Feria Jubilalia en Zaragoza: de vestirse con el 'traje de la vejez' a jugar a la petanca y hacer 'papiroterapia'

El certamen ofrece hasta el sábado en la Sala Multiusos del Auditorio más de 70 actividades dirigidas a los mayores y reúne a una veintena de entidades dedicadas al bienestar de este colectivo.

Eva Caballero va en silla de ruedas con los elementos que le permiten meterse en la piel de una persona mayor con limitaciones físicas y sensoriales
Eva Caballero va en silla de ruedas con los elementos que le permiten meterse en la piel de una persona mayor con limitaciones físicas y sensoriales
Guillermo Mestre

Sentir en uno mismo las limitaciones físicas y sensoriales susceptibles de ser padecidas por las personas mayores, sobre todo a partir de los 85 años, ayuda a entenderles mucho mejor y tratarles de otra manera en el día a día. Y hay una experiencia empírica para ponerse en su piel por un rato: vestirse en un 'traje de la vez'. Es un equipamiento compuesto de gafas, chaleco, zapatos, rodilleras y auriculares, entre otros elementos tecnologizados, que causan en quien se los pone un dolor y unas sensaciones muy parecidos a quien sufre parkison, artrosis, pérdida de visión o acúfenos ( zumbido o pitido en los oídos o en cualquier parte de la cabeza). Es una de las experiencias que se pueden vivir en la feria Jubilalia que desde este jueves y hasta el sábado se lleva a cabo en la Sala Multiusos del Auditorio de Zaragoza.

Eva Caballero, una fisioterapeuta de 41 años, ha sido una de las primeras personas que a los pocos minutos de abrir sus puertas Jubilalia se ha animado a ponerse unas gafas que simulan una visión de quien tiene cataratas, el chaleco que le genera sobrepeso y las rodilleras y zapatos que le dan artrosis y limitan su movimiento, además de los tapones y auriculares que le impedían escuchar cualquier sonido. 

Su sensación, tras algo más de un cuarto hora en una silla de ruedas como una mujer de unos 90 años era haberse sentido "como una muñequita que te van moviendo, me he encontrado desvalida completamente", explicaba. "Quieres ir más deprisa y no puedes, me he sentido muy dependiente y poco autónoma", contaba. Como profesional acostumbrada a tratar con mayores "siempre intentas ser más delicada y escuchar sus necesidades, pero sentirlo tú, y sentirlo todo a la vez, hace que cambies la percepción que tienes sobre ellos", relataba. Este material es el que utiliza el grupo Vitalia Home, presente con un estand en el certamen, para dar cursos a trabajadores de sus residencias.

Jubilalia abre sus puertas en la Sala Multiusos del Auditorio con tres días con más de 70 actividades para las personas mayores y la participación de las principales entidades dedicadas al bienestar de este colectivo. Aquí muestran su labor desde el Instituto Aragonés de Servicios Sociales del Gobierno aragonés (IASS), el Ayuntamiento de Zaragoza y Coapema (Consejo Aragonés de Personas Mayores) hasta entidades como la Federación de Asociaciones de Barrio de Zaragoza y Fundación La Caridad y empresas del sector como residencias, clínicas, seguros, planes turísticos a medida y adaptación de entornos.

Los organizadores esperan que hasta el sábado puedan pasar por este recinto entre 10.000 y 15.000 personas. El horario es de 11.00 a 14.00 y de 16.30 a 20.00, con entrada gratuita y abierta a todo el público, independientemente de la edad. La consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales, María Victoria Broto; la concejala delegada de Mayores del Ayuntamiento de Zaragoza, Paloma Espinosa y el presidente del Consejo Aragonés de las Personas Mayores, Teodoro Corchero, han inaugurado oficialmente la cita. Corchero ha recordado que esta iniciativa se empezó a plantear antes de la pandemia y que tras la covid-19, ahora, más que nunca se necesitan "tres días de disfrute, ocio y la oportunidad de conocernos entre nosotros".

"Acudir al hogar de mayor me sirve para sentirme menos sola"

Antonia Gutiérrez, que cumplió 100 años el pasado 13 de junio, y su hija, María Isabel Priego, que el próximo 17 de febrero cumplirá 79 años, participaban en una charla en el espacio del Instituto Aragonés de Servicios Sociales. "Estamos las dos viudas, mi padre se murió hace 48 años y marido hace 12, además también perdí a mi hijo hace 4 años. Por eso ir al hogar de mayores del IASS de Valdefierro me sirve para sentirme menos sola y también voy al del Ayuntamiento a hablar de nuestras cosas, a chismorrear que es como yo le llamo", decía Priego. 

Jubilabia también cuenta con un rincón del artista. En él Andrés Martín, jubilado y miembro del Grupo Zaragoza de Papiroflexia, muestra sus obras. Especializado en papiroflexia modular da clases a un grupo de 20 mujeres y cinco hombres en el hogar de mayores del IASS en Las Fuentes. "Yo también lo llamo papiroterapia, la gente puede entrar triste y salen riéndose, porque también hacemos figuras que les arrancan unas risas", señalaba. A su lado, Antolín Benavides, del centro de convivencia para mayores Rey Fernando  del Ayuntamiento de Zaragoza exhibía sus tallas en madera. "Tengo 77 años y empecé en 1982, cuando me quedé tres días en el paro, porque soy muy activo y tenía que hacer algo, desde entonces no he parado", relataba.

En la feria es posible jugar a la petanca, con campeonato incluido; hay una zona para los aficionados a las cartas, en las que el rey desde primeras horas era ya el guiñote, y un escenario por el que van a pasar grupos corales y de bailes diversos, rondallas, tunas y actuaciones teatrales. Sobre las tablas la coral del hogar de mayores y el centro de día Luis Aula del barrio de San José de la capital aragonesa interpretaba 'Cielito lindo'. Ismael Blasco, de 82 años, resumía así el espíritu con el que hay que entrar en Jubilalia:  "Aquí no hay viejos, solo se nos pasó la tarde".

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