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Patricia Lara, la militar aragonesa que salvó a una madre y sus dos hijos en Turquía

La teniente médico zaragozana, de 25 años, destinada en la UME de Torrejón de Ardoz, viajó el 6 de febrero con la expedición militar española a ayudar a los damnificados. "Es una catástrofe", asegura.

La teniente médico aragonesa Patricia Lara, de 25 años, destinad en la UME de Torrejón de Ardoz, en el terremoto de Turquía.
La teniente médico aragonesa Patricia Lara, de 25 años, destinad en la UME de Torrejón de Ardoz, en el terremoto de Turquía.
UME

La aragonesa Patricia Lara, de 25 años, teniente médico de la Unidad Militar de Emergencias (UME), estuvo destacada en la provincia de Gaziantep (Turquía), afectada por el terremoto, donde ayudó a salvar la vida a una madre y dos hijos en Nurdagi atrapados durante 228 horas bajo los escombros. Al otro lado del teléfono, aún en la zona afectada por la devastación sísmica antes de regresar a España, reconoce que tiene una sensación “agridulce”. Los 55 militares de la UME regresaron ayer por la tarde a España después de su despliegue durante más de una semana para ayudar a las autoridades turcas en salvar a ciudadanos del terremoto. 

“Primero vives un subidón como médico porque el salvamento es muy gratificante, pero estás en medio de una catástrofe con todas las letras. Todo está destrozado y también se sacan muchos cadáveres”, reconoce la joven militar. Patricia Lara es “maña” y accedió a la Academia General Militar de Zaragoza en 2015, con la mejor nota de los 534 alumnos.

En su equipo, la médico va con dos capitanes enfermeros, dos técnicos sanitarios y una teniente coronel psicóloga. Llegaron al día siguiente del terremoto y, cuando habían trascurrido cinco jornadas muy duras, lograron salvar a la mujer turca y a sus dos hijos pequeños, a los que alimentó dándoles el pecho.

Resistieron cinco días bajo tierra desde que pasó el terremoto. Leyla estaba totalmente deshidratada, los hijos algo menos porque ella los había nutrido dándoles lactancia. Fue muy emocionante”, señala la teniente Patricia Lara, muy satisfecha con esa operación de salvamento.

Llegada a Madrid de efectivos de la UME desplegados en Turquía.
Llegada a Madrid de efectivos de la UME desplegados en Turquía, este miércoles por la tarde. La teniente médico aragonesa recibió un ramo de flores.
Daniel González

Desde el geófono al butrón 

La localización de la familia empezó con una búsqueda técnica realizada con geófono (un aparato que ayuda a captar sonido de las víctimas y lo trasladan a unas pantallas) mientras ellos gritaban. Les decían que si les escuchaban, dieran tres golpes y así pudieron oírlos. A partir de ese momento, el equipo se puso a trabajar todo un día y una noche cavando un butrón hasta que los localizaron. 

Cuando podía escuchar a la madre desde fuera le preguntaba si estaba consciente y cómo se encontraban los niños”, relata la teniente médico. “Le fui dando suero en botellas para que fuera tomándolo lentamente porque tenía una deshidratación extrema”.

Primero sacaron al niño de dos años, Muslim, y luego a la niña Elif, de seis. Los llevaron a la tienda que montaron cerca de la vivienda destrozada para atenderlos y estabilizarlos con sueros. “Al final, sacamos a la madre. Yo me quedé con ella en el agujero para tranquilizarla y costó un poco más su salida porque tenían que hacer el butrón más grande, pero al final la sacamos", agrega.

Al ir a visitarlos al hospital después de salvarlos, la teniente médico comprobó que los niños ya estaban perfectos (“la niña se reía cuando le dimos unos cuadernos de dibujos de la UME y tenían mejor color que al sacarlos del agujero”, señala) y a la madre iban a darle el alta de nefrología por el daño renal que sufrió.

La oficial aragonesa agrega que también realizaron una actuación de salvamento al segundo día de llegar al ayudar a un equipo de rescatadores turcos para sacar a dos chicas jóvenes de 14 y 16 años. “Allí me metí en el agujero y le puse un torniquete a una de ellas, que nunca lo había hecho. Las chicas habían sufrido aplastamiento, fracturas y luxación”, señala.

Recorte de HERALDO, donde se cuenta la historia del padre de Patricia Lara.
Recorte de HERALDO, donde se cuenta la historia del padre de Patricia Lara.
Archivo Heraldo de Aragón

La historia del terremoto de Haití y su padre  

La teniente médico conocía este tipo de catástrofes porque su padre, el general Juan Antonio Lara, director del Hospital Militar de Zaragoza, ya le había transmitido operaciones similares a las que está viviendo ella en Turquía y Siria, como lo que hicieron en el terremoto de Haití en 2010. “Saludos a los niños de España. Mi hija Patricia, de 12 años, lleva cuatro meses esperando que su padre (entonces comandante pediatra) regrese de Haiti y le cuente historias de este hermoso país caribeño”, contó el oficial a HERALDO en un reportaje de Nuria Casas.

Patricia Lara estudió medicina militar en la Academia General de la Defensa en Madrid y su primer destino fue la UME de la Base de Torrejón, en el Regimiento de Apoyo e Intervención de Emergencias. La mayoría de los 55 compañeros que han acudido al terremoto de Turquía son de la Base de Sevilla. 

“También salí a la operación volcán en Palma, pero allí no había víctimas sino que se hacían apoyo a los desalojados de viviendas y mucho tratamiento psicosocial. Nunca había visto tanta destrucción y fallecidos como aquí en Turquía”, afirma.

Equipo de la UME enviado al terremoto de Turquía.
Equipo de la UME enviado al terremoto de Turquía.
UME

Habla con Heraldo desde Adana, otra ciudad turca muy castigada con el terremoto, cuyo epicentro fue la provincia de Kahramanmaras (al suroeste de la capital Ankara), donde tuvieron que trasladar a los heridos a otros hospitales de Turquía. “Todo el país está colapsado porque solo tratan las patologías del terremoto, hay muchos ingresados y las demás cirugías programadas en los centros hospitalarios tuvieron que pararlas”, precisa.

La oficial aragonesa ha conocido estos días a una enfermera turca desplegada en un Roller 3 americano y les contó que toda su familia había muerto en la provincia donde se produjo el epicentro. Con ejemplos así, Patricia Lara califica el terremoto de Turquía como “una catástrofe con todas las letras”, tras haber ayudado a salvar al máximo posible de víctimas.

“Como médico no puedo decir que esto haya sido positivo porque todo ha sido una catástrofe, pero hace crecer a uno al poner en práctica lo que hacemos en una emergencia, como un torniquete. Nunca lo olvidaré”, se despide la teniente médico.

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