipo de actividad -como natación, baile, atletismo o incluso escalada- tienes que buscarla fuera del centro escolar", critica.

"Muchas familias no esperan a octubre para decidir lo que van a hacer sus hijos y los apuntan desde septiembre fuera del colegio" 
"Mi hija no se apunta a más extraescolares por el coste añadido que suponen. Suele ser una cantidad pequeña, pero en época de crisis todo suma"

Mientras, Patricia -madre de otra niña, de diez años- recuerda que al quitar las extraescolares de deportes en grupo en el colegio en el que estudia su pequeña, muchos de sus compañeros se apuntaron fuera en clubes privados, donde sí se podía. "Esto ha hecho que cuando se han retomado ha sido más difícil hacer equipos", comenta. 

Para esta zaragozana, las extraescolares son una forma de seguir la formación de los niños con actividades más lúdicas y, sobre todo, ayudar a conciliar a muchos padres para acercar el horario del colegio al del trabajo. "Más ahora que cada vez hay más centros con jornada continua", observa. De momento, su hija va a tres extraescolares en  horario escolar. "Y si no se apunta a más es por el coste añadido que suponen, que aunque suele ser una cantidad pequeña -unos 20 o 25 euros al mes-, en época de crisis todo suma", concluye.

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