El Ayuntamiento de Casetas reduce la velocidad de la calle del Ricardo Mur

Se han colocado señales de 20km/h, pero el Consistorio todavía no ha puesto vallas a la salida del colegio.

Colegio Ricardo Mur
Colegio Ricardo Mur
Toni Galán

Después de varias semanas de reivindicaciones por parte de la Asociación de Padres y Madres del colegio Ricardo Mur, el Ayuntamiento de Casetas ha tomado medidas de seguridad en el entorno del centro escolar. 

Se han colocado varias señales de 20 kilómetros por hora en la calle Baleares y alguna de las vías aledañas, además de otra señalización vertical que avisa de la presencia de una escuela cerca. Además, el alcalde de este barrio rural, Jorge Eseverri, confirma a este diario que se está calculando cuántas hectáreas tiene la fachada para instalar unas vallas escocesas.

Estos elementos han sido colocados a lo largo de esta semana, después de que la AMPA y el colectivo Casetas Nature denunciaran la mala situación de seguridad que se vivía en el entorno de este colegio. 

En concreto, según un estudio elaborado por la asociación casetera, el 85% de los vehículos que pasaban por esta zona lo hacían a una velocidad superior a la permitida, que era de 30 kilómetros por hora. Ahora ha sido rebajada, pero las familias reclaman todavía más elementos de seguridad

En concreto, piden que se coloquen unas vallas a la entrada del centro escolar, ya que a la hora de salida los niños, en muchas ocasiones, salen corriendo a buscar a sus padres y se podría producir un accidente de tráfico. 

"Como la fachada tiene muchos metros, han mandado directamente a la empresa para que calculen la distancia. Serán más de 20 módulos de vallas", expresa Eseverri, quien afirma que no está previsto colocar ningún elemento más.

Nati Daniel, miembro del AMPA, considera que estas medidas son "insuficientes". En este caso, exige que se hagan también pasos elevados, porque creen que las señales pueden no resultar tan efectivas.

Del mismo modo, reclama "alguna acera o algo que delimite el paso de los peatones" al descampado que está situado justo frente al Ricardo Mur, donde aparcan la mayoría de familias cuando van a recoger a sus hijos al colegio. Además, se da el caso de que el centro de salud y el IES Ángel Sanz Briz se encuentran en la misma zona -por la que pasan 200 camiones diarios, según el propio Ayuntamiento-, por lo que se producen aglomeraciones en determinados horarios.

La AMPA, en colaboración con la asociación de vecinos de Casetas, ha trasladado al Ayuntamiento de este barrio rural una posible solución que sería "más fácil" que proteger el entorno. "Se debería preparar un acceso por la parte de atrás de la escuela. Hay una explanada enorme detrás, que es municipal, donde podrían aparcar los coches las familias y dejar a sus críos justo en la puerta", relata José Luis Almenara, presidente del colectivo vecinal. 

Debería "acondicionarse" este espacio primero, pero consideran que puede ser más seguro que el acceso principal que ya tiene el colegio. "Por mucha señalización que haya, creemos que es insuficiente, porque los vehículos van a seguir transitando con la velocidad que quieran", detalla Almenara.

Esta medida la han trasladado al Consistorio a través de un grupo de ‘Whatsapp’, donde están presentes el alcalde y la asociación de vecinos, entre otros. "Si este centro escolar fuese privado, no le habrían dado el permiso para hacerlo. Realmente, los accesos están sin hacer", expresa Almenara.

Segundo conserje

Además de los problemas de seguridad en el entorno del colegio Ricardo Mur, que tiene cerca de 350 alumnos, los miembros de la AMPA denuncian también que, desde hace dos años, esta escuela tiene tan solo un conserje. «"Antes teníamos dos, pero uno lo quitó el Ayuntamiento", dicen. 

Ahora, con el traslado del centro, la situación es "caótica". "Tienen que ayudar miembros de la directiva, que están haciendo horas sin conocimiento", denuncian. Además, este trabajador termina su jornada a las 15.00, y hasta las 17.00 se queda el colegio sin conserje mientras se dan las extraescolares.

El Ricardo Mur ocupa este emplazamiento desde el 22 de diciembre. El antiguo centro escolar estaba amenazado por una sima, por lo que el Gobierno de Aragón, con una inversión de 5 millones de euros, se vio obligado a construir una nueva escuela situada en la calle Baleares. Esta era una reivindicación del colegio desde hace 7 años.

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