Un paritorio rural filipino con raíces aragonesas

El Paraninfo de Zaragoza acoge una exposición solidaria en la que 40 artistas donan sus obras para obtener fondos destinados a aumentar la atención en este modesto hospital

El cirujano Ramón Sousa, uno de los impulsores del proyecto, con una madre y su bebé en Filipinas a finales del pasado octubre.
El cirujano Ramón Sousa, uno de los impulsores del proyecto, con una madre y su bebé en Filipinas a finales del pasado octubre.
Unizar

De cada 20.000 bebés que nacen, muere uno en España y 35 en Filipinas. La mortalidad materno-infantil en países en vías de desarrollo es un crudo indicador de los niveles de pobreza allí donde la medicina resulta prohibitiva y no está al alcance de todos. Por eso, contar con un paritorio en Lagonoy, una zona rural filipina de 55.000 habitantes en la que se carece de los recursos más elementales y resulta muy complicado tener un hijo en condiciones de higiene, salubridad y seguridad, salva vidas.

La oenegé aragonesa Phileos, formada desde 2016 principalmente por médicos, profesores y estudiantes de la Facultad de Medicina de la Universidad de Zaragoza, trabaja y ayuda a mantener este modesto hospital local, gestionado por la congregación de las Siervas de María, en el que se atienden unos 12 partos al mes. El paritorio, recuerda la ginecóloga Esther Moreno, una de las impulsoras del proyecto y que pasó allí tres meses en 2018, empezó a funcionar en septiembre de ese año. Su objetivo es duplicar los alumbramientos que se gestionan gracias a las tres camas con que disponen y ofrecer una mejor asistencia integral durante el preparto, el parto y el posparto a estas madres y sus pequeños.

Para ello nació conjuntamente con la Universidad de Zaragoza el proyecto Obgyn El ovillo de la vida para el que se buscan fondos a través de la plataforma de mecenazgo Fundraising Unizar, la actividad de la entidad académica de captación de recursos para impulsar propuestas con un alto contenido social y cultural. Obgyn es el término internacional que describe la obstetricia (Ob) y la ginecología (Gyn). Un juego fonético que evoca al ovillo como elemento que conforma la vida y enlaza con la madre como un cordón umbilical.

Estos días la sala África Ibarra del Paraninfo de la capital aragonesa acoge una exposición solidaria que bajo el título ‘Comparte la vida’ reúne las obras de 40 creadores, de la Asociación Artistas Plásticos Goya Aragón. Las creaciones están al alcance de cualquier persona que quiera adquirir alguna y, así, apoyar esta iniciativa que lucha contra la exclusión sanitaria. Cada obra puede ser retirada mediante una transferencia al número de cuenta ES23 2085 0127 19 0330474849 de la organización Phileos. Las piezas, con un abanico de precios que oscilan desde los 80 euros hasta los 1.500, pueden contemplarse en la propia sala o en un catálogo 'online'. La exposición permanecerá abierta al público hasta el 14 de enero, en horario de 11.00 a 14.00 hasta el 7 de enero, y también de 17.00 a 21.00 hasta el 14 del mismo mes. Mañana, festividad de Reyes, permanecerá cerrada.

Misiones sobre el terreno

Con 20 euros se cubre un mes de posparto, con 50 un mes de control prenatal y con 200 el coste completo de un parto, mientras que 450 euros dan de sí para sufragar los costes de toda la gestación.

Las misiones sobre el terreno que se vieron interrumpidas por el coronavirus se recuperaron en mayo del año pasado y se llevó a cabo otra entre finales de octubre y principios de noviembre. Para este próximo febrero se prepara otra. El viaje y la estancia se las costean ellos durante sus vacaciones y el dinero que se recauda se destina íntegramente a la atención sanitaria.

A largo plazo, señala Esther Moreno, pretenden que este hospital, que actualmente "presta una atención básica, porque en él no se pueden practicar cesáreas ni hacer transfusiones de sangrre", lleve a cabo ingresos de medicina interna e intervenciones. "Si se ve que la mujer tiene factores de riesgo o surge una complicación en el parto la podemos derivar a un hospital que está a una hora y media de viaje", explica. Más cerca está su conversión en un centro formador de matronas y la puesta en marcha de un programa de malnutrición infantil. Esta ginecóloga reconoce también la colaboración de los profesionales filipinos con los que mantienen un contacto constante.

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