Aragón generará este año el doble de la energía que consume con las renovables en construcción

La potencia ya instalada suma 6.879 megavatios y los proyectos en tramitación suponen otros 30.140.

La consolidación de Aragón como una potencia en energía verde permitirá cerrar el año con otro hito. La entrada en servicio de los parques eólicos y fotovoltaicos en construcción posibilitará duplicar la producción eléctrica que necesita en la actualidad para garantizar el suministro a los hogares y a la industria.

La inversión milmillonaria acometida por los principales operadores del sector ha hecho que la Comunidad cumpla con creces con uno de los objetivos fijados para 2030 por el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima: genera con fuentes renovables un 75% de la electricidad desde 2021 y eso que el año pasado pinchó la aportación de la hidráulica, suplida por los nuevos parques instalados. Si se compara con el resto del país, Aragón está casi 14 puntos por encima en producción verde.

En plena transición energética, ya logró en 2018 que la eólica fuera su principal fuente de generación eléctrica, con un 29%, desbancando a los dos pilares con los que hasta entonces contaba el sector, las centrales de carbón y cogeneración. Solo un año antes, el carbón fue la primera fuente energética antes de emprender su definitivo declive, que terminó en 2020 con el apagón de la térmica de Andorra.

La transformación ha logrado duplicar en los últimos cinco años la generación de energía renovable y situarse como la segunda autonomía con mayor peso de las tecnologías verdes.

Los aerogeneradores han seguido poblando los principales corredores de viento, especialmente en el valle del Ebro, y con ello su peso en el mix energético aragonés. Al cierre de 2022, fue capaz de generar el 50% de la electricidad, una escalada de 20 puntos en solo cuatro años y en un ejercicio en el que se batió el récord de producción. En total, 10,2 de los 20,4 gigavatios que se reflejan en el balance de Red Eléctrica de España.

La solar fotovoltaica, antes testimonial, se está beneficiando de una auténtica revolución y se ha convertido en la segunda fuente de producción renovable, con 2,8 gigavatios, que supone un crecimiento del 48% respecto a un año antes. Esto ha hecho que las placas superen a los embalses y que estuvieran muy cerca de rebasar a las centrales de cogeneración, las segundas en el cómputo general. Esto sucederá este año con la entrada de las plantas que están en construcción.

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A la cabeza del país

Además, Aragón se convirtió el año pasado en la segunda Comunidad que más capacidad eólica ganó, 492 megavatios. La estadística oficial de la patronal del sector indica que roza los 5.000, solo superada por Castilla y León.

Ni siquiera la criba de proyectos que se produjo a principios de año al no superar la declaración de impacto ambiental, la mayor de toda España, ha provocado un retroceso sustancial en los proyectos que están en tramitación en estos momentos en las administraciones.

La potencia instalada que suman las plantas solares y fotovoltaicas alcanza los 6.879 megavatios al cierre del último mes y los 916 proyectos que están ahora en tramitación en los gobiernos central y autonómico superan con creces los 30.000. Por tanto, de salir adelante se cuadruplicaría con creces, aunque está por ver si el grueso, que aún no se ha sometido a la supervisión ambiental, llega a superarla.

El vicepresidente aragonés y consejero de Industria, Arturo Aliaga, detalló a este diario que la Dirección General de Energía y Minas analiza en el actualidad 131 parques eólicos y 440 plantas solares que suman 11.389 megavatios. "De estos proyectos, con autorización administrativa previa y de construcción hay 173 instalaciones con 2.199 megavatios", añadió.

Dada su avanzada tramitación, en unos meses estarán enganchados a la red y evacuando energía y de ahí que destaque la posibilidad de duplicar las necesidades de consumo que tiene la Comunidad en la actualidad.

Mientras tanto, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) hace lo propio con un número menor de parques, 345, pero que suman muchos más megavatios de potencia expectante, 18.751. No obstante, los números oficiales apuntan a que 2.020 MW tiene una declaración de impacto ambiental (DIA) negativa, por lo que no podrán seguir adelante.

Para hacerse una idea del ingente trabajo por hacer, primero en los despachos de la Delegación del Gobierno y luego en los del Miteco, solo 22 de los 93 expedientes cuentan con una resolución de DIA, seis tienen la autorización administrativa previa, tres han logrado la de construcción y, finalmente, otros tres han llegado a obtener la declaración de utilidad pública.

Tanto el Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (Inaga) como el Miteco lograron salvar la tramitación ambiental de todos los proyectos de renovables cuyo plazo vencía el pasado 25 de enero, pero solo supone el primer hito para cumplir con las empresas.

Preocupación en el sector

El cronograma fijado por decreto por la ministra Teresa Ribera obliga a todos los proyectos que obtuvieron el derecho de acceso y conexión a la red eléctrica antes de mediados de 2020 a lograr en poco más de un mes la autorización administrativa previa y la de construcción, cuatro meses después. Y para mediados de 2025 deberán contar con la autorización de explotación.

En el Ministerio admiten que están "desbordados" y han creado recientemente una División de Proyectos de Energía Eléctrica, bajo el paraguas de la Dirección General de Energía, que entre otras funciones se encargará de la gestión de las autorizaciones, así como de los pronunciamientos sobre las garantías de tramitación y la solicitud de accesos y conexión a las redes de transporte.

Los promotores no ocultan su preocupación, dado que el trabajo que tienen los funcionarios es ingente y están en juego sumas millonarias. De no llegar a tiempo, se perderán los derechos de acceso y conexión y con ello los avales depositados por las empresas. Yno se quedan ahí, dado que el siguiente escollo lo tendrán a la hora de construir, porque no habrá ni empresas suficientes, ni personal formado ni logística que haga asumible acometer semejante reto con los plazos marcados por el Gobierno. En dos años habría que ejecutar 40.000 megavatios. Esto pone en juego una suma estratosférica, ya que el Clúster de la Energía estimó que la inversión en Aragón podría alcanzar los 4.676 millones de euros y aportar hasta un 6,2% del producto interior bruto (PIB) el próximo año.

En un estudio presentado a finales de 2021, valoró que el 60% de la inversión se quedaría en la Comunidad y que esta demanda directa generará un efecto de arrastre del 30% en la economía aragonesa, casi 1.500 millones, con 7.279 puestos de trabajo directos e indirectos en la explotación. Para ello, habrá que ocupar casi 30.000 hectáreas, el 0,6% de la superficie de Aragón, para dar cabida a todos los proyectos. 

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