prisiones 

El penúltimo etarra que quedaba en la cárcel de Daroca sale en libertad

Jon Guterbay cumplió una pena de 20 años por haber quemado a dos ertzainas en Portugalete en 2003 y quedó en libertad el pasado sábado  

La Policía Nacional e Instituciones Penitenciarias realizan una operación contra la radicalización yihadista en la cárcel de Daroca
Un coche de la Policía Nacional a la entrada de la cárcel de Daroca
Policia Nacional

El etarra Sebasten Jon Gurtubay Sánchez, que fue condenado por la Audiencia Nacional a 20 años de prisión, abandonó la prisión de Daroca el pasado sábado, tras haber quedado en libertad. Gurtubay optó por quedarse hasta el final en Daroca, en lugar de haber sido trasladado a alguna de las tres cárceles del País Vasco, gracias al pacto del Gobierno de Pedro Sánchez y el Ejecutivo del PNV, como ha ocurrido con la mayor parte de los internos miembros de ETA.

Un grupo de familiares y amigos acudieron a recibirlo en la salida del centro penitenciario y se hicieron fotografías para la asociación de familiares de reclusos de la banda, Exterat, que publicaron en las redes sociales.

Gurtubay Sánchez, natural de Bilbao, fue arrestado en 2003 y posteriormente condenado por el intento de asesinato de dos agentes de la Ertzaintza en Portugalete, que sufrieron quemaduras muy graves. Su traslado a la cárcel de Daroca se produjo en diciembre de 2020 como un gesto del Gobierno del primer acercamiento de los presos de la banda terrorista hacia su tierra.

Funcionarios de la prisión darocense señalaron que todavía les queda el último preso de ETA. Se trata de Faustino Marcos Álvarez, condenado a 12 años por haber montado un laboratorio para fabricar explosivos. Su puesta en libertad tendrá lugar el próximo mes de abril porque también ha querido quedarse en Aragón y no ser trasladado al País Vasco. Lo detuvieron en febrero de 2010 en la estación de Portbou (Gerona) con un revólver y más de 5.000 euros.

El comportamiento de estos dos últimos presos etarras en Daroca no ha provocado problemas y ha sido “normal”, según los funcionarios, si bien “son secos”. Como tenían visitas de sus familias regularmente en la cárcel aragonesa optaron en quedarse aquí y no formar parte del traslado al País Vasco.

La salida en libertad de Sebasten Jon Guturbay coincidió también con la de otro etarra, Zigor Blanco Santisteban, condenado por los mismos hechos que él ocurridos el 5 de agosto de 2001, pero él salió de una prisión del País Vasco a la que fue trasladado desde otra de Asturias en diciembre de 2021.

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