Colombiano acogido en El Refugio: "Por primera vez en 30 años voy a pasar estos días separado de mi familia"

German Alfonso Galindo tuvo que salir de Medellín hace tres meses dejando atrás a su mujer y sus tres hijos cuando empezó a ser víctima de una extorsión.

German Alfonso charla con Joseph en su dormitorio de El Refugio de Zaragoza
German Alfonso charla con Joseph en su dormitorio de El Refugio de Zaragoza
Toni Galán

A sus 53 años, German Alfonso Galindo, oficial de construcción, esperaba cotizar dos años más para ser un "pensionado" en su Colombia natal y venir a España de vacaciones. Pero hace tres meses tuvo que salir de Medellín dejando atrás a su mujer y sus tres hijos cuando empezó a ser víctima de una extorsión a raíz de "un inconveniente de orden público" en el que se vio envuelto su hijo mayor. Tras una primera escala en Madrid, donde estuvo alquilado en una habitación hasta que se le terminó el dinero que trajo consigo, el último día de las pasadas fiestas del Pilar llegó a Zaragoza y va a pasar estas fiestas en El Refugio.

"Nunca pensé que podría verme en esta situación. Por lo menos no he tenido que dormir en la calle y nunca me he ido a la cama con hambre, que no todo el mundo puede decir lo mismo", cuenta con esa dosis de optimismo que le ayuda a seguir adelante. Su empeño es poder conseguir cuanto antes un permiso de trabajo para "poder buscar un empleo, empezar a tener un sueldo y conseguir el dinero que necesito para solucionar mi problema y volver con los míos".

"Nunca pensé que podría verme en esta situación. Por lo menos no he tenido que dormir en la calle y nunca me he ido a la cama con hambre, que no todo el mundo puede decir lo mismo"

Con la ayuda de la trabajadora social de El Refugio se ha empadronado y ha iniciado los trámites como solicitante de asilo. En el centro, ayuda a servir de el desayuno y la cena a sus compañeros y es uno de los residentes que habla de su experiencia con los estudiantes que acuden a conocer el trabajo que desarrolla esta entidad.

Felicitación de unos escolares

Hace unas semanas estuvieron los escolares del colegio Condes de Aragón y ha recibido una felicitación personalizada de los chicos con los que habló. Asimismo han confeccionado otra para Joseph, un guineano que desde hace un año vive en este centro y también charla con los alumnos, y para todos los sin techo que encuentran aquí lo más parecido a un hogar. Las instalaciones cuentan con plazas para 64 transeúntes, 58 hombres y seis mujeres, que casi siempre están ocupadas.

Mientras lee la carta con letra infantil se le empañan los ojos. "Va a ser la primera vez en 30 años que voy a pasar estos días separado de mi familia, con la que sigo en contacto diariamente. Es muy duro, solo pienso que con las seis horas de diferencia que hay entre España y Colombia cuando me despierte por la mañana aquí ellos ya habrán celebrado las fechas más señaladas" , cuenta sobre cómo va a pasar estas semanas.

"A veces tengo la sensación de un de ‘déjà vu’, voy por una calle del centro y parece que ya he estado en ella antes porque posiblemente la he visto en algún documental"

Alfonso explica que necesita "tener la cabeza ocupada" y "seguir activo" por lo que sale todo los días a pasear y conocer Zaragoza. "Me sirve para salir de la monotonía. Aunque a veces tengo la sensación de un de ‘déjà vu’, voy por una calle del centro y parece que ya he estado en ella antes porque posiblemente la he visto en algún documental". Defiende la dignidad de las personas que están en El Refugio, "porque no necesariamente hay que ser indigentes", y que muchos se encuentran sin recursos "a pesar de su formación y de tener una vida normalizada por uno de esos golpes que da la vida sin avisar".

El Refugio recuperó la cena de Nochebuena de puertas abiertas y volverá a repetir por primera vez en Nochevieja. Ya se han apuntado 143 comensales, entre usuarios, sintecho y 24 mayores que viven solos y reciben alimentos.

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